Don't Forget| Jeon Jungkook

=1=

{...}

Jungkook estaba en su cuarto, mientras estaba acostado en su cama mirando al techo, escuchando música a alto volumen y movía sus pies al ritmo de esta. Miró a su madre entrar y llamarle, por lo que quitó sus auriculares.

- ¿Que pasa ma? -se sentó en la cama y estiró su cuerpo-

- Hijo, tengo algo que decirte. -se sentó en la cama-

- Dime. 

- ¿Recuerdas lo que hablamos cuando eran las vacaciones de invierno? -Jungkook asintió con la cabeza- Pues sucederá, nos mudaremos.

- ¿Que? -tartamudeo- No no podemos irnos. -se levantó de la cama- No hace ni un año que estamos aquí, apenas me e adaptado aquí, apenas conseguí amigos. -dijo como si fuese un berrinche- 

- Lo siento Jungkook. Sabes que si no te agrada el tener que mudarnos, tendrás que irte a vivir solo. Y eso no es posible, ya sabes el porque. 

-negó con la cabeza- Me haces sentir amenazado cuando lo dices. -se sentó en la cama y soltó un pesado suspiro- ¿Cuando nos iremos?

[...]

Ayudó a su padre subiendo las cajas y maletas al maletero del coche. No podía negar que estaba molesto por tener que mudarse de nuevo, siempre era el mismo cuento. Mudarse por el trabajo de su padre, no tener amigos cerca, quedarse en casa todo el día, aunque casi era así siempre. Y a los meses volver a tener que mudarse, por esa razón, esta vez se evitaría conocer personas y encariñarse con ellas, ya que le era difícil después irse.

Subió a la parte trasera, se puso sus auriculares y comenzó a escuchar su canción favorita, mientras su padre conducía a su nuevo hogar. 

Esperaba y que ahora realmente fuera mejor. 

.

Abrió sus ojos de golpe, gracias a que sintió el tacto de su madre, quien le indicaba que ya estaban en casa. Bueno, nunca realmente cree que son su casa. Siente más que solo pasara las noches ahí dentro. 

Bajo del coche y nuevamente ayudó a su padre. Antes de eso le echo un rápido vistazo a la colonia, era un lugar muy lindo y limpio. Le agradaba la fachada de las casas, y sus lindos arboles. Al menos sería tranquilo, en su antigua casa había vandalismo y música de drogadictos en las calles. 

Solo faltaba una maleta, por la cual salió en busca de ella. Pero un auto color oscuro, paro lado a su casa, lógicamente eran los vecinos. Solamente bajaron de él, una pareja, no eran jóvenes, pero tampoco eran ancianos. Quizá no tenían familia. 

De más cosas llamaron su atención, pero decidió volver a casa, tenía sueño y solo quería dormir. 

Cerro la puerta tras sus pasos, y se sentó sobre la colchoneta que había en el suelo, ya que el camión de mudanza llegaría mañana. Puso unas sabanas y cobijas sobre el, entro al baño y se cambio. Conecto una pequeña lámpara, antes de dormir, todos los días complementa, o intentaba completar la letra de una pequeña canción, la cual surgió de la nada. Aunque simplemente el no le veía el sentido, no estaba inspirado, no tenía a nadie en mente al intentar escribir. Y la necesitaba. 

Después de varios intentos, mejor decidió dormir. Se puso de pie, y guardó su libreta. Los llantos de una chica llamaron su atención, en cuanto los escucho, sus ojos buscaron de donde provenían. Camino a la ventana, donde abrió las cortinas, y frente a él, en la casa de a lado, justamente a la que el auto llego. De ahí provenía el llanto de una chica. Su ventana estaba abierta, por lo que pudo escuchar, solamente ella tenía las cortinas cerradas. A pesar de la distancia que les separaba, el llanto de aquella chica le hizo sentir tristeza.