Una Segunda Oportunidad

Empezando Con El Pie Izquierdo

El camino de regreso al complejo fue incómodo por decir menos, tanto Romanov como Barton sólo se dedicaron a lanzarme miradas muy penetrantes, y cuando no me lanzan sus miraditas se la pasaron susurrándose cosas al oído.

Y las cosas que se dicen claramente tienen que ver conmigo, pues al terminar de susurrar vuelven a verme.

Pero llego un momento en el camino que no pude aguantar más y exploto.

—¡QUÉ DIABLOS ME VEN!— grito enojado.

—Nada Stark— dice Romanov sin emoción en su voz pero con clara satisfacción en su rostro.

—¿Como que nada?— pregunto rodando los ojos con fastidio.

—Sí Stark nada, sólo porque eres un egocéntrico que piensa que todos hablan de ti— frunzo el ceño ante su afirmación (que tal vez en antaño fue cierta pero no desde que Bruce entro a mi vida, pues él se convirtió en lo que pienso casi todo el tiempo) —no significa que nosotros lo hagamos.

Trato de calmarme, sé que no tienen la intención de fastidiarme (bueno tal vez Barton con su estúpida afirmación), pero necesito que dejen de fastidiarme para que baje la guardia y así puedan jugar a los espías.

Cualquier otro día con gusto jugaría con ellos y con sus pobres intenciones de sacarme de quicio, pues es muy divertido ver como tratan de hacerlo, pero hoy no.

Necesito que esos espías me ayuden a encontrar y rescatar a mi Bruce, pero necesito que estén concentrados en la tarea.

Así que les voy a cambiar su jugada de una forma tan brillante que no la verán venir.

Respiro profundamente, me calmo y con una sonrisa que aparenta ser amable los veo a ambos a los ojos.

—Bueno Barton tal vez tengas razón— veo como se forma una sonrisa de superioridad en la cara de Barton —pero el ser egocéntrico tiene sus beneficios.

—¿Cómo cuáles?— dice sin creerme nada.

—Como cuando piensas que todos hablan de ti sabes prepárate para lo peor...

—Yo creía que eras más un optimista que un fatalista Stark— dice con clara burla.

—No te confundas Barton, yo soy un realista y como realista sé que al siempre estar en el ojo del huracán y la prensa sobre mi cabeza debo proteger a las personas que amo y si por mi fuera las escondería del mundo, algo que sé que comprendes a la perfección.

La sonrisa de Barton desaparece y me ve sin nada de emoción mientras que Romanov me ve como si quisiera matarme.

Fue algo cruel, pero logre que esos dos se mantuvieran tranquilos por el resto del viaje.

(BB+TS)

(Complejo Stark en Nueva York)

—Se han bienvenidos a mi humilde hogar— digo entrando al complejo.

—¿Humilde?, no sabía que conocías la palabra Stark— dice Romanov mientras ve con curiosidad el lugar. 

—Pues aunque tú no lo creas siempre la he conocido, lo que sucede es que no había comprendido su verdadero significado hasta que un buen amigo me lo enseño— digo con añoranza.

Y como no hacerlo con Bruce como mi maestro, a pesar de que él es el más inteligente de los dos (y sí lo admito) jamás ha alardeado sobre sus descubrimientos o innovaciones, todo lo contrario, se la pasa subestimándose y restándole importancia a sus investigaciones (y a él mismo).