Capítulo 14

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a la derecha una foto de como estaba Tini :) 

Capítulo 14 -"El síndrome del Amor."

Jorge narra

- Espera, espera, espera. Así que ella estaba en tu casa, en tu habitación, cuando... no había nadie en la casa, ¿y no te la tiraste? - Rugge me apuntó con su hamburguesa.

Me rasqué la nuca. - Es sólo que no quiero presionarla. ¿Crees que estoy perdiendo mi tirón? - Le pregunté.

- ¿Qué es lo que quieres, entonces? - Ignoró mi pregunta.

- Yo... yo... - Me callé suspirando y sentándome en la silla.

- Me lo puedes decir, somos mejores amigos. No me reiré de ti.

Rodé los ojos y me pasé las manos por el pelo. - No sé... siento que actúo con ella diferente a con las otras chicas, no miro su trasero, estoy más preocupado en mirar su sonrisa... su risa, y no quiero tener sólo relaciones sexuales con ella y dejarla, quiero una relación, tomarla de la mano y abrazarla... - Levanté la vista hacia él, y luego miré hacia otro lado.

Rugge se quedó callado un tiempo. - Eso, amigo... se llama amor. Estás jodido.

- Um... ¿qué? - Le dije sin rodeos.

- Estás enfermo de amor. No puedes quitar la vista de ella. - Explicó.

Me quedé mirándolo. - ¿No puedo quitar la vista de ella? ¿De qué coño hablas?

Él suspiró ruidosamente. - Tú. Jorge. Blanco. Estás. Enamorado. De. Tini. - Anunció lentamente.

Mi corazón latió aceleradamente al oír su nombre. No, yo no podía estar enamorado. Jorge Blanco no se enamora. Él hace que las chicas se enamoren de él, y no al revés. Dios, ahora estaba hablando de mí en tercera persona, estoy enfermo.

- Entonces, ¿cómo puedo desenamorarme? - Le pregunté lastimosamente.

Rugge se rió, durante mucho tiempo, entonces se detuvo de repente. Me fundí en la silla, incómodo. - Imposible. No puedes. Nunca puedes dejar de amar a alguien. Puedes dejar de gustarle a alguien, pero no te confundas. - Me hizo un gesto con su bebida antes de tomar un sorbo.

- ¿Qué pasa con la apuesta? - Le pregunté.

- ¿Qué pasa con ella? Tal como yo lo veo, has ganado. - Dijo.

Levanté una ceja, confundido. - Pero... no le gusto a Tini de la forma en que piensas... - Comencé.

- Jorge, amigo. - Me interrumpió.

Puse los ojos. - Lo que sea. El punto es que ella no me quiere. - Murmuré, sonando como un niño decepcionado.

- Los dos son igual de ciegos que un puto bate. - Rugge volvió a suspirar.

Me estremecí ante sus palabras. Y él sonrió. - Mierda. Todo este tiempo lo he estado haciendo todo mal, ¿no? - Susurré.

- Uhh, sí, eso es lo que he tratado de decirte todo este tiempo. - Dijo con voz burlona.

- ¿Me veo bien? - Oí la vos de Tini y salté.

Observé la boca abierta de Rugge y me di la vuelta, abriéndola igual o incluso más que Rugge. Tini no estaba adorable, ya ni siquiera era Tini, era como si mi chica nerd hubiera sido transformada en una especie de Diosa del Sexo. Esto no era bueno, no era bueno en absoluto. Me levanté de un salto, la mandíbula de Rugge todavía colgaba, todos los chicos en el restaurante silbaban y disparaban comentarios eróticos. Oh. Infierno. No.

El Proyecto Nerd Jortini (adaptada)Where stories live. Discover now