El °5 Mage Y La Elejida...{Finalizada}

.....las verdades de todo...

Louise:

Corríamos por el túnel, iban siguiéndo me, sólo yo podía ver el rastro, el rastro de su esencia se hacía más fuerte, estábamos cerca, muy cerca, no estoy segura cuanto, pero faltaba poco, podía sentirlo.

- "Falta poco Louise"- me dijo Ian mientras corríamos.

- Por Henrietta - dije energética, sería mi motivación para seguir.

Seguimos nuestro camino, llegamos a una especie de habitación llena de antorchas, la oscuridad era inminente, sentí una vibración que me hizo detenerme, retroceder y la luz se detuvo, ya no vi más rastros, mis marcas desaparecieron.

- ¿Qué acaba de ocurrir? - dije nerviosa, sentía miedo ahora.

-"Una cúpula de energía" - dijo Ian y se posicionó a mi lado en modo de protegerme, yo lo sentía, él tenía miedo igual, mi corazón se agitó, clara señal de ello.

-"Es una forma de evitar que lo rastres" - Comento Cristal, yo asenti, si no desea que lo busquemos es porque está aquí.

- Valentino ¿Se que está aquí!? - grite llamándole, comenzé a dar vueltas intentando encontrar alguna anomalía en el ambiente, pero no encontraba nada, comenzaba a desesperarme, lo que no me ayudaba en esta situación.

- Henrietta, por favor grita, mándame alguna señal - dije desesperada, no le puedo fallar ahora a ella - Por favor - rogué.

Observé y detrás de una roca percibo el brillo de cierto anillo que una vez tuve en mis manos para ir de misión a Albion, lo reconoce al instante, aquel bendito anillo me estaba ayudando.

- El anillo de agua de Tristain - susurré con alivio - ¡Ahí! - dije y ambos demonios a mi lado recitaron el contra hechizo.

La cúpula desapareció con lentitud, como desintegrándose dejando en su paso pequeños destellos dorados, mostrando que se encontraba ahí escondido el hombre y aun ahora sí atada Henrietta.

- Rinde te - le dije ahora tomaría él control de la situación debía actuar con calma - Valentino ya te tenemos, entrega a Henrietta sin ningún rasguño - dije decidida, vine a salvar a Henrietta y eso haría.

- Ahí te equivocas - se rió con malicia - Si ella sale de aquí saldrá con una leve dificultad para recordar - dijo él y yo temblé, algo saldría mal, lo sabía y lo reconoció.

- Alice - dijo él y Cristal comenzó a temblar, su cuerpo recordaba las torturas que vivió todos estos siglos.

Saito:

Teníamos cargada a la joven cuando ella comienza abrir sus ojos, eran de color miel profundos y dulces, nos observa confundida, porque nunca en su vida nos vio antes, era entendible.

- ¿Dónde? ¿Dónde estoy? - pregunta y Julio se acerca despacio.

- A salvo, eso es seguro - dijo él, entonces ella comenzó a brillar, Tiffania la sujeto de la mano izquierda, yo la baje y ella se afirmó en Julio.

- A-Ayuda - dijo con dificultad, sostuve sus hombros, intentando transmitirle confianza.

Me sentí raro y podía ver qué a mis compañeros les ocurría lo mismo, no entendía nada de lo que estaba ocurriendo ahora.

- ¿Qué les ocurre? - dice Kirche asustada.

- ¡Sacad me de a - grito Alice y nos disolvemos en el aire.

¿En que nos metimos esta vez?

Louise:

- No tocaras a Henrietta, jamas te lo permitiré, nunca más - dije dispuesta a avanzar, ambos demonios se sujetan como pueden, iba a enfrentarlo yo misma - Déjenme ir y ponerlo en su lugar - dije intentando soltarme desesperada.