Era otro día normal para las personas normales que sólo trabajaban o estudiaban, incluso para nuestros siete pecados capitales, los cuales cada uno estaba en su trabajo ellos veían como varios de sus amigos les daban una mirada la cual era de desprecio. Los nuevos modelos ya tenían muchos fans, mientras que con la banda no pudieron continuar por qué si amigo decidió no seguir en la banda, mientras que los otros simplemente los ignoraban. Suzuno ya había salido del hospital pero no había querido ir al trabajo, los pecados se preocuparon por el aún sabiendo que los miran como basura, Nagumo estaba desconcentrado y siempre llegaban Zanack, Toramaru, Tobitaka y Genda a despertarlo con cara de preocupación, su reina no dejaba que lo viera, no comía no dejaba de llorar y eso a Nagumo lo preocupaba, qué tal si un día a su reina se le ocurre una locura y el no estaría hay para impedirlo.
El día acabo, y dos de los alfas de los pecados fueron a un bar a ver a quien podían cojerse, ya que tenían la necesidad de un Omega o un beta que según ellos gimiera bien, pero no han podido encontrar a otro Omega que gimiera igual que los dos que tuvieron aquella noche de ebriedad. Dos omegas se les acercaron al alfa de banda y al peli crema, ambos empezaron a jugar con ellos a acariciar sus cuerpos a jugar con sus lenguas en aquellos besos que mostraban necesidad, pero algo no les cuadraba a los alfas. No se sentían igual que como se sintieron con los omegas de aquella noche, no recordaban sus nombres sus caras eran como de angeles eran hermosos ambos dejaron de jugar con los omegas, se levantaron y se fueron de aquel lugar.
Llegaron a la mansión en donde estaban todos viendo la película de “son cómo niños” todos estaban riendo mucho, ambos alfas se acercaron y se sentaron en el suelo, empezaron a verla y a reírse con el resto. Ambos decidieron dejar aquella vida de perros y confesarse a sus verdaderos amores que son si duda alguna aquellos omegas que se encontraron en la fiesta.
-Yuu-chan sabes quién es Kazemaru y Shirou- el Omega los miro sorprendidos, por qué sus hermanos les preguntaban por sus amigos -Si los conozco. ¿Por qué lo preguntan chicos?- Los alfas se sonrojaron y voltearon sus caras. -Ellos son nuestros destinados- todos los omegas mayores se sorprendieron al ver que los perros del grupo tenían destinados -Ellos son mis amigos trabajamos juntos si quieren van a la agencia y se declaran- ambos alfas miraron a su hermano el cual tenía razón, debían declararse ante sus omegas y no descansar hasta tenerlos bajos sus brazos, abrazarlos y lo más importante de todo y es marcarlos como suyos estaban decididos a el día siguiente ir a donde ellos y hasta rogarles que les den una oportunidad.
Al día siguiente
Ambos alfas se despertaron con ánimos encima, era el día, se iban a saltar el entrenamiento de la mañana para ir a ver a sus omegas, irían con sus demás amigos a verlos, les hablarían los invitaría a salir y luego se confesarian.
Así fue, llegaron a la agencia de sus amigos y llevaban unas risas muy hermosas y caras para sus destinados, sus omegas -Bien Mamoru, Shuuya, ánimo amigos- ánimo el peli verde a sus amigos -hermanos todo saldrá bien- esta vez fue el de rastas el que animo -Suerte amigos ojalá y los acepten- esta vez fue el pequeño castaño -Hay vienen- dijo Mido mientras que le hacían señas a sus amigos que corrieran a esconderse para que nadie los viera
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