Pure Sex [Joerick]

Epilogo

~5 años después~

Joel tomó su chaqueta y salió de su departamento. Los días del internado habían quedado atrás.

Había salido de allí hace casi dos años y medio. Erick había salido hace tres años y medio, no lo había visto durante todo ese tiempo.

No sabía nada de él, solo sabía que su empresa era muy exitosa. No se había interesado por saber nada de él porque solo quería olvidarlo.

Al llegar al parque al cual iba siempre soltó la correa de su perrito para que pudiera descansar un poco de su aburrida compañía.

Miró a su sobrinito a lo lejos, el niño al verlo corrió hacia él.

- ¡Papi!- gritó el pequeño sonriendo entre sus brazos- bueno verte- besó su mejilla

- lo es, pequeño- Joel sonrió. Samuel se había acostumbrado a llamarlo papá desde muy pequeño- Sam ¿y tu madre?

- allí- el pequeño señaló a la pelinegra platicando con una mujer que no conocía

Joel rodó los ojos. Su hermana nunca le ponía cuidado a Sam, siempre lo dejaba a la deriva.

- bien, ¿quieres helado?- preguntó el rizado con una sonrisa

- ¡si, papi!- el pequeño empezó a saltar de alegría

Ambos caminaron hacia el camión de helados y pidieron un helado de chocolate.

Joel estaba a punto de pagar cuando escuchó una voz a su lado.

- deme uno de esos mismos- habló... ¿Erick?. No podía ser él. No después de tanto tiempo.

Joel giró con miedo a que fuera real. Miró al pelinegro con una sonrisa mirando a su sobrino.

- ¿Sam?- preguntó el pelinegro al pequeño- así te llamas ¿cierto?

El niño asintió y sonrió. Tal vez lo conocía por la tele. Su hermana siempre hablaba de un tío que era muy famoso y que siempre le enviaba regalos de navidad.

- es bueno conocerte al fin- Erick sonrió tomando el helado y pagando con una tarjeta- tenia tantas ganas de que...

- No finjas- Joel lo cortó- Sam vamos donde mami- Joel empezó a caminar hacia donde su hermana, no le importaba Erick, ya no más.

Joel dejó a Sam con su hermana sin decirle nada porque sabía que ella iría corriendo a abrazarlo sin siquiera pensarlo.

Era obvio, su hermana no sabía nada de lo que había pasado entre ellos.

Joel estaba por irse cuando escuchó un grito. Era de su hermana. Miró rápidamente hacia ella para saber que pasaba y la miró abrazando a Erick.

Justo lo que temía. Ella empezó a hablar con él y luego miró a todos lados. Lo estaba buscando. Rodó los ojos y llamó a su perrito.

- ¡Joel!- gritó su hermana desde la banca donde se encontraba.

- Hobbo, parece que nos tenemos que ir ahora- murmuró a su perrito que solo movía la cola- tu tía está loca, esa maniática nos quiere llevar con el ricachon sin corazón- susurré