Capítulo 32

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"Él, una palabra usada comúnmente por las personas.
Pero que, para mí, tenía un significado más allá.
Una palabra tan pequeña, pero con algo muy grande detrás"

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El sol marcaba ya el amanecer, un oscuro y, a la vez, un amanecer de esperanza no solo por vernos nuevamente sino porque tenía la oportunidad de salvar tu vida.

- Debemos ir - solté con voz seria rompiendo el silencio que se instauró en el lugar.

Todos asintieron y caminamos hacia la salida asegurándonos de que cada uno conozca el plan al milímetro. Arriesgar mi vida de esta forma, de alguna forma podía sentir a mi pasado detrás de mi debido a que en aquel tiempo solía arriesgarme mucho, y muy seguido. Al pensar en el pasado no pude evitar recordar las veces que me abrazaba, sus besos e incluso su simple pero a la vez intensa mirada. Su voz, su cara, sus grandes manos.

- Señora - giré a mi lado - No se preocupe - era Mei, quién me miró con una sonrisa cálida.

Levanté una ceja extrañada por su manera de llamarme. No era tan mayor e incluso ellos eran mucho mayores que yo, con más de cien años de existencia y yo con casi diecisiete.

- Eh, no seas tan formal - comencé a hablar nerviosa - Además, no soy tan grande - agregué con una sonrisa nerviosa.

Esperé que lo entienda ya que no me gustaba para nada el trato con extremo respeto. Me sentía igual que todos aunque claro yo no era una inmortal como ellos.

- Por favor, no diga eso - habló mientras tomaba mi mano entre las suyas - Después de todo usted es la esposa del señor Draven, es normal que la tratemos con respeto.

Ahora sí decir que estaba extrañada era muy poco, estaba sorprendida ¿Cómo pensaron que era su esposa? Más aún, ¿quién dió esa información falsa? Él aún no dejó esa marca especial en mi piel y, además, tenía entendido que para completar ese paso hacía necesario cierto acontecimiento y eso, ni siquiera tuvo el honor de pasar por mi mente.

- Señora, ¿le sucede algo? - la voz de Mei me sacó de mi mundo interior.

Sentí mis mejillas arder al tan solo pensar en ello, de seguro a eso se refería Mei. Rápidamente tapé mis mejillas con mis manos y le dí la espalda ocultando mi vergüenza.

- En todo caso, yo aún no estoy casada con él - solté con la voz temblorosa producto del nerviosismo que sentía - así que no me llamen señora, me hacen sentir vieja - agregué.

- No se preocupe... - me calmé al oír eso de ella - ...vuestro matrimonio es un acontecimiento que todos los Wilson esperamos con ansias - añadió causando un vuelco en todo mi ser.

Giré lentamente hasta toparme con dos tipos de miradas muy diferentes: la primera, la que me regalaban Mei y Jacob, la cual era muy feliz y cargada de amor; la segunda, la que me mostraba Andrew desde un extremo del cuarto algo alejado de Mei y Jacob, ésta era seria y algo... ¿molesta?

Me cuestioné mentalmente el por qué, debido a que pensé yo que estaba feliz por mí ¿Era malo pensar así? Realmente estaba haciendo algo que le hiciera daño ¿Estaba enojado? ¿Qué podría hacer yo para calmar su dolor?

- Sube - lo escuché hablar serio al estar agachado y dándome la espalda.

No me cuestioné ni protesté, tan solo hice caso. Tenía prioridades ahora. Hablar de ciertos temas podrían esperar. Estaba allí para salvar a Draven, para alejarlo de la muerte, para tomar su mano y, si era necesario soltarla, lo haría una vez que él esté a salvo.

Marcada Por Un VampiroWhere stories live. Discover now