Cap 33

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*el siguiente capítulo si es capítulo, no es especial ni mini cap o algo por el estilo; solo que tratará acerca de otabek y leo, cuando aún estaban en Japón, un poco antes de volver a Rusia, disfruten...

El joven leo paseaba por el gran hotel de los katsuki, recordaba haber estado en ese lugar alguna vez pero muy pequeño, le mataba saber que se encontraba en aquel hotel tan tradicional japonés; última mente sus padres y su hermano y la mayoría de las personas habían estado prestando más atención al pequeño recién llegado, aunque no los culparían, aquella pequeña criatura tenía un toque que hacía querer estar con él siempre; siguió caminando por los pasillos concentrados en sus pensamientos hasta chocar en el pecho de alguien y terminar cayendo al suelo.

-oh lo siento mucho, estaba concentrado en otras cosas- se disculpo leo mientras sobaba su trasero

-tranquilo, te encuentras bien?- pregunto el otro en la habitación

Esa voz la conocía, lo hipnotizaba, lo hacía sentir feliz con tan solo escucharla; su vista rápidamente recorrió aquella mano, la cual había ofrecido para ayudar a levantarse, hasta posarse en aquellos ojos fríos y cálidos a la vez, en su rostro se esbozó una sonrisa de oreja a oreja inconscientemente y se tomó de aquella mano sin querer alejarse del agarre.

-gr...gracias- hablo el joven nervioso una vez parado aún sin soltar la mano del alfa el cual también le sonrió al ver el sonrojo en las mejillas del menor

-creo que no te he dicho mi nombre- sonrió otabek mientras se miraban a los ojos- mi nombre es otabek... Otabek Altin- le sonrió al ver cómo él omega se quedaba viendo sus ojos

-otabek- balbuceó el adolescente intenso disfrutar cada letra de el grandioso nombre mientras observaba la hermosa sonrisa de otabek oculta tras aquella fachada de chico malo

-me dirás el tuyo?- otabek carcajeó un poco ante el comportamiento inusual de él omega

-ota...oh claro- se puso nervioso y soltó la mano del mayor mientras la ponía detrás de su nuca- mi nombre es leo, tú me puedes decir leo, digo claro si quieres no te obligaré- empezó a balbucear unas cuantas cosas sacando grandes carcajadas del mayor

-es un nombre muy bonito- sonrió- leo- aquel nombre fue mencionado mientras sacaba su voz de alfa haciendo que la cabeza del adolescente empezara a dar vueltas- iba a ir a explorar, quieres acompañarme?- decía otabek caminando hacia la entras sacando de su gabardina unos lentes obscuros

-cla..claro que si- mencionó el adolescente igualmente

Salieron de aquel hotel sin dirección alguna, solo caminaron, por una aventura, una revelación, una platica incluso, solo para estar ellos dos solos.

Estuvieron caminando, solo es, por minutos que se convertían en horas, y horas, sin darse cuenta se encontraban en la orilla del mar, riendo amenamente a carcajadas, jugando a contestarse preguntas y tomados de las manos.

-te toca otabek- mencionó el joven entre risas mientras limpiaba sus ojos los cuales se encontraban un poco llorosos

-bueno...qué edad tienes?- pregunto otabek mirándolo a los ojos a lo cual el adolescente giró la mirada

-bueno...tengo catorce años- respondió algo nervioso para luego sentir como otabek paraba su paso, lo miró y el joven alfa empezó a observar sus alrededores- qué pasa?- pregunto nervioso

-creo que oí a la policía buscándome- bromeo para luego seguir su rumbo recibiendo un leve golpe en el hombro de parte del omega

-eres un tonto- le grito- bueno me toca... qué edad tienes tu?- pregunto también curioso

-bueno, tengo dieciocho años- respondió el alfa sin importarle nada notando lo sorprendido de él omega

-eres muy viejo- soltó de repente poniendo los pelos de punta del alfa

-hey niño, yo no soy viejo- le respondió para que luego ambos se empezaran a carcajear

Ambos siguieron caminando entre carcajadas para luego parar en la orilla, subieron un poco el dobladillo del pantalón y quitaron sus zapatos dejándolo en la arena y caminaron hasta la orilla en donde se sentaron con sus pies sobre la orilla del mar, viendo al sol esconderse, la mano de otabek posada sobre la de leo, en un silencio ruidoso; otabek miró a leo y luego lo oyó suspirar.

-aún no te das cuenta?- pregunto leo en un tono cansado, fastidiado dirigiendo su mirada sobre otabek el cual lo miró extrañado

-cuenta de que?- pregunto aún sin entender sacando otro suspiro del menor

-Otabek Altin, hoy te declaro la persona más despistada del planeta- grito el joven confundiendo aún más al mayor- alfa tonto, somos destinado, acaso no te das cuenta que me gustas?, yo sé que te gusto- le reclamo sacando un leve sonrojo a él alfa el cual volteo la mirada avergonzado

-enserio te gusto?- fue lo único que salió de sus labios haciendo esbozar una sonrisa en la cara del menor

-como nunca lo hubieras imaginado-

Otabek volteo de repente y lo miró a los ojos, sus miradas se juntaron y entonces otabek se acercó a los labios de leo juntándolo; se sentía diferente, diferente a cuando había besado a sus novias, diferente a cuando había besado a yurio, solo diferente, magnífico lo describiría mejor, sus labios se movían al compás de las olas, lentos pero profundos, el joven intentaba seguirlos aún le era imposible, sus bocas se abrieron dejando que sus lenguas se encontrasen, para ser su primer beso pareciese que nunca más lo volverían a hacer; después de unos minutos sus cuerpos empezaron a exigir oxígeno haciéndolo separarse, sus alientos agitados se mezclaban al igual que sus miradas, leo esbozó una gran sonrisa y sus ojos se volvieron llorosos.

-leo, quieres ser mi omega?- pregunto otabek viendo los ojos llorosos del omega a lo cual este asintió repetidas veces sin quitar su sonrisa

Se lanzó sobre el alfa en un abrazo haciendo que calera sobre la arena, aunque sin importarle eso le correspondió aquel gesto y lo cubrió por completo de él y sus fermonas, el joven alzó su mirada aún sin despegarse del abrazo y lo beso, una y otra vez, no quería despegase de él.

mama sustitutaWhere stories live. Discover now