Los colores del mar. (CAMREN)

Prólogo.

N/A: He tenido en mente esta historia casi ya por dos años. Sucede que hay un impulso brutal en mi en que sea tan perfecta para que puedan a llegar a sentir todo lo que os quiero transmitir.

Dedico esta historia a todos mispacientes que me ayudaron a completar mis estudios en Medicina. Gracias a ellosoy quien soy ahora.  

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PRÓLOGO.

El olor del café inundando el lugar, y los colores del atardecer, poco lograban cautivar aquellos melancólicos ojos color esmeralda que volvieron adentrarse en las páginas de aquel antiguo álbum de fotos familiares.

La triste expresión en su rostro era sólo una parte visible de todo lo que ocurría en su corazón y pensamientos.

- Se te va enfriar... - Resonó la suave voz de su madre. – Aunque ya estoy por terminar la cena.

Sin responder con palabras su cabeza afirmó lentamente. La mujer de cabellos castaños y canos cruzó el lugar hasta quedar a su altura descubriendo lo que tenía entre sus manos.

- Sé que es un poco extraño volver aquí luego de tantos años. – Pareció escoger cuidadosamente las palabras. – Pero estamos muy feliz de que estés en casa cariño.

Lauren observó con cuidado las arrugas que adornaban los bordes de los hermosos ojos de su madre quien amorosamente le pasó una mano por los cabellos.

- Taylor debería llegar hoy por la noche. – Informó Clara. – Ha dejado a Clay con los niños.

- No era necesario... - Sonó su voz rasposa.

- Por supuesto que sí... Hace más de un año que no estamos todos juntos.

Sin querer contradecir las palabras de su madre la ojiverde volvió su atención a las fotografías donde se habían capturado numerosos momentos de su infancia en compañía de sus padres y su hermana menor.

- He cocinado macarrones con queso.

Luego de la cómplice frase Clara Morgado le guiñó un ojo antes de abandonar el lugar. El sonido constante de los zapatos contra el piso de madera resonó en el lugar hasta que las ramas del árbol volvieron a golpear el cristal de la ventana que estaba a su lado.

No podía recordar del todo cuándo había sido la última vez que sus padres y Taylor habían logrado coincidir en aquel pequeño pueblo costero donde, años atrás, sus propios sueños le llevaron lejos de allí.

Cuando sus dedos se dispusieron a darle vuelta a la última página del álbum, Lauren contuvo la respiración al encontrarse con aquella fotografía de mediano tamaño.

En ella podía observarse cómo su amplia sonrisa se acompañaba por la de la otra persona de una forma en que sólo la magia de una cámara fotográfica hubiera logrado capturarla.

- Camila...

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Aquí vamos...