phom rak khun: parte 4

61 13 8
                                    


No me había tomado la libertad de pasear por todo el edificio de la escuela. Un gran sector se mantenía cerrado por remodelaciones y construcción, el lugar se está expandiendo. 

Suspiro profundo, porque es bastante agotador todo el trabajo. Aunque nada es más cansado que tratar de esconder un secreto.

Me dirijo hacia la oficina del director y por primera vez, miro los cuadros colgados, en realidad son fotos enmarcadas. Demasiado bellas para permanecer en un lugar donde muy poca gente las podría ver: en blanco y negro o con colores brillantes, las fotografías variaban demasiado aunque, se podía percibir esa sensación de confort. Los ángulos hacían que el paisaje luciera único y en algunas, el momento captado era abismal. 

Aunque mi favorita seguía siendo la que está dentro de la oficina. 

Me traía muchos recuerdos de casa y podría decirse, que hasta Tailandia está repleto de recuerdos de Johnny. 

En gran medida, fue por su culpa que decidí aceptar mis gustos hacia los hombres y también por el echo de haberme "humillado" frente a él, provocó un cambio rotundo en mi vida. 

Otro suspiro. Creo que me desmayaré si sigo así, soy realmente dramático. 


Toco la puerta del lugar y nadie me da una señal para que pueda entrar, así que lo intento de nuevo con más intensidad, por si no me hubiera escuchado. 

De pronto la puerta fue abierta y me encontré con unos ojos cafés y un ceño fruncido, un rostro angelical con una expresión molesta no es tan común de ver. Jaehyun se planteó frente a mi.

—¿Qué pretendes?— preguntó serio en inglés, muy consciente de que no hablo su idioma natal.

—Yo necesito ver a Johnny— soné terriblemente sensible y es que su presencia es aplastante, nada comparado con lo animado y amistoso del director, este parecía listo para asesinarme si fuera posible.

—¿No tienes mejores cosas que hacer?— alzó el mentón, retador y cruzó sus brazos. Todo daba aires de superioridad y me fastidiaba que no pudiera aparentar ni siquiera un poco su nivel de confianza.

—Es que, debo comentarle algo a Johnny sobre mis clases de coreano— hablé sin pensar, lo admito, gran error.

—¿Clases de coreano?— su rostro dejó de estar afligido pero ahora denotaba otra expresión peor, tal vez.

No iba a poder zafarme de esta.

—Él me está dando unos cursos rápidos para que yo logre hacer mi trabajo mejor— le respondí con una voz más firme, sosteniéndole la mirada.

¿A caso tendría algún problema en que yo tuviera ese tipo de relación con Johnny? 

—No me ha dicho nada de eso—. No sé si fue mi imaginación pero pareció abatido al momento de decir lo anterior —. Ese idiota cree que puede perder su tiempo de esa manera.

—No te atrevas a decirme que soy una pérdida de tiempo— solté sin más y no me arrepiento, en serio debe plantearse mejorar esa actitud.

—¿Crees que no sé lo que haces?—acortó la distancia entre los dos y cerró los puños —, pretendes volverte cercano y hacerte con él, eres demasiado escurridizo. Ese imbécil no se dará cuenta pero yo sí.

—Supones las cosas de manera ridícula— rebatí, a este punto nada evitaba que rompiera con el silencio y el poco respeto que había entre ambos había sido destruido, desde el momento en que mencionó que era una carga.

—La gente como tu abunda. Ve a buscar otra víctima por allá.

—Claro que no, porque no veo a Johnny de esa manera— tragué saliva, apreté los labios y me armé de valor —mis sentimientos son sinceros—. El otro se vio altamente confundido, descolocado por la declaración, por unos segundos se quedó sin palabras.

—Estaré para impedir que lo dañes.

—Te equivocas, no haré eso.

—Aléjate de él— eso sonó más a amenaza. Pero no le haría caso, después de aclarar mi mente y dar con la realidad de mis emociones, no me haré para atrás, no hasta saber que no hay ni un rastro de esperanzas y el único que puede decirme eso, es el mismo Johnny.

—¿Cómo estás tan seguro que lo voy a lastimar? ¿No entiendes que estoy genuinamente enamorado de él?— traté de sonar lo menos indefenso posible, ya que estaba floreciendo mis pensamientos interiores ante alguien que me odia.

—No te lo volveré a repetir, mantén tu distancia.

—No lo haré, porque sé que no lastimaré a Johnny y no cambiaré de opinión.

—Comprende, ¡vives en una fantasía!— alzó la voz y me asustó por lo imprevisto —. En estos tiempos cosas como el amor solo causan penas y descontentos, es difícil y la vida de por sí es complicada. Trabajamos demasiado para llegar hasta acá y nada se interpondrá para que él cumpla su meta— Jaehyun dejó ver un lado más humano de lo que aparentaba todo el tiempo. Me dio un brinco al corazón, comprender sus ideales a cerca de Johnny —. Siempre estoy para él y no tienes idea de lo tortuoso que ha sido—. Sonaba realmente dolido.

—Lo siento Jaehyun, hace años me rendí en muchas cosas y me arrepiento hasta la actualidad, así que no es opción para mi— por un momento me hubiera gustado ser más cercano a él, tal vez necesitaba un abrazo para sentir tranquilidad, pero me contuve —crecer también implica tener decaídas, bien lo sabes. Así que no impidas que las cosas fluyan, solo lo empeorarás— fue lo último que dije y pasé de largo, dejándolo atrás.

Este no me detuvo para proseguir con la discusión, solo regresó dentro de la oficina sin decir nada más.

No quería que las cosas terminaran así pero me orilló. Me muerdo el labio inferior, analizando todas las cosas que dije sin pensar. Había expuesto mis sentimientos a quién parecía odiarme de por vida y ahora con más intensidad. 

Maldita sea, debo dejar de ser tan impulsivo. A veces extraño mi yo callado y hasta fácil de manipular, él no hubiera armado un espectáculo con uno de mis jefes. 

Di un pequeño grito al aire, frustrado porque todo se había vuelto un lío. Tal vez Jaehyun tenía razón y debía tirar a la basura y olvidar todo. ¿En qué mierda estoy pensando? La confusión ahora regresó en mí y más que enojado, un sentir parecido al pánico se formaba. 

—Oye, ¿todo bien?— esa voz en inglés, dueña de mis latidos acelerados. Estaba detrás de mi, pude percibirlo, llegó en el momento menos indicado. Acababa de tener una fuerte discusión con Jaehyun y sería casi imposible esconder mi aquejo, ya que cerca de él, mis reacciones eran el doble de emotivas. Me volteé de golpe y alcé la mirada para verle el rostro.

—Todo es tu culpa— le reproché sin darle explicaciones,.

—No sé de qué estás hablando, pero no me agrada para nada verte de esa manera— dio unos pasos al frente para restar distancia y por acto inconsciente agaché la cabeza. 

Estaba suficientemente exhausto como para poder aguantar más, creí que lloraría en el momento. Detesto que todo esto me afecte demasiado y ser tan sensible. Traté de borrar eso de mi pasado, intentar ser más rígido pero a pesar de la mejoría, ese lado de mí, no iba a desaparecer jamás. 

Por lo mismo que pegué la vista al suelo, no percibí el momento en la que el contrario acercó su mano a mi rostro y fue tan gentil, sutil y cálido que podría haberme lanzado a sus brazos solo para que me estrechara entre ellos. No hay nada más que desearía, que su total protección, más ahora que me siento tan patético.

Su pulgar exploraba mis pómulos y daba círculos en mi mejilla, cerré los ojos al recibir aquel contacto, porque parecía mas un sueño que la realidad.

—Vamos a dar un paseo, ¿te parece?

Mi clase empezaría en tres horas, así que accedí sin pensármelo dos veces.

Tal vez, este es el momento decisivo para concluir con todo. 


En diferentes idiomas// NCT [editando]Where stories live. Discover now