Love Reign IV

1_ Paz En Los Reinos

Habían pasado diez años desde la muerte de Ashley Kilebee y el encierro de su hermano Stanley, y en todo ese tiempo muchos cambios sucedieron en el Reino. En primer lugar se replantaron varias tierras que antes habían sido azotadas con guerra, y gracias a esto Darius consiguió alimentar a la mayoría de los habitantes de su Reino. Sin embargo todavía no tenía control total sobre todo, y había algo que dejaba esto muy en claro.

En el Este Henry había aceptado la ayuda de Darius para frenar la guerra civil contra los soldados de Stanley que se revelaron en su contra, pero este no quiso ceder su territorio a Darius, aunque tampoco se animó nunca a declararle la guerra.  Sin embargo el ambiente en el Este era peor que en Reino de Darius, y Henry tenía miedo de ver todo lo que había construido caer.

Sin embargo una de las cosas que más le gustó a Darius fue ver a su hermana encontrar el amor, y con una de las personas que siempre había estado ahí para ella pero que nunca se habría esperado verla con Leves.

-Entonces la boda es en diez días, no?

Le preguntó el Rey a su hermana, y ella asintió.

-Dile a Jaro que va a ser un evento tranquilo... No quiero que se ponga a jugar a los torneos ni apostar como hace siempre.

Le advirtió Leves antes de irse, a lo que el rió.

-Tenemos la misma sangre; no le pidas que sea tranquilo. Y hablando de tranquilidad...

En ese momento los trillizos Gother, Piper y Ellie pasaron corriendo a su lado, en lo que parecía ser una persecución con bastante ventaja. Con el paso de los años habían cambiado mucho, y con quince años recién cumplidos los jóvenes se veían mejor que nunca.

A Gother ya le había empezado a crecer una barba ligera en las mejillas, y tenía el pelo corto a los costados. La mayoría de chicos de su edad solían tener un arma favorita para ese entonces, pero a él le fascinaba mucho más el combatir con los puños, y se resistía a los intentos de Darius por entrenarlo en otros ambientes.

Por su parte Piper era una de las más extravagantes, y la más fácil de diferenciar del resto. Tenía el cabello trenzado y teñido de un fuerte color magenta, lo cual resultaba asombroso para la mayoría de la gente, y lo suyo era el combate con arco. Como regalo de cumpleaños Darius  le había obsequiado el mismo arco que uso Merme Carrot en su última Batalla, luego de explicarle el origen de este.

Finalmente estaba Ellie, la más tranquila y sin embargo bastante ruidosa. Su voz era la más hermosa al cantar, pero todos en la ciudad estaban de acuerdo en que sus gritos de enojo son una pesadilla. Aunque al principio no quiso aprender a luchar luego de que Leves le insistiera fabricó su propia arma; un tubo de madera camuflado como flauta con el que podía disparar dardos venenosos en caso de que alguien la amenazara.

-Bien... ¿Puedo saber porque corren?

Exclamó Darius, tomando de la oreja a Piper con fuerza. Al verlo sus hermanos se frenaron para ver que pasaba, y contuvieron una exclamación al verse descubiertos por su hermano. No obstante antes de que pudieran pensar una mentira vieron como su sobrino mayor, Jaro, venía corriendo.

-¡Papá! Digo, Majestad... Los pilluelos me robaron la daga. Esta que me regalaste para mi cumpleaños.

-¡Niños! ¿Eso es cierto?

-¡No somos niños! Y para que sepas fue idea de Ellie.

Respondió Gothel, pero esta lo negó de inmediato.

-Yo les insistí en que no lo hagan. Ustedes fueron los que quisieron probarla.

Sin embargo Darius comenzó a golpear su espada contra el suelo, con lo que cayó a todos.

-Están castigados. Vístanse bien para la boda de su hermana y quédense en su cuarto hasta que los llame. 

Los niños asintieron de mala gana, y una vez se fueron Darius se volvió hacia su hijo Jaro.

-Por cierto, tengo que hablar contigo. Vayamos afuera.