IV

868 93 4
                                    


Una chica castaña con una cazadora vaquera llena de chapas entró en el Starbucks. Su bolso, de marca, resaltaba entre la multitud. Detrás de la barra, un chico moreno atendía a la gente, con una sonrisa y deseando que tengan buenos días a diestro y siniestro.

-Andá, Jin, estás que te sales. ¿Ha pasado algo? - Un chico occidental y pelirrojo pasó por su lado, secándose la mano en el delantal. Jin sonrió y siguió echándole nata al vaso de café.

-Si tú supieras... - El chico se le acercó, pegando sus labios a su oreja. Tal vez demasiado confiado por la protección que ofrecía la barra, le apretó el culo con una mano.

-¿Te apetece que quedemos hoy por la tarde, ricura? - Su mano se movió, acariciándole el muslo interno. La sonrisa de Jin se hizo mas ancha mientras añadía las nubes.

-Samuel, contente, deja algo para esta noche -. Se alejó con el café ya preparado. Sam lo despidió con un amistoso azote que casi lo hace sonrojar. Se aclaró la garganta y dijo, alzando un poco la voz:

-¿Myungjun?¡Tu café! -Una chica de unos dieciséis años llegó reclamándolo. Como siempre, Jin pudo sentir como le desnudaba con la mirada. En un chico era sexy, pero cuando lo hacía una chica, se sentía incómodo y culpable. Por suerte, consiguió sacar su mejor sonrisa al desearle un buen día. Por desgracia, la siguiente cliente era la chica del bolso de marca. Ni siquiera le dejó decir el típico "¿qué puedo hacer por ti?".

-Un capuccino, por favor -. Dijo, apresuradamente.

-Enseguida-. Se dio la vuelta, dispuesto a marcharse, pero la chica lo retuvo.

-Tú eres el amigo de Namjoon, ¿no? El gay -. Jin suspiró.

-Sí,soy yo. Hyungmin, ¿verdad?

-Sí-, pequeña pausa -. Nam me ha hablado mucho de ti. Y también me enseñó fotos...

-Perdón por cortarte, pero tengo poco tiempo y toneladas de trabajo. Voy a hacerte tu café -. Con esta hábil técnica consiguió escapar del parloteo de la chica. Pero, segunda desgracia del día, los capuccinos son muy rápidos de hacer, y casi tuvo una arcada cuando tuvo que gritar su nombre. Mientras le daba el cambio, no pudo parar su charla completamente vacía.

-Es una pena que seas gay. Estás muy bueno, y tienes una cara muy bonita. Además, tus labios... -Apoyó su mano sobre la de Jin y le acarició con el pulgar. Jin quitó la mano de malos modos.

-¿Sabes qué? Que lo siento. Siento que estés en una relación con un tío tan de puta madre como es Nam y no sepas apreciarlo. Y siento ser gay y que tus coqueteos no me vayan a volver heterosexual. Y perdón por haber chafado tus brillantes planes de ponerle los cuernos a mi mejor amigo. Toma tus putos cinco wones y medio y a ver si intentas comprender los sentimientos de tu novio por una vez en tu vida.Gracias por venir a Starbucks y que tengas un buen día -. Prácticamente tiró las monedas sobre el mostrador y se dio la vuelta, pasando junto a Samuel.

-Tengo que mear, ponte en la barra -. Sam rió ante la abruptez de Jin, pero este continuó hasta meterse en el baño y cerrar la puerta con pestillo. Se sacó los calzoncillos de Nam del bolsillo. Eran negros,con el elástico azul, de Kalvin Klein. Los apretó entre sus manos, resistiéndose a olerlos. Eso sería demasiado raro. Metió una mano por su pantalón, acariciándose levemente. No quería llegar a correrse, solo tocarse un poco para pasar ese mal trago. Un jadeo escapó de su boca, y se tapó con la mano con la que todavía sostenía los calzoncillos. Su olor le envolvió. No era un olor desagradable, pero se sentía como si fuese íntimo. Prohibido. Jin no debería estar haciendo eso, pero el mero pensamiento de "no debería" no hacía más que excitarle más aún. Sentía el roce de sus dedos como si fuesen los de Nam. Podía sentirle. El trozo de tela ahogaba sus gemidos. Saber quien era el dueño de esa prenda le hacía querer tocarse con las dos manos, pero no quería alejar el calzoncillo de su cara. A pesar de que no era su intención correrse, el orgasmo se acercaba demasiado rápidamente. Unos golpes en la puerta le cortaron. La voz de Sam se oía a través de la puerta.

-Jin, guapo, hay un chico muy mono preguntando por ti, estoy a punto de ponerme celoso... -Tratando de hacer su voz mas estable y menos temblorosa, Jin preguntó:

-¿Un chico?¿Dijo su nombre?

-No, no lo pregunté. Es el chico que una vez me deseó un día dubitástico, ¿le recuerdas? - Jin murmuró un "ahora salgo". Cielos, Namjoon. No podía presentarse con una erección. Alargó la mano para coger papel higiénico y aceleró el ritmo. Tuvo que apretar con fuerza los calzoncillos para no gemir demasiado fuerte. Se corrió, por suerte en el papel, y se alejó la prenda de la boca. Jadeando, dejó que su erección bajase y tiró el papel. Pero, ¿qué hacer con la ropa interior? Entró en pánico. ¿Qué pasaba si Nam le descubría? ¿Y si le preguntaba qué llevaba en el bolsillo? No. Tranquilizate, Seokjin. Eso no puede pasar. ¿Por qué iba a preguntarte semejante estupidez? Solamente tienes que actuar como normalmente haces. No hay motivo para actuar diferente. Tragó saliva, y se concentró en la respiración para poder normalizarla. Se volvió a guardar la prenda en el bolsillo y salió del baño. Sam estaba en la puerta.

-¿Qué pasaba?

-Homófoba de mierda -. Esquivó a Samuel y continuó hasta llegar a la barra, donde estaba su amigo.

-Buenos días, Jin, ¿qué tal estás? -Namjoon le saludó como de costumbre. Jin sonrió. Como siempre, era el mismo.

-He dormido poco, pero profundamente. Y trabajo en una cafetería. ¿Qué te trae por aquí?

-He visto entrar a Hyungmin, ¿ha pasado por...? -Jin le cortó, para sorpresa de Sam.

-¿Hyungmin?No, no la he visto. Sam, ¿tú la has visto? -Sam negó con la cabeza, y Nam sonrió.

-Gracias, Jin. También me preguntaba si querías... ¿quedar hoy? ¿Por la noche? - Se sonrojó levemente al preguntarlo. Eso enterneció a Jin, pero tenía un compromiso.

-Lo siento, cariño, he quedado con alguien -. Sonrió tiernamente -. Pero no te preocupes, quedamos el domingo, que tengo un plan buenísimo para hacer. Te va a encantar, cariño -. A pesar de su media sonrisa, Jin pudo detectar la decepción de Nam. Pero sabia que lo decía por que se sentía en un compromiso con él. O puede que hubiese algo más... ¿Tal vez fuese... preocupación? ¿Verdadera preocupación? Sacudió la cabeza levemente, y sonrió.

-Cariño, Nam, me parece que deberías dejar de correr como un perrito faldero detrás de esa chica. No creo que esté muy interesada en ti... ¿No tenías una clase hoy? - Nam abrió los ojos, sorprendido, y asintió suavemente. Se dio la vuelta y salió del local. Sam se acercó a Jin.

-¿Quien era?

-Nadie.Joonie.

-¿Nadie o Joonie?

-¿Ya ti que te importa? -Se cruzó de brazos y le apartó de malos modos. Sam frunció el ceño.

-¿Por qué con él eres tan tierno y a mí me tratas así?

-¡Porque él no me mete mano! - "Pero no me importaría". Eso no o dijo en voz alta.

mejores amigos (Namjin)Where stories live. Discover now