phom rak khun: parte 3

61 13 3
                                    


Soy desgraciadamente puntual, ni siquiera en los momentos que a meritan un elegante retraso, logro llegar después del momento requerido. Por lo que el sábado en la mañana, me encontraba sentado en frente del gran escritorio sobrecargado de libros y documentos, del director de la escuela. Este hacía mil y un maniobras para arreglar el desastre y se miraba patético. 

Me hacía enojar, está claro que me iba a ayudar con el coreano pero si me citó tan temprano, por lo menos que tratara que el espacio de trabajo estuviera en buenas condiciones.

—Discúlpame, unos minutos— su inglés solo torna su voz más aplastante, porque esta es como la gravedad: o te hace volar o te hace caer—. Es que Jaehyun descansa los fines de semana y sin él no hay orden—

Jung Jaehyun, la mano derecha de Johnny, aquel chico que solo me había mirado con ojos de daga y si me atrevo a adivinar, por mero rencor. Sumamente atractivo, como príncipe de cuento de hadas pero con el aura de un ser tácito.  Podría decirse que todo este sistema se vendría abajo si no fuera por su intervención y en estos momentos, él es la persona más cercana a Johnny, todos los sabían, siempre juntos. 

Troné los dedos de mi mano, por desesperación o tal vez, un poco por pensar en la cercanía de esos dos. 

Después de unos minutos, al fin la zona se vio despejada y así me dio la oportunidad de acercarme al escritorio que es ese momento, compartiría con mi ahora maestro. 

Maldita ironía.

—Tengo experiencia dando clases, así que será sencillo— dijo y de la nada me salió un "ya lo sé", hablé sin pensar—, ¿qué dices?

—Nada, estoy listo— desvié rápido la atención. 

Con ello, la sesión inició, todo parecía sencillo, gracias a mis habilidades en aprender rápido pero igualmente, Johnny enseñaba certeramente. 

Sí, admitía que me había vuelto experto en inglés gracias a él en el pasado pero sin dudas, ahora era mil veces mejor en el ámbito de la enseñanza. Sin tanta redundancia y directo a los puntos que notaba en la que flaqueaba, reforzaba la gramática complicada y me alentaba a leer lo mejor posible. 

Es notable su calidad como profesor. De la nada, sentí un poco de orgullo hacia él, un leve calor crecía en mí, al notar su incremento de experiencia. Como si fuera alguien cercano o tal vez más; hacía que me brillaran los ojos, solo con verlo...

Llegó un momento en que sus labios, se tornaron el punto focal de mi vista, porque la pronunciación de algunas sílabas es muy parecida pero la flexión de la boca tiene una técnica diferente. Para que a pocos instantes me perdiera en ellos, ni siquiera escuchaba su voz, ni me fijaba en mi entorno, si no solo percibí la textura y el color tenue y brilloso. 

Los estragos de recuerdos en la que me urgía besar esa boca, cuando estaba enamorado de él, me hicieron sobresaltar, el pulso se aceleró y sin duda mi rostro ahora parecía en llamas. 

Tuve una fuerte necesidad de salir corriendo de allá pero otro lado de mí, gritaba a más no poder por la necesidad de contacto. 

Me hubiera gustado que me recordara, decirle que desde hace tiempo que nos conocimos, que estuve locamente hundido ante sus encantos y que por favor, dejara de hablar y me besara.

—Ten— mi nombre resonó poderoso en mi cabeza, rompiendo con la ráfaga de pensamientos impropios que se incrementaban—. Luces acalorado— mencionó y claro que lo estaba joder, nosotros dos juntos y solos había sido sin duda una idea pésima. Me confié y subestimé su poder en mí. 

En diferentes idiomas// NCT [editando]Where stories live. Discover now