SINCRONIZACIÓN

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- Adelántense, yo los alcanzo en seguida. - dijo la chica sonriendo dulcemente.

Obedecieron todos menos cierto japonés.

Al bajar de la camilla sintió un ligero mareo y perdió un poco el equilibrio, sujetándose de aquello que estaba mas cerca, que resultó ser el brazo del espadachín.

- Ah, perdóneme, Kanda-san. - se disculpó tímidamente para quitar la mano, grave error, ya que casi cae por segunda vez, pero fue sujetada por su compañero ojiazul. - lo siento, otra vez. - dijo nuevamente en un susurro.

- Ya cállate y déjame ayudarte, y solo dime Kanda. - dijo este con voz seria sujetando a la chica de la cintura, a lo que ella solo sonrió.

- ¿Por qué no lo dijiste? - preguntó sin mirarla.

- Simple, sentí que sería una molestia. - reveló la pelirroja igualmente sin mirarlo, pero había algo que hacía que su corazón se acelere. - huele bien.. - pensó en voz alta.

- ¿Ah? - la miró el pelinegro.

- ¡N-Nada! - corrigió percatándose de lo que dijo.

~Kanda huele bien~ sonrió para si.

- sentiste que tu pecho ardía, ¿no es verdad? - sintió la sorpresa de su compañero. - y no fue por el calor de Phoenix..

- como?

- Lo sentí de igual manera, por eso desperté, y te vi allí con el rostro sorprendido. No sabía que podias hacer caras, Kanda. - bromeó con lo ultimo, pero se arrepintió al sentir que el ojiazul aflojaba el agarre de su cintura. - ¡De acuerdo, de acuerdo perdona! - dijo aferrándose a su compañero. - No volveré a bromear ~aunque no tengas sentido del humor~.

El muchacho sonrió de lado y volvió a sujetar a la pelirroja, cuando estuvieron por entrar al elevador que los llevaría con Hevlaska ella lo detuvo.

- Ya estoy bien, puedo pararme sola. Gracias, Kanda. - le sonrió dulcemente como agradecimiento, a lo que éste la soltó de golpe, sorprendiendo a la joven, quien perdió un poco de equilibrio pero lo recobró en seguida. - ¿Ves? estoy bien... - dijo para si misma, en un susurro, pero logró llegar a los oídos del pelinegro, quien sonrió a sus espaldas.

Mientras bajaban hasta el ultimo piso, Hanna decidió comenzar a hablar.

- Kanda, hay que hablar de lo que ocurrió, sabes que nos concierne a ambos. - mencionó seriamente la chica.

- Lo sé, tu inocencia es realmente fastidiosa. - mencionó burlesco.

- Asi que tienes sentido del humor. - dijo en un murmullo en cuanto llegaron al piso indicado.

Bajaron al mismo tiempo y se acercaron a los demás, quienes ya estaban esperando, en cuanto Hanna divisó a Allen corrió hasta él para saltar a su cuello nuevamente.

- Al-chi, que bueno que viniste. - sonrió cerca de su rostro.

~ Demasiado cerca~ pensó el albino nervioso.

- Bien, Hanna-chan, ella es Hevlaska, nos dirá el porcentaje de sincronización que tienes con tu inocencia, acércate a ella por favor. - ordenó Komui con una sonrisa amigable.

- Es un placer conocerte Hanna Bullet. - dijo la enorme mujer con una voz que generaba eco.

Al terminar el procedimiento, Hevlaska dictó que Hanna tenia una sincronización de 94%, a lo que los exorcistas se miraron sorprendidos.

- ¡Bienvenida a la Orden Negra, Hanna-chan! - dijo Komui.

- Gracias. - sonrió dulcemente.

Todos iban ya caminando hacia el elevador, pero la chica se quedó atrás y dio media vuelta para observar a la mujer que la había examinado.

Innocent LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora