Conociendo al Jefe

1.9K 144 6
                                    

Después de unos cuántos minutos mi pequeña chatarra logró llegar hasta un planeta desértico que fácilmente pude identificar.

-Así que el Maestro Windu quería esconderse en Tatooine...- Mi voz sonaba bastante ronca. Todo el esfuerzo de gritar, llorar y ver todo lo que había pasado hace apenas unas horas me había dejado destrozada

Con lo último que quedaba de mi energía logré dirigir la nave hacia una pequeña comunidad en el planeta. Ni bien hubo aterrizado mi transporte, mis ojos se cerraron y caí en un profundo sueño

Me despertó un crujido fuerte seguido de una pequeña explosión. Me dirigí a la parte trasera de la chatarra y pude comprobar que estaba hecha pedazos. Esa cosa no había resistido el viaje a velocidad luz.

-Supongo que tendré que quedarme aquí un tiempo- Dije para mí

Entré a una pequeña tienda de refacciones. El dueño del lugar era un alienígena bastante gordo y alto. Su piel era de un color marrón rojizo y tenía dos pares de ojos en la cara.

-¡Hey niña! ¿Qué tanto me miras?- El alienígena habló en su lengua natal y para mí no fue difícil entenderlo.

-Solo quiero saber en cuánto vende su nave más económica- Respondí en la misma lengua que él había utilizado, pero lejos de sorprenderlo él comenzó a reír eufórico, lo cual provocó que una sustancia verdosa se escapara de un costado de su boca

-¿Para qué quiere una nave una niña tan pequeña como tú? ¡Seguro no tienes dinero ni para comer!- La criatura seguía riendo, y con un gesto limpió su baba verdosa con su antebrazo izquierdo para después darme la espalda.

Estaba a punto de darme por vencida cuando un grupo de alienígenas llegaron a la tienda

-Queremos comprar refacciones para nuestra nave- El extraño alienígena habló también en su idioma natal y de igual manera yo lo entendí a la perfección.

-¡No entiendo ni una palabra de lo que dices hermano!- Dijo el dueño, quitándose nuevamente el fluido verde de la boca

-Dijo que necesita refacciones, cabeza hueca- Contesté irritada

-¿Tú entiendes su dialecto?- El gran alienígena parecía no creerlo

-Obviamente...

Ayudé a ambos alienígenas a entenderse y después de una transacción exitosa el gran alienígena cuyo nombre era Gorta parecía bastante complacido

-Eh, me has ayudado bastante para ser una simple mocosa- Sus ojos no se quitaban de la gran suma de dinero que tenía en las manos

-Sí, y ahora tú me debes un favor... Necesito una nave- De nuevo repetí mi súplica, pero la respuesta fue la misma.

-¡Una nave vale mucho más que esto! ¡Incluso las más económicas!- Él agitó el efectivo en mi cara- Sin embargo te tengo una propuesta

-Te escuchó- Le dije mientras colocaba mis manos en mi cintura

-Tú te conviertes en mi trabajadora, me ayudas a venderle a los clientes extranjeros y te pagaré una porción de las ganancias, más una comida al día...- Suspiré ante tal propuesta

-Bien, de cuánto estamos hablando-

-Te daría un 10%- Dijo mirándome inquisitivamente

-¡Estás loco! Eso es casi trabajar gratis- Lo miré furiosa

-No encontrarás una mejor oferta por aquí, te lo advierto...- Me miró de arriba a abajo de manera despectiva

-Te propongo un trato, me darás el 30%- Me miró con el ceño fruncido- y además de trabajar en la tienda, recogeré refacciones para ti...

La Profecía de la Fuerza (KyloRenxReader) (HuxxReader)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن