Una Segunda Oportunidad

... Resurgiremos

—También me da gusto escucharte de nuevo Fury.

—Deja te de juegos Stark, si me has contactado de esta forma algo has de querer.

—¿Cómo crees Nicky?, ¡qué escándalo!— digo con clara intención de burlarme de él.

—Maldito Stark... — le escucho murmurar. 

—No me puedes negar mi querido Nicky que la acusación de que vengo con la intención de usarte es muy graciosa, aún más si lo usual es que sea al revés— río —bueno eso sí nos ponemos técnicos.

—Ve al punto Stark— dice Fury tratando de no sonar enojado.

No me había dado cuenta lo mucho que extrañaba molestar a Fury— me deleito al escuchar la molestia en su voz. 

Ah... los buenos tiempos— pienso con nostalgia.

Pero antes de seguir en el camino de los recuerdos, necesito su ayuda para recuperar a mi Bruce — me reprendo tratando de enfocarme en lo importante que se tiene de hacer.

—Antes se todo tengo que preguntarte, ¿estás a solas?— digo con seriedad dejando toda la burla y animosidad de lado.

—¿Por qué quieres saber?— pregunta curioso.

—Sólo responde Fury— digo inflexible.

—Sí— dice con clara desconfianza.

—Bien ahora quiero que escuches mis instrucciones atentamente.

—¿A qué juegas Stark?— suena nada convencido.

—¡Sólo hazlo!— digo furioso.

Ya empiezo a perder la paciencia.

—Bien te escucho— dice resignado.

—Dentro de cinco minutos voy a mandarte la ubicación de un lugar para reunirnos, es imperativo que asistas personalmente...

Pero no pude continuar porque me interrumpe en seguida.

—No me gusta que nadie me mande Stark y a menos que tengas algo remotamente interesante para decirme, doy por terminada la conversación.

¿Por qué siempre que ser tan hijo de puta Nick?— pienso con frustración.

Tal vez con otro acercamiento...

—Es sobre la Iniciativa Vengadores.

No se escucha nada por un par de segundos.

—¿Qué sabes sobre ello?— dice sin ninguna emoción.

¡Bingo le di en el clavo!— pienso con gran satisfacción.

—Bueno sí quieres saberlo tendrás que ir a dónde yo te diga y cuándo lo diga— digo sonriendo.

Me encanta ser quién tenga la sartén por el mango.

—No te creas que puedes ordenarme nada Stark— dice claramente enojado.

—Claro que puedo, ahora yo tengo el control o ¿acaso me equivoco?— digo con ese tono molesto que tanto odia Fury.

—Voy a colgar— dice amenazante.

Ambos sabemos que su amenaza no es real.

—Como quieras, pero sí vienes trae a Romanov y a Barton contigo.

—Pero, ¿cómo... ?

—Fury si estoy en tu radar ya deberías saber de sobra que a mí, en primer lugar me encanta saber todo y en segundo lugar, no me gustan para los secretos— digo lo último con tono sombrío.