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Capitulo 22

Capitulo 22

[Geun Suk]

Entramos al departamento de Kyu Jong, yo no dejo de reírme y eso hace que Kyu también se ría, enseguida que entramos Kyu Jong me tomo del rostro y empezó a besarme con desesperación, sus labios increíblemente hacían suyos los míos. No pienso perder más tiempo así que lleve mi mano a su entrepierna, lo acaricie sobre la ropa, sintiendo su hombría debajo de esta, no tarde en desabrocharle el pantalón. Dimos unos cuantos pasos y me llevo contra la pared, dolió un poco el golpe pero es excitante, sus labios abandonaron los míos pero besa mi cuello, siento su lengua saborearlo y como succiona mi piel, todo me hace estremecer, me mira a los ojos, esa mirada que dice que me desea, ansioso espero sus labios, eso hace, me besa increíble haciéndome volar, lo juro. Me toma del rostro, sin dejar de besarme me va guiando hacia su habitación pero sin esperármelo me toma de la cintura y me lleva directo al sofá, me acuesta en él casi aventándome, rápido se coloca encima de mí. Nos miramos y le sonrío, sus manos me acarician el torso bajo mi ropa, reí por la desesperación que tenemos y esa sensación que provoca en mi piel. Despacio llevo mi mano debajo de su bóxer, masturbándolo constantemente, sintiendo como sus jadeos se quedan en mi boca. Una fuerte luz lastimo mis ojos, dejamos de besarnos y nos damos cuenta que las luces se encendieron, nos miramos impresionados y asuntados, la verdad. Toda la pasión se nos fue enseguida. Kyu Jong voltea hacia el interrumpo de la sala, yo no me atrevo a voltear.

—pa...pá—dice casi sin aire. Enseguida volteo y esta un señor en pijama mirándonos molesto, a su lado una señora totalmente indignada. Enseguida apareció una chica detrás de ellos.
—¿Qué sucedió?—pregunta la chica. Me mira y abre enorme sus ojos. Rápido alejo de mí a Kyu Jong, acomodándome la ropa y él también se acomoda el pantalón. Los dos nos levantamos del sofá. No me atrevo a mirarlos.
—¿así trabajas en Seúl?—le cuestiona su padre prácticamente gritándole—acostándote con hombres—oh no.
—papá...
—lárgate—me mira directo a los ojos—que te largues—mire a Kyu Jong pero él solo mira a su padre.—VETE
—lo siento—me disculpe tomando mis cosas, camino hacia la puerta pero una mano me detiene, bajo la mirada y es la mano de Kyu Jong que sostiene mi muñeca con fuerza.
—él no se va—levanta la voz—Es mi novio y lo amo—mi corazón esta latiendo a mil por el miedo que siento, no quiero que él pase por lo que yo pase con mi madre. Me voltea a ver—no tienes porque irte. Somos una pareja, ¿lo olvidaste?—está molesto.
—¿de qué estás hablando?—grita su padre.—¿pareja? ¡¿pareja?!
—sí. Lo somos, lo amo y...
—estás enfermo.—esta vez fue su madre la que hablo.—Vas en contra de la naturaleza, de Dios. Kyu Jong recapacita.—baje la mirada, de nuevo el mismo tema. ¿No somos humanos? ¿somos enfermos?
—no estoy enfermo y no tengo nada que recapacitar. Yo no creo que Dios este en contra de nuestro amor, son las personas, los prejuicios quienes ven este amor como algo enfermo—se aferra a mi mano.
—Dios creó a la mujer y al hombre para unirse, dar vida. Un hombre con un hombre está mal—su madre le explica pero él más se aferra a mí—es enfermizo. Date cuenta que los cuerpos de una mujer y un hombre son diferentes porque se complementan, Dios hizo a una mujer para estar con un hombre.
—nos lo ha enseñado nuestra religión, conoces la palabra de Dios. Sabes perfectamente lo que está bien y lo que está mal
—Jesús predico amor ¿cierto? Humildad ¿no es así? Suk y yo nos amamos. Nos respetamos, nos cuidamos, nos apoyamos, nos damos ánimos cuando sentimos que no podemos seguir. Nos damos esa luz que nos hacía falta. ¿Por qué esta mal amarnos? ¿a quién afectamos? Todo sucede por algo y fue él quien puso a Geun Suk en mi camino.
—no digas estupideces—le grita su padre.
—no ensucies a Dios en esa... enferma relación
—¿yo lo ensucio? ¿por qué?—le grita molesto, sostiene fuerte mi mano, me está lastimando pero no diré nada—¿por amar? ¿Eso es ensuciar? Y todas las personas que hacen daño a los demás, los que asesinan, los que violan, los que abusan de menores. Los que roban. ¿No lo ensucian?
—eso es diferente
—no lo es—interrumpe a su madre—estas pidiéndome que cumpla con las reglas de una religión que ni siquiera se apega a los ideales de Cristo.
—no vamos a hablar de religión
—fuiste la primera en sacar ese tema madre—se quedaron callados. Tengo miedo de hablar, no quiero hacerlos pelear.
—lo que hacen los demás no me importa pero si lo que haces tú—le dice su madre ya más tranquila.
—terminemos con esta absurda discusión. Termina con esa relación—nos señala su padre.
—no me estas escuchando—se indigna Kyu—no terminare con él. Lo amo—hace énfasis—y jamás lo dejare.
—basta Kyu Jong
—¿basta qué papá? Tú eres mi ejemplo de que si se puede vivir de amor.
—es diferente—hablan al mismo tiempo sus padres, la chica y yo solo somos espectadores.
—Es lo mismo. Ustedes lucharon por su amor contra todos los que se oponían. Papá huiste con mamá por amor, sin importarte que los abuelos se opusieran a su matrimonio. Es lo mismo.
—¿estás diciendo que prefieres dejar a tu familia pero no a él? Elige, él o tu familia.—le pregunta su padre, se quedo callado, puedo sentir que esta apunto de hablar.
—mi familia tuvo la misma reacción—me digne a hablar, me voltean a ver—me plantearon lo mismo.—los mire mostrando seguridad pero sin ser agresivo.—me dieron a elegir entre ellas y Kyu Jong.
—elegiste a oppa—comenta la chica, supongo que es su hermana. Asentí.
—y me propuse demostrarles que no me equivoque en mi elección. Amo a Kyu Jong, juro que lo amo y lo cuidare, y lo apoyare, lo amare... siempre.
—¿y tu familia?—me cuestiona su madre.
—aceptaron mi relación.—sonreí.
—no lo sé. No está bien.
—señora, deme una oportunidad. Solo una y le prometo que no se arrepentirá.
—mamá, papá, por favor. Traten de aceptarnos.
—vamos mamá—le habla su hermana—es el príncipe de Asia—sonreí intentando no soltar la carcajada.
—ni que príncipe ni que ocho cuartos—respondió enseguida.
—pensaremos en ello. Por ahora vamos a dormir. —me mira el señor de manera extraña, de seguro no quiere que me quede.
—buenas noches. Yo me retiro, nos vemos Kyu
—quédate.—sostiene mi mano—no puedes irte. Bebiste y no debes de manejar. Quédate. Nos acomodaremos
—si se queda duermen separados—y enseguida se fue el señor a la habitación seguido por su esposa. Mire a Kyu Jong, él me sonríe.
—oppa—se me acerca su hermana—soy tu fan—me da un abrazo.
—mentira, a ti te gusta GD de BigBang—me reí por el gesto que le hizo a Kyu.