Capítulo 3

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Capítulo 3 -"Cambio de Imagen."

Tini Narra

Jorge me llevó en contra de mi voluntad a la peluquería. Se puso en cuclillas delante de mí mientras me agarraba las manos. Pensé en darle una patada mientras le miraba a los ojos.

- Debemos hacer algo con tu pelo. - Dijo calmadamente.

Le miré. Estaba en contra de esto, y si conseguía escapar o moverme de aquí, conseguiría boicotear su idea de arreglar mi cabello. Sentí a la mujer detrás de mí soltar mi coleta, mi pelo golpeó mi espalda y me sentí apedreada.

- Cálmate, Tini. No va a matarte. - Jorge me miró. - Espera. - Se levantó y me agarró del brazo.

- ¿A dónde vas? - Exclamé.

- A hablar con la peluquera... cálmate. - Me acarició la mano con dulzura.

Me relajé un poco, y me recosté en la silla. No sé por qué estaba tan asustada, supongo que mi trenza era algo especial para mí. Aunque fuera una tontería, para mí, cambiar de imagen era un paso bastante grande. Significaba mucho.

Jorge le susurró algo al oído de la mujer, ella asintió y se acercó a mí sonriendo. Auto nota: nunca confíes en una mujer con tijeras.

Durante una hora estuve sentada, mechones de pelo caían al suelo, y una lágrima se deslizó por mi mejilla. Por muy tonto que sonase.

- ¿Estás llorando? - Se burló Jorge, sonriendo.

- No. - Aparté la vista.

Él hurgó en su bolsillo y sacó su teléfono. Sonrió mostrándome sus dientes y me lo dio.

- Juega un poco. Te vendrá bien. - Se rió entre dientes.

Cogí el móvil y comencé a jugar, olvidándome de dónde estaba y de lo que estaba pasando. Al principio me costó un poco entender el juego, pero cada vez le iba cogiendo el truco al juego y pronto se convirtió en enganchante.

De repente, Jorge me cogió del brazo y me levantó de la silla, sin ni siquiera dejarme mirar en el espejo.

- ¡Jorge! Quiero verme. - Dije, una vez que entramos en la tienda de cosméticos.

- No, quiero que todo sea una sorpresa. - Afirmó, comenzando a escanear las estanterías. - No tienes de qué preocuparte. - Contestó.

Se puso detrás de mí y ató mi pelo en un moño. Levanté la mano para tocar mi cabello, pero Jorge la apartó magistralmente. Gemí en voz baja, a veces era tan molesto y cabezota. Me empujó por la espalda y me sentó en una silla, con un puñado de maquillaje en sus manos.

- ¿Debo tener miedo? - Pregunté en voz baja mientras él comenzaba a aplicar el delineador de ojos.

- No, mi madre era maquilladora. - Murmuró, para concentrarse.

- ¿Y cómo sabes maquillar? - Pregunté, con curiosidad. Pero él se quedó callado y continuó maquillándome.

Después de una media hora que se me hizo eterna, Jorge compró más maquillaje y luego me cogió de la mano con brusquedad, llevándome por los pasillos del Centro Comercial, hacia la zona de tiendas de ropa.

Por cierto, ir de compras con Jorge, era el mismísimo infierno.

Todo lo que elegía de ropa, Jorge lo negaba; me probé tantos pantalones, faldas, jerséis, gorros, joyas, camisetas, suéteres, vestidos, sudaderas, zapatillas y tacones, que pensé que me desmayaría. Si esto era lo que hacían la mayoría de las chicas, estaba completamente segura de que no quería ser parte de ese mundo tan raro para mí.

El Proyecto Nerd Jortini (adaptada)Where stories live. Discover now