「Error」

「Error」 Pt. 2

Su cuerpo sentía una calidez que no recordaba haber experimentado antes. Un par de manos tocaban delicadamente su piel, como si ésta fuera de fina porcelana y tuviesen miedo de romperla. No le producían miedo, eran agradables, incluso para él. El suave tacto fue cesando progresivamente, pero tras desaparecer, algo comenzó a envolver su piel, cubriendo el frío que dejaron las manos al alejarse. En todo momento no sintió dolor alguno, muy por el contrario, se sintió seguro entre ese tacto tan gentil. No podía recordar haberlo sentido antes, pero de algún modo le resultó familiar.

Al fondo de sus pensamientos podían escucharse un par de voces hablar. Pero estas no lo señalaban, no hablaban en su contra, no trataban de insultarlo. ¿Qué estaban diciendo? ¿Eran esas voces las que se sentían tan cálidas momentos antes? ¿Por qué se escuchaban tan lejos?

“Por favor, ¡acérquense más!, yo también quiero escucharlos”, pensó.

Cuando sus pensamientos lograron contenerse, Mo Xuanyu pudo abrir sus ojos. Nuevamente se encontró con una habitación sombría, cubierta en gris y negro, completamente vacía y sin vida.

Seguro todo había sido parte de su imaginación, pero ¿por qué seguía vivo? ¿No había lacerado sus brazos horas atrás? ¿Había hecho algo mal?

Antes de poder sumirse más en sus pensamientos, las voces que antes eran lejanas, ahora se hacían claramente más audibles, logrando percibir sus líneas de diálogo.

—No puedes leer el diario privado de alguien.— Mencionó el joven más alto, de apariencia amable.

Por su parte, el más bajo tenía una expresión infantil de frustración. —Pero ¡¿por qué no?! ¡HanGuang-Jun me dejaría hacerlo!

Las dos siluetas blancas eran totalmente inofensivas, pero habían tomado por sorpresa a Mo Xuanyu, lo que le hizo pegar un salto en sorpresa, arrinconándose en la esquina de su cama, donde las pareces hacían una unión.

—Joven maestro Mo, despertó.— Saludó la figura más alta, juntando sus manos y bajando su cabeza en un saludo más formal. Una sonrisa estaba visible sobre su rostro, la cual no parecía forzada o falsa, era genuina y muy bonita.

—Al fin has despertado.— Lan Jingyi, en cambio, sonrió de manera más brusca. Su sonrisa era más juguetona, pero eso no le restaba sinceridad e inocencia.

Ambos gestos calmaron su corazón. Sólo eran dos jóvenes discípulos menores a la mayoría de edad, por sus ropas pulcras podía decir sin equivocarse que eran de la secta Lan.

Mo Xuanyu dejó escapar un suspiro de sosiego. Al momento en que lo hizo no lo había notado, pero el dolor en su estómago era casi inexistente. Cuando reaccionó, casi por reflejo se tocó el estómago sólo para sentir un par de vendajes bajo su ropa. Se arremangó, y en efecto, tal como imaginó, sus brazos también estaban vendados y limpios, la sangre había sido reemplazada por impecables vendajes, los cuales habían sido acomodados perfectamente sin error.

—Ustedes..— murmuró Mo Xuanyu, pasando sus dedos por donde antes sólo había cortadas y sangre.

—¡Nosotros te vendamos!— interrumpió Lan Jingyi, quien aún conservaba su sonrisa.

Mo Xuanyu hizo un gesto de admiración combinado con vergüenza en su expresión. ¿Qué habían hecho exactamente esos niños? Mejor dicho, ¿qué habían visto?

—Mi nombre es Lan SiZhui, él es Lan Jingyi— indicó con sus manos el joven más alto —somos discípulos de la secta Gusu Lan.

—¿Por qué estabas tan herido?— preguntó absortó Lan Jingyi.

—Jingyi..— Lan SiZhui llamó su atención.

—¿Qué? Tú también quieres saber, ¿no?

Mo Xuanyu sonrió al ver sus interacciones, pero decidió no intervenir.