Capítulo 4.

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Camila contuvo un largo suspiro a medida que escuchaba la ávida conversación entre Thomas Brooke y su padre. Y aunque reconocía que, Alejandro Cabello fuera uno de los mejores abogados del estado, jamás entendería el gusto del hombre, de bigote bien recortado, de hablar todo el día de su trabajo. Por supuesto que el padre de su mejor amiga, al ser también abogado, y ser socio de su padre, no hacía nada fácil distraer el punto de la discusión.

- Por cierto... ¿Sabías que la hija mayor de los Jauregui ha vuelto a Newport? – Dijo Thomas Brooke.

Sintiendo que el color se le iba del rostro la morena desvió rápidamente sus ojos marrones hasta el rígido rostro de Allyson. La conocía tanto como para saber que ella misma se lo habría comentado a su madre y esta con su padre.

- Qué raro... Lo último que supe de ella fue que era una de las mejores Cirujano de trauma de la U.S Navy... - Apuntó Greg Nicholls, el prometido de Allyson.

- ¿Está en el pueblo?

La voz marcada de Alejandro le indicó lo molesto que se encontraba en aquel momento. Emilio que estaba frente a ella apretó la mandíbula mirándole fijamente.

- Esa depravada... - Espetó el hombre. – Es un horror que haya vuelto aquí...

- Sí... No puedo creer que los Jauregui dejaran que su hija se desviara del camino de Dios... - Apuntó Thomas Brooke.

Emilio se sirvió un poco de agua en su vaso llamando su atención. El moreno negó con la cabeza un par de veces intentando hacerle entender que no interviniera en la conversación. Ella escondiendo sus manos bajo el mantel apretó de ellas hasta tal punto de sentir que se le adormecían.

- Y pensar que iba al mismo instituto que nuestras hijas. – Sarah Brooke habló mirando a Greg. – ¿Le conoces?

- Sí, un poco... - Respondió el pediatra. – Íbamos en el mismo salón... Tampoco le conocí muy bien.

- Y gracias a Dios. – Resonó la voz de Alejandro. – El sólo recordar lo que hizo con mi hija...

- ¡Alejandro! – Sinuhé alzó la voz.

El abogado le dirigió una furiosa mirada a la mujer frente a la interrupción y tono utilizado. Camila sabía que aquella noche sus padres discutirían hasta que la mujer de cabello castaño terminara llorando en la cama mientras Alejandro dormía en paz.

Bajando su rostro intentó diluir todas las memorias que se agolpaban en su mente al escuchar las palabras de odios por parte de su padre.

Desde que tenían memoria sabía que sus padres eran muy conservadores, rígidos, y religiosos. Sin pasar por alto el detalle del abrumador machismo de Alejandro Cabello. Ella había crecido bajo las tradiciones católicas inculcadas por ambas figuras, pero una vez que la adolescencia llegó Camila comenzó a desarrollar sus propias creencias y actitudes frente la vida, y no precisamente la que sus padres intentaban regirles a la fuerza.

Sólo las incontables conversaciones ocultas con su hermano mellizo habían sido muchas veces el único respiro que tenía de aquella estricta crianza. Sinuhé acataba todo lo ordenado por Alejandro Cabello, en tal silencio que Camila llegó a dudar muchas veces si su propia madre tenía algún tipo de opinión al respecto.

- Me da igual que sea cirujana, que si es militar, o lo que sea... - Alejandro volvió alzar el tono. – No cambia su pecaminoso estilo de vida.

- Así es... - Concordó Thomas Brooke.

- Creo que Lauren ya es una persona adulta para decidir qué o no hacer con su vida... ¿Cuál es el problema? – Intentó intervenir Allyson.

Los colores del mar. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora