Epílogo

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Capítulo 31 -"Te quiero."

Tini narra

Tres días después

Extendí el cartel encima de la mesa, cogiendo unos cuantos lápices y una caja de rotuladores. Jorge puso las pinturas sobre la mesa y se volvió hacia mí. Mi corazón latía galopante desde que él había entrado en la habitación, el aire era tenso. No me gustaba estar a solas con él, no en un aula vacía; no, más bien en una escuela vacía. Todo el mundo se había escondido en lugares como sus habitaciones, la biblioteca o la sala de grabación para hacer los proyectos. Mi primera opción había sido la biblioteca. Pero Jorge había decidido hacerlo aquí. Genial.

Miré por la ventana, el sol se estaba poniendo, y el cielo parecía estar pintado en una especie de lienzo nocturno, salpicado por algunos puntos de oro.

- Tini. - Jorge me sacó de mi trance.

Salté. - ¿S-sí? - Balbuceé, incapaz de mirarlo a los ojos.

- La última cosa que quiero es hacerte sentir incómoda. - Dijo, poniendo el portátil en su regazo. - Por lo tanto. - Dijo, extendiendo las mangas de su jersey hacia los codos.
Ahora tenía la vista completa de un tatuaje en su muñeca. Era una gran mariposa.

- Um, Jorge. - Dije levantando un poco la voz.

Los ojos de Jorge cambiaron hacia mí. - ¿Hmm?

- ¿Por qué tienes tantos tatuajes? - Le pregunté con curiosidad.

Se miró el brazo, como si acabara de recordarlo. Pasó un dedo a través de la mariposa.

- Es una historia muy larga. - Suspiró suavemente.

Me senté en el taburete frente a él, mientras colocaba el portátil sobre la mesa. Había estado interesada en ellos, pero nunca tenía el tiempo ni la dignidad para preguntarle sobre ellos.

- La mariposa representa el cambio, la transformación. Fue el primero que me hice, significaba que podía cambiar, era como una especie de recordatorio para cuando todo se volviese negro. -

Explicó en voz baja, con cara de ensueño. Me derretí por completo con sus palabras. - Eso sonaba mejor en mi cabeza. - Anunció, jugando con sus dedos claramente avergonzado.

- No, es decir, fue muy dulce. - Insistí.

Vi sus mejillas ponerse rojas.

Observé a Jorge girar el brazo, mostrándome una cruz de la que no me había dado cuenta.

- El perdón. - Dijo. Incliné la cabeza con curiosidad. - Si un hombre clavado en la cruz podía perdonar a las personas que le hicieron eso, pensé que también se podían perdonar algunos errores, nada puede ser peor que eso, ¿verdad? - Asentí con la cabeza agradablemente.

Una vez, en realidad no hace mucho tiempo, pensaba que los tatuajes no tenían ningún significado y que sólo representaban que eras un matón, alguien perteneciente a una banda, un rebelde. No me había dado cuenta de que podían ser tan significativos. Su rostro se transformó como si hubiera recordado algo. Jorge se frotó las manos con incertidumbre. Parecía haber decidido finalmente algo, se aflojó la corbata y luego soltó el nudo alrededor de su cuello. Entonces se desabrochó los botones de la camisa y la levantó, revelando su pecho. Contuve el aliento, reprimiendo un grito ahogado. La letra " T " estaba sobre su pecho, enorme y evidente. Mi mente estaba gritando por dentro, ¿qué es eso? ¿qué es eso?

- ¿Qué es eso? - Pregunté.

Él me miró, abotonándose de nuevo la camisa.

- De Telephone. Como la canción . - Declaró en un tono serio.

El Proyecto Nerd Jortini (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora