Renato esta nervioso.
Es la ultima semana que va a pasar en Uruguay. Su familia regreso a Buenos Aires hace dos dias y el tiene que regresar el domingo. No puede dejar de pensar en Gabriel. En la amargura de su voz cuando dijo lo que dijo, todas las palabras que se muere por retractar.
Lo único que puede ver cada vez que cierra los ojos es la expresión en la cara de Gabriel cuando Renato logro una vez mas lastimar a la única persona que se habia quedado con el. Y lo que mas le duele, es que su subconsciente no para de recodarle desde entonces todos los motivos por los cuales no va a poder dejar ir a Gabriel. Los besos, los abrazos, el cariño que el dio aun cuando Renato lo mantuvo a distancia.
Todas esas cosas son lo que Gabriel es para el y no puede dejar de pensar que arruino todo, para siempre.
Sigue ocupando el lugar que su padre le pidió que tomara ante su ausencia y se comporta. No piensa en su familia e intenta concentrarse en el metal de su teléfono frio contra la palma de su mano mientras se convence en no mirarlo de vuelta. Pero no puede. No puede parar de mirar el numero de Gabriel y pensar en llamarlo y no puede dejar de escuchar el "Si todavía me odiaras te hubieses quedado conmigo."
Esta en la inaguracion de un bar en La Barra, y se supone que tiene que estar hablando con gente, haciendo contactos, pero no puede dejar de pensar en los ojos tristes de Gabriel. No puede dejar de morirse de ganas de llamarlo y de verlo y hacerlo reir.
No puede volver a sentirse comodo en su propia piel hasta que no tenga a Gabriel con el de vuelta.
*
Gabriel esta cansado.
Alguna parte de su cerebro se las arreglo para entrar en un acuerdo con su corazon para poder aceptar el hecho de que esta enamorado de Renato. No sabe que parte, no puede señalarla, pero siente ese cosquilleo molesto por debajo de su piel cuando piensa en Renato, asi que sabe que alguna parte se amotino y esta actuando en contra de su voluntad. Su estomago se revuelve cuando pasa por al lado de Renato en algún pasillo y lo ignora, se quiere mantener enojado. Le quiere demostrar a Renato lo que es ser ignorado y alejado.
Pero no puede ignorar la manera que le queman las palmas de las manos por tocar a Renato, el anhelo que siente por hablarle de alguna manera para poder escuchar su voz. Para que Renato le diga que están bien, que todavía son ellos, porque en algún momento en el medio de su deseo sin fin por el menor, se olvida que tiene que estar enojado. Que no tendría que estar tolerando esto, que no debería dejar que alguien como Renato se meta debajo de su piel cuando para Gabriel ha sido una lucha llegar apenas ver su corazon.
Pero en algún momento, Gabriel dejo a Renato entrar.
No sabe como pero sabe que nadie se las ingenio para hacerlo desde que es un adolescente, nadie ha podido acercársele tanto simplemente porque Gabriel nunca los dejo. Gabriel nunca fue una persona comprometida, no con como fue criado y todas las promesas que vio romperse a su alrededor, pero de alguna manera Renato lo empujo y lo llevo al borde de la locura y por algún motivo, Gabriel quiso que se quedara con el.
Estuvo de acuerdo en acompañar a Agustina a una fiesta de inaguracion de un bar en algún lado de la costa porque su amiga le dijo que ya no podía seguir dedicándose solamente a trabajar y a dormir. Gabriel no ve cual es el problema, pero después de largas horas de convencimiento, accedió a ir un par de horas.
Ahora solo se arrepiente, odia a toda la gente a su alrededor, le hartan las conversaciones superficiales que escucha, y lo único que quiere es escaparse de vuelta al silencio de la playa o de su cuarto, para poder ser miserable consigo mismo y pensar en que puto momento dejo que sus sentimiento se metieran en el medio de todo este desastre.
