El Proyecto Nerd Jortini (adaptada)

Capítulo 7

Capítulo 7 -"Troublemaker." (Creador de problemas)

Tini narra

Me desperté a la mañana siguiente, sintiéndome más cansada de lo normal. Me senté en la cama y bostecé. Maldita sea. Me había quedado dormida estudiando, no recordaba siquiera que me hubiera metido en la cama. Me destapé y me senté en el borde de la cama. Me miré las piernas y el pijama, ¡por supuesto que yo no me había puesto eso!

Pero yo estaba ahí, sentada y en pijama. Me puse de pie, y me acerqué a mi escritorio. El libro estaba cerrado y perfectamente colocado a un lado, junto con el lápiz. Exploré el resto de la habitación sospechosamente, tal vez me había metido en la cama medio dormida, y me olvidé. No, me habría acordado. Algo me llamó la atención, algo que no estaba en mi habitación antes. Me puse las zapatillas de Bob Esponja y me acerqué con cautela.

Una mochila.

No era mía, la mía la había dejado en la planta baja, junto al sofá. Por no hablar de que esta mochila era negra y la mía era violeta.

Tal vez mis padres habían regresado y accidentalmente la dejaron aquí. Me acerqué a ella, agarrando las mangas y poniéndola sobre la cama. La abrí y miré a través de las carpetas, papeles y libretas. A quienquiera que pertenecía aquella mochila, tenía que organizarse un poco más.

Saqué uno de los papeles y leí el nombre.

Jorge Blanco.

Me di la vuelta, miré el libro bien colocado encima del escritorio, mi cama, y luego hacia mi vestimenta, y luego de nuevo a la mochila.

Empecé a procesar todo.

Jorge había estado en mi casa. Cuando estaba dormida.

Sin mis padres estar en casa.

Él me cambió de ropa.

Me vio.

Bastante.

Desnuda.

Grité, lanzando la mochila de nuevo a la esquina del suelo y me cubrí la cara. Mil preguntas se agolpaban en mi mente. ¿Era posible ser violada mientras dormías? ¿Me habrá dicho cosas pervertidas y eróticas? ¿Me desnudó por completo? ¿Me tomaría fotos?

Respiré hondo y conté hasta diez. Todo iba a estar bien, sólo iba a matarlo. Asentí con la cabeza a mí misma y sonreí, fui al baño, y me metí en la ducha.

Diez minutos después, salí, cogiendo una toalla y tapándome el cuerpo con ella y entré en la habitación. Busqué en mi armario, tratando de parecer tan atractiva como me fuera posible.

Me comencé a vestir, me puse una camiseta gris de tirantes y nos pantalones a cuadros rojos y negros, no era tan atractivo como a mi me hubiera gustado, pero los pantalones eran bien ajustados. Me até el pelo en una cola de caballo lateral y cogí el teléfono.

Marqué su número, apreté el teléfono contra mi oreja, cogí la mochila y fui abajo.

- ¿Sí... cariño? - Respondió Jorge nerviosamente. Mentalmente me burlé.

- ¡Hola! - Le dije, tratando de no parecer una loca endemoniada.

- ¿Qué pasa? ¿No estás enfadada? - Preguntó tímidamente.

Rodé los ojos. - ¿Por qué? - Le pregunté inocentemente.

- Pues... por besarte. - Hizo una pausa. ¿Ahora se hacía el bueno?

- Oh, no. Eso es pasado. Lo he superado. - Mentí, cogiendo el botella de cola-cao y vertiendo los polvos en la leche.

Todavía tenía unas ganas enormes de estrangularle.