Innocent Lovers

Nueva Inocencia

Una mañana en la División Europea de la Orden Negra; tres exorcistas estaban discutiendo con el Director:

-Pero niisan, no es realmente necesario que vayan, ¡conmigo es suficiente! - comenzó a decir la hermana menor del mismo.

-Sé que eres fuerte mi pequeña Lenalee, pero no voy a enviarte sola, lo siento. -finalizó.

-Mira, es una chica, ¿Cierto? Kanda la asustaría.- refunfuñó en un puchero.

-¡Oye! -replicó el mencionado.

-Les volveré a repetir.- prosiguió un tanto impaciente, - tenemos un aviso de un posible nuevo miembro en las filas de exorcistas, su nombre es Hanna Bullet. Como ya saben, hemos tenido muchas perdidas en la ultima batalla. - suspiró y continuó. -Es realmente necesario que vayan los tres, son mis exorcistas mas confiados, luego de los Generales. Asi que dejen de protestar por favor, deben marcharse al mediodía.

Ninguno volvió a replicar, satisfaciendo a Komui.

Allen Walker, Lenalee Lee y Yuu Kanda fueron llamados luego del desayuno, para una simple misión:

La Orden recibió una llamada, de un buscador que se encontraba en una ciudad cercana, dicieno que ésta estaba constantemente siendo atacada por akumas, pero había una Inocencia que los eliminaba apenas se asomaban a la ciudad.

Una joven compatible con la inocencia, estaba protegiendo la pequeña ciudad.

De inmediato, Komui, movió todo lo que tenia a su alcance para hacer que dicha joven se enlistara en las filas de exorcistas de la división central, entonces ordenó llamar a estos tres exorcistas para escoltarla.

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Llegado el horario los tres jóvenes estaban en el anden correspondiente para subir al tren que los llevaría hasta la pequeña ciudad.

-¡No puedo creer que al fin otra chica se nos unirá!, tantos hombres están haciéndome perder el juicio.

Lenalee se veía emocionada. Sin embargo el silencio que se formó mientras viajaban por cuatro largas horas, le saco el dulce sabor de la boca.

Cuando por fin llegaron, Allen y Lenalee se estiraron cuan gatos recién levantados. Apenas bajaron se dispusieron a dirigirse hacia la dirección la cual el director les había indicado, no tardaron demasiado en encontrar la casa, sin embargo, parecía no haber nadie en casa.

Mas adelante, mientras el cielo se enrojecía por el crepúsculo, el estómago de Allen suplicaba por comida, entonces decidieron ir a cenar algo, pero al terminar la cena, algo les pareció curioso;

Toda la gente estaba comenzando a esconderse en sus hogares, cerrando puertas y ventanas, con aparente miedo, los vagabundos buscaban abrigo en los frios callejones, fue entonces cuando decidieron ir una vez mas a checar la casa.

En cuanto tomaron rumbo al supuesto hogar de la chica, el ojo de Allen de activó, delatando la cercanía de akumas.

-Akumas, están cerca.- alarmó Allen.

No tuvieron tiempo de moverse, una explosión se escuchó en la otra cuadra.

-¡Vamos! - exclamó el espadachín, y se pusieron en marcha.

Al arribar donde la explosión, los akuma habían sido ya eliminados, de inmediato el ojo de Allen se desactivó. Divisaron una joven cerca de los escombros, estaba cargando a una pequeña niña, quien lloraba de miedo.

-Usted, -llamó Allen suavemente,- ¿es Hanna Bullet?. -se acercó a ella tímidamente, la chica levanto la vista y le sonrió con ternura.

-Si, soy yo. -su voz sonó igual de suave pero con un deje de confusión, mas posó la vista en el uniforme que portaba el peliblanco.

Su curiosidad se hizo notar cuando los otros dos jóvenes se acercaron a ella, un tanto sorprendidos el peliblanco y la joven desconocida.

Esta joven, Hanna, tenía una pequeña herida en la mejilla, que hacia que la sangre goteara un poco por su rostro.

-¿Te encuentras bien? Estas herida. - habló la joven de cabellos azabaches con preocupación.

-Estoy bien. -calmó.

Dejó a la niña en el suelo, ya calmada, para que vaya con su madre, sin antes decirle "Adiós pequeña" dulcemente. Una vez la niña estuvo en los brazos de su madre, la chica se dirigió a los exorcistas con una mirada curiosa.

-¿Necesitan algo de mi?

-Somos exorcistas, miembros de la Orden Negra, división Europea, -comenzó a decir Lenalee.- hemos venido a reclutarte en las filas de nuestra organización, debido a que hemos sido informados; eres un usuario compatible con la inocencia.

-Oh, eso. -se rascó la nuca nerviosamente, ante la mirada confusa de los exorcistas. -será mejor que los lleve a casa, se esta haciendo tarde. Les explicaré muchas cosas allí.

La siguieron hasta su hogar, edificio que habían visitado anteriormente pero sin respuesta, los invitó a pasar y se acomodaron en el living, mientras que ella iba a asearse.

La casa era bastante amplia como para muchas personas, pero al parecer ella vivía allí sola.