2.16

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Mis manos sudaban mientras apretaba el arma entre ellas. Respiré hondo y mi cuerpo se sacudió nervioso, definitivamente no estaba preparada para esto.

El bullicio de la gente mientras preparaban la nave para el próximo ataque del Kraken no ayudaba demasiado. Will y Adam gritaban órdenes a los marineros mientras Lizzie ayudaba a organizar, yo por otro lado estaba mirando todo el movimiento desde una esquina.

Mire como Lizzie se acercaba hacia mí pero algo a su derecha llamó su atención, su rostro completamente cambio al ver hacia el mar y la ira se vió reflejada en su rostro.

—¡Es un cobarde! — gruñó elizabeth tomando una pala y aventandola a un marinero llena de ira.

—¿Que ocurre?— le pregunté sorprendida.

Lizzie me miro y pude ver que sus ojos flameaban.

—es un cobarde— repitió apuntando a un punto detrás de mí. Pude percibir cierto dolor mientras miraba el horizonte.

Me volví y miré hacia el mar y mi pecho se estrujo al ver a Jack con un bote alejándose del barco. No, Jack, ¿como pusiste? Pensé.

— No lo necesitamos— exclamo tomando una espada—quiero que estés atenta dav por favor no podemos fallar ¿Me entiendes?

Tragué en seco y asentí. Aún mirando el pequeño bote alejarse.

Los marineros comenzaron a elevar toda la pólvora desde la cubierta, está emergia envuelta por una red desde lo más profundo del barco. Vi a lo lejos a elizabeth entregando más armas a los marineros y a Adam no muy lejos de ella tirando para lograr elevarla. Me posicione en el mejor ángulo por la escalera viendo cómo Will se encontraba sujeto a la red.

—Idiota— susurré atónita. Debe bajarse de ahí pensé, debe de hacerlo si no terminaré volandolo en pedazos.

Sin un aviso, un crujido y un sin fin de gritos inundaron el ambiente del barco.

El segundo ataque había comenzado.

Los tentáculos del kraken perforaron por las laterales del barco destruyendo la mitad de este, estos mismos comenzaron a invadir la cubierta, tomaban a marineros y los arrojaba de la nave, destruian lo poco que quedaba de las escaleras, las columnas; Era cuestión de minutos para terminar hundidos. Todos peleaban arduamente defendiendo a los que aún trataban de elevar la única esperanza para destruir a la esa bestia.

Con una espada y el rifle en mi espalda comencé  a ayudar y defender a los que estaban cerca del timón.

El aroma a sal, humedad y pestilencia me rodeaba causando unas inmensas ganas de vomitar. Perdida entre el esfuerzo del choque de mi espada, el grito de los marineros y el trueno de las armas comencé a tener un mal presentimiento. Los tentáculos parecían no ceder ante las pistolas y espadas, en ese momento me pregunté ¿Podría servir la pólvora?

—DAVINA HAZLO YA— escuché sobre el ruido el llamado de Will.

Corrí alejándome del tentáculo que estaba tratando de aventar a varios marineros.

Tome el rifle y apunte.

— WILL ALEJATE DE AHI, BAJA—grite— no disparare contigo ahí.

Will estaba de cabeza atorado en la red. Suspiré alterada. Y corrí para acercarme más a la red.

—Will— grito Adam por debajo de la red lanzando una navaja a Will, para nuestra suerte este la logro tomar.

Adam continuo peleando contra uno de los miles de tentáculos de la bestia con Elizabeth cerca cubriendo su espalda. Elevé  mi mirada viendo el blanco mientras las manos de Will trataban de liberarse. —Vamos, vamos, solo un poco más— pensé sintiendo que se acababa el tiempo. Mis manos temblaban y mi cuerpo se sentía entumido, acelerado, mis oídos zumbaban y mi estomago en cualquier momento iba a explotar pero no podía alejar mi mirada, no debía hacerlo.

Will logro soltarse y lo vi caer escuchándolo gritar mi nombre. Sin más preámbulo apreté el gatillo pero apunte mal al sentir un agarre en mi tobillo que me arrastró por toda la cubierta hacia el camarote principal, grite al ver un tentáculo aferrado a mi. Raggetti con un hacha apareció y me libero mutilando a la criatura.

—Señorita davina— me grito levantándome del piso.

—El rifle— susurré aterrada y corrí hacia donde lo perdí.

Sentí que corría en cámara lenta mientras resonaban los miles de estallidos de cañón, el estruendoso sonido de las pistolas y rifles, el grito de los marineros y mi nombre. No podía arruinar esto, no podía. Al salir a cubierta vi a alguien recargando el rifle que había tirado, me quedé helada al reconocerlo.

—Jack— susurré mirándolo incrédula.

Jack me miró y me sonrió burlon. — no se te dan los rifles davina— me recriminó divertido y seguido, en un agarre firme y con gran puntería tiro del gatillo.

Haciendo explotar en mil pedazos al kraken.

...
Hola mis amores
¡Feliz viernes! Les dejo un regalito cortito pero es trabajo honesto jaja.
Espero y lo disfruten.
Les aviso ¡Hay maratón de fin de semana!
Esta es la parte 1/3
Comenten y díganme qué opinan, que esperan, sus teorías quiero leer todo.
Ya quedan pocos capítulos de la segunda temporada.
¿Listas para el gran final?

Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla NegraWhere stories live. Discover now