Capitulo treinta:

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Mamá no dejaba de llorar. Niall sostenía sus manos entre las suyas, dándole fuerza.

Yo estaba escondida detrás de la puerta que daba hacia la cocina. Intentaba escuchar, pero los sonidos de la calle, los vecinos del departamento de enfrente y la música de la persona de arriba, no me dejaban escuchar. Sin contar los sollozos de mamá.

Esto fue lo que pasó.

Flashback:

-          Entonces… -comenzó Niall con una sonrisa llena de vida en su rostro.

Íbamos de camino a mi departamento cuando un sonido desgarrador lo interrumpió. Yo me asusté y sujete sus manos con firmeza, seguía siendo débil.

El besó mi frente y me dijo que todo estaría bien, que lo esperara en mi habitación.

Eso hice, entré al departamento y prácticamente corrí hasta mi habitación.

Pero también soy curiosa, también soy humana. Y aquí estoy, escondida escuchando como mamá se lamenta de algo que no comprendo. Viendo como todo estaba hecho un desastre dentro de esa cocina.

Fin de flashback

Mamá seguía hablando en susurros dentro de sus sollozos. Creo que tampoco Niall podía entender bien.

-          Fue el mercurio –gritó ella envuelta en lagrimas- Fue mi culpa.

-          No entiendo –Niall movió su cabeza en negación- ¿Mercurio?

Ella respiró hondo, y noté que intentaba encontrar respuesta en el techo. Porque lo miraba mucho.

-          Sophie desde que nació a tenido problemas –comenzó a explicar- yo era primeriza, no sabía que si ella tenía un poco de fiebre estaba normal. Que no pasaba mucho. No sabía.

Continuó llorando y Niall intentaba limpiar sus infinitas lágrimas.

-          Cada vez que ella estornudaba o lloraba un poco mas, yo la llevaba al hospital y… -gruñó- dejaba que hicieran lo que quisieran con ella, solo para mantenerla tranquila.

-          Pero, eso es normal en todas las mamás…

-          No –lo interrumpió con fuerza- Era horrible para mi, ¡hasta cuando tenía hambre y yo no lo sabía la llevaba al hospital! –bajó su voz, y en un susurro dijo:- para que llenaran su cuerpo de mercurio.

Niall mantuvo silencio, seguro no entendía a mi madre.

-          La cantidad excesiva de mercurio causa autismo en los niños –Finalizó ella, destruyéndome.

Todo mi sufrimiento ha sido su culpa.

#

Destruida por saber la causa de tantos años sintiéndome al borde, lloré. Como nunca antes lo había hecho.

Camine despacio hasta mi habitación, intentando matar los pensamientos que me estaban ahogando. Matarlos, para que desaparezcan, por siempre.

Refugie mi rostro en la suave almohada, quería desaparecer. Que mi cuerpo se hundiera en la cama hasta que ya no se notara.

Quería una solución.

Limpié mis lágrimas, me incorporé a pensar que ya era hora de que todo cambiara. Por algo había comenzado de nuevo.

Si los doctores y las miles de fundaciones nunca me pudieron ayudar, entonces tendría que hacerlo por mí misma.

Tendría que empezar a pensar con el corazón y dejarme llevar por la vida. Eso era lo que necesitaba, sentir menos miedo. Desenvolver a la Sophie que siempre guarde.

«Autism» - n.h  •SERIA EDICIÓN•Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz