「Error」

「Esperanza」 Pt.2

Después de lo ocurrido, Lan Wangji debía volver a su confinamiento. Había puesto a prueba su resistencia, pero eso no evitaba que el dolor y las heridas siguieran allí.

Antes de partir a su castigo, pidió un favor.

“Cuiden de Lan SiZhui”.

Lan Wangji no sólo había cambiado el nombre de nacimiento de Wen Yuan (苑) a Lan Yuan (愿), sino que además le había dado un nombre de cortesía, “Para recordar y anhelar”, Lan SiZhui.

Él cumplió su palabra y volvió a confinarse en solitario.

Una vez a la semana, Lan SiZhui llegaba a escondidas y saludaba a Lan Wangji. Le contaba de sus prácticas y sus nuevos amigos. Aun cuando Lan Wangji siempre le pedía que se fuera, SiZhui siempre volvía.

—Papá, hoy hice un nuevo amigo~ su nombre es Jingyi y le gustan mucho tus conejos.— Mencionó con una enorme sonrisa.

A pesar de que Lan Wangji era serio y respondía en frases cortas, SiZhui siempre era feliz de ir y hablar con él. Estaba feliz de poder tener un padre como él y nunca se perdía la oportunidad para mencionarlo.

Para cuando terminó el castigo, las heridas que alguna vez tuvo ya se habían convertido en cicatrices, tanto las de su espalda como la más reciente en su pecho.

Lan Wangji nunca le contó nada respecto a su pasado, sin embargo, con el pasar del tiempo, Lan SiZhui se dio cuenta de que en realidad no era su padre, a una edad cercana a los diez años, fue entonces cuando comenzó a dirigirse hacía él con más respeto y se avergonzaba de tan sólo recordar.

Cada día, desde su regreso a la secta, Lan Wangji tocaba su guqin, de una manera tranquila y suave.

SiZhui se había vuelto uno de sus admiradores, quien, junto a Lan Jingyi, acostumbraban espiarlo escondidos detrás de un árbol o entre los numerosos conejos.

Día tras día, semana tras semana, Lan Wangji volvía a los jardines de su secta, o se encerraba en su jingshi, y tocaba una canción. Siempre era la misma, pero algo la hacia sentir diferente.

Un día, Lan SiZhui tomó valor y se acercó a él para preguntarle.

—Maestro Lan, ¿podría enseñarme a tocar el guqin como usted?

La mirada de SiZhui tenía cierto brillo en ella, mirándolo lleno de ilusión. Lan Wangji no tenía manera de negarse, por lo que accedió a su petición.

Compró un guqin para SiZhui y comenzó a darle lecciones básicas. SiZhui aprendía muy rápido, era muy atento a sus explicaciones y aquello no evitaba que fuese bueno en sus clases regulares, sin embargo, el guqin que le había obsequiado era demasiado grande para él, por lo que a menudo necesitaba ayuda para llevarlo o lo llevaba con mucho cuidado sobre su espalda para no dañarlo. Lan Wangji no podía evitar sentirse orgulloso, no era su hijo, pero definitivamente algo era.

No pasó demasiado tiempo para que SiZhui pudiera decir con orgullo que había aprendido el lenguaje del guqin, aunque era lo básico, estaba entusiasmado.

Un día, mientras caminaba por los jardines de su secta, un sonido melodioso provino de la habitación de su Hanguan-jun. Esa melodía era fácil de identificar, era “investigación”, una de las melodías a tocar cuando se intentaba hablar con alguien que ya no estaba, sin embargo, ¿por qué sonaba tan triste? Ese día no tocaba lección, ¿por qué tocaba algo tan común?

SiZhui no lo había notado, pues siempre se había centrado en ser un buen estudiante y cumplir las reglas, pero las canciones que tocaba Lan Wangji cada vez sonaban más decaídas y profundas. Si él hubiese tenido más experiencia, seguramente sabría qué mensaje transmitía, pero en ese entonces era muy joven para notarlo.