El Proyecto Nerd Jortini (adaptada)

Capítulo 20

Capítulo 20 -"Palabras bonitas."

Tini narra

1 semana más tarde

- Muy bien, Tini. - Jorge se volvió hacia mí sonriendo. - Vamos a jugar al baloncesto humano.

- ¿Qué? - Me reí.

- Tú serás la red, por lo que debes poner tus brazos como un aro. - Explicó.

Hice lo que me dijo, enganchando los brazos en un círculo. Caminó hacia mí, y luego se tiró al suelo. De repente, apareció como una planta dentro de mi "aro", ahora rodeando su cintura con mis brazos. Él sonrió victorioso y envolvió sus brazos a mi alrededor.

- Te odio. - Murmuré en su camiseta.

Jorge se rió. - ¿Es porque acabo de hacer algo realmente bonito? ¿O porque te fastidia no haberte dado cuenta de mi plan?

- Las dos cosas. - Me sonrojé mirando a lo lejos.

Él entrelazó nuestros dedos y se inclinó hacia abajo. Cerré los ojos, al tiempo que nuestros labios se encontraron. Las mariposas en mi estómago comenzaron a volar. Jorge me levantó del suelo, y me dio vueltas, sin romper el beso. Abrí los ojos, haciéndome sonrojar aún más. Él se rió entre dientes contra mis labios, y me dejó en el suelo.

- Eres adorable. - Sonrió besando mi frente.

Me reí con nerviosismo, mientras él agarraba mi mano y comenzábamos a caminar hacia la pista. Jorge cogió la pelota de baloncesto, y me puse frente a él. Levantó los brazos y tiró la pelota, pasó por encima mío y después la pelota entró en la red. Estiré la cabeza y Jorge me besó la nariz.

- Bueno, no pueden ser más empalagosos. - Dijo Rugge, caminando junto con Mechi.

Jorge suspiró y me sonrió suavemente. - ¿Qué pasa, hermano? - Se volvió hacia Rugge chocando los puños.

- No mucho, Jortini.

Jorge y yo nos miramos.

- ¿Jortini? ¿En serio? - Murmuré avergonzada.

- ¡Hacen tan buena pareja! ¡Lo juro! - Exclamó Mechi. - ¡Te dio un beso en la nariz! ¡Aww! - Dijo, casi desmayándose. - Están hechos el uno para el otro.

* * *

- ¿Qué hacemos? - Le pregunté mientras terminaba de cepillarme el pelo.

- ¿Ducharnos juntos? - Sonrió.

- Negativo. - Dije sin rodeos.

- Valió la pena intentarlo. - Suspiró, sentándose junto a mí.

Hubo una larga pausa.

- ¿Un baño, entonces? - Preguntó.

- Sí. - Le contesté.

- ¿En serio? - Sus ojos se iluminaron.

- ¡No! Eres un pervertido. - Lloré, dándole puñetazos en el hombro.

- Es mi trabajo, no soy un pervertido, sino tu novio. - Dijo.

- ¿Me puedes decir dónde están esas reglas? - Le dije con escepticismo.

- Ven a buscarlas. - Dijo, moviéndose hacia mí; puso un brazo alrededor de mi hombro y me tiró hacia él, mirándome a los ojos.

Un momento antes de besarnos, cuando le miré a los ojos, mi corazón latía con tanta fuerza que casi no podía respirar. Y eso era lo que me estaba pasando cuando Jorge me empujó hacia él, chocando nuestros labios. Sus labios se movían contra los míos lentamente, perdí el sentido y me olvidé de todo. Me separé un par de minutos después, Jorge sonreía ligeramente.