Capítulo 8.

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- ¿Cuándo me lo ibas a contar?

- ¿El qué? – Camila sonó confundida.

- De que te has estado viendo con Lauren...

- No me he estado viendo con Lauren. – Respondió rápidamente. – ¿Por qué lo dices?

- Porque se apareció en el cumpleaños de Lukas... - Enarcó sus cejas. – Supongo que eso deja mucho que decir...

La enfermera intentó ocultar una nerviosa sonrisa que pretendía asentarse en su rostro.

- Fue Lukas quien le invitó. – Dijo con tono neutro. – Ya te he contado que se conocieron en el centro de rehabilitación de Normani.

- Ya... Pero dudo que tu pequeño hijo tomara solo la decisión.

- Él quería que Lauren fuera a su fiesta, no se lo iba a negar.

Su mejor amiga le dedicó una larga y curiosa mirada que no se acompañó por palabras en varios segundos.

- He de imaginar que no has vuelto hablar con tu padre...

- Después del susto que le dio a Lukas lo último que quiero hacer es verle la cara. – Camila frunció el ceño marcadamente. – No tiene respeto ni por su propio nieto.

Camila volvió a revisar el registro de signos vitales de uno de sus tantos pacientes de aquella mañana. Allyson por su parte terminaba de rotular medicamentos que debían ser administrados en un par de minutos.

- Sé que no me lo has preguntado. – Dijo Allyson rompiendo el silencio. – Pero hace mucho que no te veía bien... Después del diagnóstico de Lukas... Si Lauren te hace bien, yo no estaré en contra de lo vuestro... No lo estuve durante el instituto, menos lo estaría ahora.

Recordando fugazmente aquellas secretas conversaciones con Allyson, en los pasillos del instituto, Camila se mordió los labios volviéndose a sentir una emocionada adolescente. La nostalgia de aquellos días sabía como el más prohibido de los manjares que pudieran existir.

- Fue una lástima que todo terminara así... Aunque, todos sabíamos que tus padres jamás lo hubieran aceptado. – Concluyó Allyson.

La última frase dicha le devolvió a la realidad tan rápido que Camila tuvo que cortar su respiración para evitar el largo suspiro que amenazaba salir de su boca.

- Aun no entiendo cómo tu padre se enteró. – Allyson recordó. – Se suponía que teníamos todo controlado para evitarlo.

- Eventualmente pasaría. – Dijo Camila con una triste expresión. – Aunque nos tomó de sorpresa a todos... Solo recordar ese día me hace sentir horrible...

- Éramos unas crías... Lauren era la única mayor de edad. Tú y yo sólo teníamos dieciséis.

Negando con la cabeza Camila jugó con sus manos en su regazo.

- Ahora caigo en cuenta... Hoy es el cumpleaños de Lauren. – Murmuró la de menor estatura.

- Sí...

- ¿Piensas...

- No. – Interrumpió antes de que se concretara la pregunta. – Lauren me ha dicho que es mejor dejar las cosas como están... Que no está dispuesta a... A que le vuelvan a herir como la última vez que vivió aquí.

Allyson agachó el rostro manteniéndose en silencio. Ambas recordaban bien aquella última vez en que todos habían celebrado el cumpleaños número dieciocho de la ojiverde.

Los colores del mar. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora