¿INOCENCIA ROTA?

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Kanda Yu estaba desesperado, Froi Tiedoll estaba preocupado y Komui Lee se notaba perturbado, pero los tres hombres estaban enormemente asustados por la escena que veian frente a ellos, sin poder intervenir.

Habían 3 insectos del inframundo, cortesía de la inocencia de Kanda, comiéndose la inocencia de la nueva exorcista Hanna Bullet, éstas se defendían ardiendo, pues su poder era el fuego, pero no lograban nada contra los insectos, y Kanda lo único que pudo hacer era observar impotente el sufrimiento y dolor de su compañera.

Hanna gritaba, lloraba e intentaba defenderse en vano para proteger a sus amadas alas, parecía que una cuerda sujetaba sus brazos para que no intente alcanzarlas, era un escenario realmente perturbador.

- ¿¡Qué demonios ocu ¡Hanna! - exclamó un albino llegando a la escena, e intento acercarse a ella, al igual que los tres presentes, pero fue en vano, pues parecía que un escudo impenetrable se había formado alrededor de ella y la grotesca escena sangrienta que estaba sucediendo.

Poco después llegó Lavi intentando lo mismo, pero sucedió la misma cosa que antes, había una barrera invisible que evitaba que cualquiera se acerque a ella e impida que los insectos continúen con la labor de devorar completamente las alas de la pelirroja.

Kanda se encontraba en el suelo de tanto intentar penetrar dicha barrera, el General y Komui habían apartado la vista, Allen solo podía derramar lagrimas intentando llamar a su hermana, Lavi igualmente tenía los ojos abiertos de par en par obligándose a observar cada detalle, aunque se vea asquerosamente perturbador y doloroso, unas cuantas lagrimas amenazaban con brotar de aquellos orbes esmeralda.

La chica se rindió del cansancio y solo se limitó a repetir : - Por favor, ya basta... déjenme en paz, alguien ayúdeme..

El corazón de Kanda se estrujaba al verla en ese estado, en cuanto sus alas fueron completamente devoradas, los insectos regresaron a su amo, siendo absorbidos por el brazalete de cuentas que se encontraba en el suelo al lado del pelinegro, tornando el accesorio en un color gris metalico con destellos azules.

Los presentes observaron dicho acto en silencio, hasta que uno de ellos se dignó a hablar.

- Esto... ¡Esto es tu maldita culpa! - dijo Allen con furia acercándose al pelinegro, e iba a golpearlo, pero antes de poder alcanzarlo el asiático se incorporó rápidamente para correr donde se encontraba la chica.

Hanna estaba en el suelo en posición fetal abrazando sus piernas, temblando de miedo.

Kanda se acercó lentamente hasta su altura y la llamó.

- ¿H-Hanna? - susurró acercando lentamente su mano para intentar tocarla.

Al sentir el tacto en el hombro, la chica dio un pequeño salto del susto, comenzó a llorar de nuevo, Kanda sintió su estomago estrujarse y su pulso se volvió lento, y como si fuera natural, la envolvió en un abrazo protector y acarició su cabellera escarlata mientras que la joven escondió su rostro en el pecho del espadachín, ella dejó de temblar pero seguía sollozando.

- Mis alas... Kanda, ya no están. - hipaba la joven sintiendo como el muchacho la estrujaba aun más contra él.

No podía articular palabra alguna, su corazón y su conciencia estaban pesados de culpa, no podía decir nada, no reaccionó mas que para consolarla, es lo único que podía hacer luego de no haber hecho nada para evitar la tragedia.

Sentía su chaqueta mojada a pesar de que ya no escuchaba los sollozos de la pelirroja, ella seguía llorando en silencio, había sangre al rededor de ella y en su ropa, pues las alas eran una extención de su cuerpo.

Innocent LoversWhere stories live. Discover now