Los Merodeadores

Prólogo

"Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas"

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—James Potter—se presentó el chico de cabello revoltoso con una sonrisa.

—Sirius Black—contestó el niño de ojos grises.

—Remus Lupin—murmuró el muchacho con cicatrices en el rostro.

—Peter Pettigrew—dijo el chico menudo en voz muy baja.

James Potter pasó un brazo sobre los hombros de Sirius Black.

—Seremos grandes amigos.

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—¡Gryffindor!

Esta palabra gritó el sombrero sobre la cabeza de los cuatro niños, esta palabra fue la desencadenante de lo que sería una gran amistad que sería recordada durante muchos años. Para James Potter significó orgullo, para Remus Lupin significó temor, para Peter Pettigrew significó nervios, para Sirius Black significó su ruina, pero en ese momento no importaba, estarían bien, se tenían el uno al otro y eso era suficiente.

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—Eres una desonra para esta familia, ¡un Gryffindor! Es un insulto a nuestro linaje, te juntas con traidores, ¡con sangre sucias! ¡¿Cómo te atreves?!

El pequeños Sirius Black sollozaba asustado al oir a su madre hablar.

—¡Una desonra! ¡Crucio!

El horror pintó la cara del pequeño antes de empezar a llorar y gritar desesperadamente por el dolor. Al salir su madre el niño se hizo un ovillo en el suelo temblando de pies a cabeza.

Un segundo después la puerta se abrió y por ella entró su prima, se apresuró a llegar a su lado y lo abrazó, al tenerla a su lado el pequeño enterró el rostro en su pecho sollozando.

Un rato después la puerta volvió a abrirse y se dejó ver una cabecita preocupada, al verlo Sirius se apresuró a limpiar su rostro y separarse de su prima.

Su hermanito lo miró asustado, pero Sirius sonrió.

—¿Qué sucede Regy?

—Escuché gritos.

—No es nada—estaba claro que el menor no le creía. Sirius se levantó conteniendo una mueca de dolor y llegó hasta él—sólo jugábamos—añadió con un intento de sonrisa.

Regulus no le creyó, pero no replicó y se abrazó al mayor, Sirius le respondió con cariño y se prometió a si mismo que nunca más dejaría que su madre notara que lo afectara, por él, y por Reg.

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—¿Es cierto?

Sirius se volteó sin comprender, su hermano lo miraba a los ojos con tristeza y decepción.

—¿Qué quieres decir?

—¿Eres un Gryffindor?

Sirius no contestó, pero no hizo falta, su rostro habló por él, Regulus negó con la cabeza con lágrimas de decepción en sus ojos.

—Me abandonaste—murmuró el pequeño y salió corriendo.

—¡Regulus!

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El licántropo alzó la cabeza y miró a sus amigos frente a él, en el acto retrocedió negando con la cabeza.

—Váyanse soy un monstruo.

Sirius y James se apresuraron a llegar a su lado.

—No digas estupideces, tú no eres un monstruo—negó Sirius con seriedad.

James asintió detrás suyo.

—Así es, quizás un poco cuando te levantas, pero aparte de eso no eres ningún monstruo—asintió el chico sacándole una sonrisita a su compañero.—Sólo tienes un pequeño problema peludo.

Remus sonrió tristemente, esos chicos serían un gran dolor de cabeza, aunque también le causarían muchas sonrisas, aun en momentos tan malos como aquel.

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Hola, ya llegué, hace mucho decidí iniciar esta historia, pero por falta de tiempo no había podido publicar hasta ahora, espero les guste, enserio amo Harry Potter, y lo que más amo de esto es a los Meroradores, así que decidí darles la historia que se merecen, aunque no me quede perfecta se que me divertiré escribiendo y espero que ustedes también se diviertan leyendo.

Atte. Jikoga