CAPITULO 34 LA COCINA ES MÍA.

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Después de abrir varias puertas, Camila por fin pudo localizar la cocina. No sabía cocinar., pero esa cocina inspiraría a cualquiera. Necesitaba mantenerse ocupada.

Una alacena enorme cubría toda la pared con frascos contenedores, con todos los ingredientes habidos y por haber. La tal Ashlee Juno tenía ese lugar con orden militar, la despensa organizada de la A a la Z, ollas ordenadas debajo de una larga mesa en el centro de la cocina. Un horno rústico al fondo con su respectiva chimenea contrastaba con una moderna estufa con horno integrado que casi cocinaban solos.

Había de todo en la despensa, menos comida preparada, en el tiempo que les llevó hacer las maletas y cargar la camioneta., Daniel ya debía tener hambre.

Tomó lo necesario del enorme refrigerador para preparar lo que consideraba su especialidad. Huevos con tocino no era algo muy complicado y les llenaría el estómago.

Después de mucho buscar no pudo hallar la manera de encender la estufa. Se asomó a la ventana y miró a Rob., que separaba la maleza de los rosales cerca de allí.

_ ¿Sabes cómo encender esto?_ preguntó una vez que Rob la miró.

_ No señora_ dijo apenado_ Ashlee Juno se encarga de la comida. Pero por lo general compra comida preparada.

_ ¿Podrías llamar a mi esposa? _ dijo con timidez _ ella debe saber cómo encender esto.

_ Aquí estás_ dijo Daniel entrando con rapidez_ tengo hambre, mamá.

_ ¿Dónde está Lauren?_ le preguntó

_ Aquí estoy_ dijo Lauren entrando detrás de Daniel_ ¿Encontraste algo de comer?_ preguntó mirando hacia todos lados, menos a ella.

_ quiero preparar huevos con tocino_ dijo Camila con la misma actitud evasiva _ pero no he podido encender esto.

_ ¿A ver?_ dijo Lauren moviendo todos los botones.

_ ¡Detente!_ dijo Camila exaltada_ eso lo podría hacer yo. Solo quiero saber cómo darle corriente.

Lauren se detuvo y trató de recordar donde había quedado el panel de control y recordó de inmediato., miró el panel de control oculto tras un cubículo de la despensa y leyó las etiquetas.

_ ven_ le dijo con suavidad_ aquí está todo.

Camila encendió el botón correspondiente y las lucecitas se encendieron en la moderna estufa.

_ Es todo lo que quería saber_ dijo Camila _ la estufa de mi madre es parecida. Yo les aviso cuando todo esté listo.

_ Te ayudo_ dijo Lauren quitándose la chaqueta.

_ ¡no!_ dijo Camila de inmediato. Quería cocinar en parte para no estar cerca de ella. De pronto no podía pensar en otra cosa que en el sabor que conoció en sus labios., no podía concentrarse en otra cosa que en la dureza de sus pezones cuando se apretó contra ella., aún podía escuchar su respiración acelerada... sobre todo no podía dejar de recordar su ardiente mirada., el verde intenso de sus ojos nublados por el deseo. Tenerla cerca sería una tortura.

Lo único que Camila recordaba de la primera y única vez que tuvo sexo, era que había quedado embarazada. Estaba tan pasada de copas ese día que incluso llegó a pensar que Austin abusó de su estado para tener sexo con ella. Tenía la duda, no dejaba de preguntarse si lo que había sentido al apretarse contra Lauren era lo mismo que sintió cuando estuvo con Austin... porque si era así., era una pena que no recordara nada.

Era la tercera vez que besaba a Lauren., la primera vez estaba tan nerviosa por la presencia de Halsey que apenas tuvo tiempo de analizar nada., solo curiosidad por lo desconocido., la segunda vez estaba tan ofuscada por el mal humor de Lauren al encontrarla en casa de Shawn, que solo registró a medias el sabor de su boca y a medias era decir poco. Después de ambos besos había quedado deseando más, pero lo había bloqueado de su mente... o al menos se había intentado engañar con eso.

Jamás imaginó que se atrevería a besarla de esa manera delante de Daniel, mucho menos que desearía llegar hasta el final.

_ Daniel_ dijo Lauren con expresión rígida_ vamos a cortar un poco de duraznos para tu tía Ally. Igual la convencemos de que nos prepare una carlota.

_ ¡Vamos!_ dijo Daniel_ La tía Ally es estupenda.

_ Yo les llamo cuando esté la mesa servida_ dijo Camila.

_ Gracias_ respondió Lauren sin mirarla.

.....

Lauren buscaba la manera de tocar con Daniel el tema del beso, afortunadamente era un chiquillo que olvidaba pronto, como todo niño vivía el presente., a los niños no les interesa lo que pasó ayer, no les quita el sueño lo que va a pasar mañana... viven el momento con absoluta intensidad... Aunque Daniel había vivido tantas cosas a su corta edad y lo estresaba sobremanera que el hombre del abrigo largo los encontrara., algo tan normal como un beso no le quitaba el sueño.

_ Entonces Daniel_ dijo Lauren con suavidad_ ¿No te parece mal que mamá y yo nos demos un beso delante de ti?

Daniel sonrió con timidez.

_ Bueno... no me gusta... pero prefiero que lo hagan.

_ No supimos en que momento te fuiste_ dijo con una sonrisa nerviosa.

_ Lueguito_ dijo Daniel sonriendo_ es que no me gustan los besos.

_ Algún día te van a gustar_ dijo Lauren sonriendo_ cuando esté más grande.

_ Guácala_ dijo Daniel como si se estuviera chupando un limón.

_ Ya me dirás cuando cumplas 14 años_ sonrió Lauren.

_ A las niñas si les gustan los besos desde pequeñas_ murmuró Daniel

_ ¿por qué dices eso?

_ Anita se enoja conmigo cuando no quiero que me bese.

_ ¿Queeé? ¿Cómo que te besas con Anita?

_ ¡Nooo!_ Protestó Daniel_ por eso se enoja, porque yo no me dejo.

_ Dios de mi vida_ susurró Lauren moviendo la cabeza_ ¿En la boca?

_ Nooo_ dijo de nuevo_ en la mejilla. Dice que nos besaremos en la boca cuando seamos grandes y seamos novios.

Lauren abría y cerraba la boca sin saber que decir.

_ Supongo que en la mejilla no está tan mal.

_ Pero es que Anita da besos de bebé_ dijo molesto_ y me llena de babas el cachete.

_ Asqueroso_ dijo Lauren_ no dejes que te bese a solas. Solo cuando haya un adulto cerca ¿Está bien?

_ Ni solos ni con adultos_ dijo riendo_ no quiero que me bese... guácala.

Llenaron una cubeta mediana de duraznos y Rob la subió a la camioneta.

Camila salió al jardín para hacerles señas de que la comida estaba servida.

Comieron en silencio, solo Daniel aligeraba el ambiente con su cantarina voz, felicitando a su madre por lo deliciosa que le había quedado la comida.

_ ¿Verdad que está riquísimo, mamá?_ preguntó Daniel.

_ Delicioso_ dijo Lauren sobándose la tripa_ pero no puedo probar un bocado más

_ ¿Puedo?_ preguntó Daniel

_ claro_ respondió Lauren mientras observaba a Camila cuando ésta estaba distraída. No podía parar de mirarla y de recordar ese beso... realmente Camila la besó.

Su cuerpo reconocía el deseo de una mujer y Camila la deseó en ese momento... estaba segura de eso. Jamás había estado más segura de algo, en la vida.

la cabaña (la familia no deseada)/FANFIC CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora