Bad Boy Good Lips💋

56.- ¿Forever? (2/2)

A las 12 regrese a mi casa, Jack pagó mi taxi ya que me había gastado todo el dinero que traía en el viaje a Poison, la botella y luego a la casa de Gilinsky. Esa noche fue...extraña, más que nada cuando todo el alcohol salió de mi sistema y me di cuenta de lo que habíamos hecho, no me arrepiento de lo que paso y espero que Jack tampoco, al llegar el taxi a la casa de Jack ninguno dijo nada, tan solo me volvió a besar en los labios para luego darme un beso en la mejilla junto con un "te veo mañana" y me dio el dinero para el viaje.

Por alguna extraña razón no encontraba nada de esto extraño o con culpa, no me ruborizaba al verlo después del sexo ni tampoco empezaba a sentir cosas, nada. Entonces me di cuenta de que lo que había pasado en el hotel aquella vez no era de que Jack estuviera enamorado o yo confundida, era el hecho de que había tensión sexual, siempre la hubo entre nosotros.

Osea vamos, estamos hablando de Jack Gilinsky, díganme quien no tendría tensión sexual con el.

En el camino a mi casa Bryan me marcó, en ese instante desee volver a tener mi botella, sentía como mi corazón se aceleraba y el como una lucha interna entre si contestar o no se hacía presente. Deje que el teléfono vibrara hasta que paró, pero entonces volvió a marcar, al final decidí bloquear el numero.

No mensajes, no llamadas, no nada. Si hubiera dejado que siguiera sonando lo mas probable es que hubiera contestado y hubiera roto en llanto y a la mierda todo.

"Elsa por favor, puedo explicarte lo que paso. Solo déjame verte"

"Habla conmigo por favor"

"Rachi me conto que fuiste a Poison, Elsa por favor créeme que no es lo que parece"

Pongo los ojos en blanco y tiro mi teléfono al lado mío, Bryan me ha estado enviando mensajes tanto de voz como de texto, a pesar de que bloquee su número el aún puede enviarme todo eso pero a mí no me llegan, de vez en cuando lo desbloqueo y entonces todos sus menajes me llegan de golpe.

El evitar a Bryan en la escuela es un trabajo de tiempo completo, en mi primera clase siempre llego 5 minutos después de que toca el timbre porque se que a esa hora el prefecto manda a todos a sus salones y siempre en mi cambio de hora trato de irme antes para no topármelo en los pasillos, a la hora del descanso como en la biblioteca o hasta a veces en los vestidores de chicas.

Para los entrenamientos conseguí que las puertas se cerraran mientras estuviéramos nosotras, no chicos de otros deportes, no porristas, solo basket, no se como pero el coach accedió a eso, lo único que tengo que hacer es salir por atrás de los vestidores después del entrenamiento e irme a mi casa.

Jack a veces me ayuda diciéndome por mensaje donde esta Bryan o si me está esperando afuera de un salón, los otros chicos no tuvieron que saber que paso aquella noche para darse cuenta de que algo andaba mal entre nosotros, preguntan como cualquier amigo preocupado pero ninguno tiene aun la certeza de que paso, yo no dije nada y siendo sinceros no creo que Bryan haya tenido los huevos para admitir que me fue infiel.

Llego a mi casa y entro por la parte de atrás, lo se es algo excesivo pero de verdad no quiero toparme a nadie. Subo hasta mi habitación y me cambio con ropa de casa. Me acuesto en mi cama apoyando los pies sobre la pared y me pongo los audífonos mientras veo el techo.

Antes de conocer a los idiotas solía pasar mucho tiempo así, pensando en todo pero a la vez nada, es una locura y no tiene mucho sentido pero desde pequeña lo hago y la verdad aun no descubro porque. No es que no tuviera amigos o con quien salir, al contrario, había veces en que no salía con nadie por quedarme así, pensando.

Mis audífonos son de esos que al ponértelos el sonido del exterior desaparece por completo, puede estar a volumen promedio y aun así no escucho nada, se escucha como si tuvieras bocinas en todo tu alrededor, como si estuvieras dentro de la canción. Pero claro que el volumen promedio no es lo mío, desde siempre me ha gustado que el sonido este a todo volumen, ese nivel donde después de un tiempo te duelen los oídos. Ese volumen donde te pierdes, me ayuda a pensar.