La Panadera y el Empresario

10.9K 356 164
                                    

.::Marinette Dupain-Cheng::.

La vida a veces no es lo que uno espera, sin embargo nunca nadie dijo que la vida tendría que ser fácil, de lo contrario ¿qué sentido tendría vivirla?

Día a día repito esas palabras casi como un mantra, me convenzo a mi misma de que tengo todo lo que deseo...o al menos lo que necesito: Un esposo amoroso, un negocio próspero, goze de salud, un hogar hermoso y mi más preciado tesoro, mi lindísimo Louis, que aun que en su momento llegó sin ser planeado...lo amo mucho y es mi mayor motivación.

A mis 26 años soy dueña de mi propio negocio de repostería... o algo así. La verdad es que siempre estuve interesada por el mundo de la moda, incluso estudié para ello pero...nunca logré concretarla; los problemas monetarios en mi familia me obligaron a buscar opciones para apoyar a mis padres y al final invertí todos mis ahorros a la causa y así poder sacar adelante nuevamente la repostería. Hoy en día me siento orgullosa al decir que gracias a ese pequeño sacrificio...fue que el negocio salió adelante y al paso de los años me convertí en la nueva dueña y sin que pudiera evitarlo, con ello renuncié a mi carrera como diseñadora. Bueno... al menos gracias a eso mis padres pudieron abrir otra sucursal justo debajo de su casa, abren tan solo 4 días a la semana y nuestra repostería les surte al menos la mitad de las cosas que se venden allí, así pueden tener una vida tranquila, lo cual me alegra mucho, se lo merecen. Mi sucursal, la principal, abre 6 días a la semana y trabajamos desde muy temprano para tener todo listo. No es por presumir, pero tenemos mucha demanda, pero también tenemos una regla de oro: cuando el pan se acaba, se acaba el día. Y es que tampoco quiero sobre explotar a las personas que me ayudan, no pretendo ser una jefa demasiado exigente y también entiendo que todos debemos contar con el tiempo para poder estar en familia o con amigos, es algo muy importante. Nos va bien, incluso han venido programas de televisión a entrevistarnos, algunos nos han calificado como "la mejor repostería de París", no sé si eso sea cierto pero lo agradezco, pues gracias a esa pequeña fama es que he podido establecer esa regla que ya les comenté.

En realidad no tengo nada de lo que quejarme en mi vida, soy feliz... ¿Qué más puedo pedir?

- ¡Tierra llamándo a Marinette! ¿Me copia? -

- ¿Que?...eh... ¡Hola! - Bien, de nuevo me quedé ida, que curioso que sea siempre Alya la que me descubra en mis lapsus brutus - Perdón ¿Dijiste algo? -

- No realmente. Entré al local e inmediatamente te vi perdida, como siempre -

- Perdón, Alya. Solo estaba pensando -

- ¿En que? -

- En... lo afortunada que soy -

Mi mejor amiga se me quedó mirando por un par de segundos, como examinándome para decidir si creer o no mi respuesta. Un momento después, sonrió de oreja a oreja y me palmeó la cabeza, casi como si fuese un cachorrito.

- Tu no tienes remedio, niña -

- Ya no soy una niña - Inflé los cachetes ante su manera de tratarme.

- Pero haces berrinches como una -

- ¡Meeeeh! -

- jajajaja ok ok. Son las 4:30 ¿Vamos a comer algo? - Sugirió, pasándo el mostrador hasta el área de cajas, que es en donde yo me encontraba, para así tomarme del brazo.

- pe..pero... comí a las 3 y aún no es momento de cerrar -

- ¿Y? yo también comí a las 3... ¡y! tengo entendido que tu eres la jefa ¿por qué no permitirte de vez en cuando irte un pelín antes que todos y pedirle a alguien más que cierre? ¡Vaaaamos! -

Quiero Conocerte [+18] MLB AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora