Capítulo 2.

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(Esta historia es solo una adaptación, la autora es @mccannstears)

Llegué a mi casillero lo mas rápido que pude. Cambié mis cuadernos por los de la siguiente hora y salí casi corriendo de ahí. Me había tardado demasiado en el asuntito de Billie, que se me había olvidado el examen de Ciencias. Nunca me gustaba llegar tarde y menos si iba sola. Mi mejor amiga se encontraba enferma y no había asistido en toda una semana. Lo bueno de todo eso, era que era viernes. Y Danielle había faltado toda la semana para ''recuperarse'' de su resfriado y poder salir el viernes por la noche al nuevo club de adolescentes en el centro de la ciudad. Era lo único bueno de ese maldito día. Por que lo demás, apestaba.

-Tarde de nuevo señorita Smith.

-Lo se y lo siento. Pero tuve algunos problemas.

-Si, la escuela entera se enteró de su pelea con la señorita Eilish.

-¿Toda?.--Pregunte incrédula.

-En efecto. Ahora pase por su examen y después a su lugar.

Seguí las indicaciones de la maestra de Ciencias y traté de concentrarme en las preguntas. Leía y releía palabra por palabra, pero me era imposible concentrarme. Los labios de Billie seguían impregnados en mi cuello, como una herida reciente.

Y podía jurar que sentía que ardían en mi cuello. Con el reflejo de mi celular observé mi cuello, dos marcas rojas, una más arriba que la otra. ¡Maldita seas Billie!, ¡Mil veces maldita!. La odiaba. ¿Cómo podía atreverse a haber hecho eso? ¿Cómo pude haberlo permitido? Que gran idiota.

El timbre sonó y yo solo llevaba dos de 3 hojas contestadas. Todos salieron como animales mientras yo me quedaba ahí.

-Me temo que tendrá que compartir clase con los de 3 A.--Habló la maestra haciéndome mirarla.

''Los de 3 A''.

Maldije en silencio. La clase de Billie. Suspiré y revoloteé los ojos.

Al cabo de algunos segundos la clase ''A'' comenzó a entrar al salón. No miré a nadie y me concentré en el examen que estaba frente a mis ojos. Me había calmado un poco pero todo se desvaneció al escuchar su voz, su risa, una melodía para mis oídos.

Aunque me negase a admitirlo, me apresuré a acabar el maldito examen.

-Hola gatita.--Dijo cerca a mí oído.--Es un orgullo saber qué las marcas que traes en el cuello fueron hechas por mi.

-Estoy ocupada, imbécil.--Murmuré.

-Ya veo. Pero gatita, estás en mi lugar.--La miré algo nerviosa.

-También es el mío.

-Si, pero esta es la clase ''A'' no la clase ''B'', tu hora ya pasó, gatita. Así que quiero mi asiento.

-¿No puedes sentarte en otra parte?.

-No.--Sonrió.--Dame mi asiento, pero puedes sentarte en mis piernas si quieres.

-Es lo ultimo que haría en la vida.--La mire murmurando y ésta acercó su cara hacía mi. Otra vez estábamos tan cerca que no evite mirarle los labios. Tan carnosos, tan rojos.

¡Dios!.

-Eso ya veremos, por que se que suplicarás por estar bajo mi cuerpo, por que te penetre hasta el fondo.--Cerré los ojos y lancé un suspiro.--Por que entre en tí y gemirás mi nombre.--Se acercó a mí oído.--No sabes cuan dura me pones.--Mordió el lóbulo de mi oreja delicadamente.

-Me das asco.--Dije y me paré de ahí tomando mi examen.

-Quedaté ahí gatita, puedo sentarme atrás.--Dijo sonriendo. La miré por segundos y después volví a sentarme. La Profesora entró y toda la clase ''A'' le prestaron atención. Repartieron los exámenes y después el silencio inundo el salón.

Al cabo de la pregunta 38, una bola de papel cayó frente a mí. Suspiré estresada y la abrí.

''Tengo una muy buena vista de tu trasero desde aquí, gatita'.

Apreté mis labios nerviosa. ¿En verdad estaba viendo mi trasero? ¡Claro!. Sin pensarlo me sonrojé, tomé el plumón negro y escribí.

''¿Es una especie de cumplido? Déjame decirte que no funcionó para nada''.

Lo aventé hacía atrás, y escuché su risita haciéndome estremecer.

''Tómalo como quieras. Esos jeans se ajustan muy bien a tu cuerpecito, gatita. Por cierto, tu piel es demasiado deliciosa''.

Me estremecí. Por un momento quise seguirle el juego, pero no lo haría. No caería tan bajo. No yo. Me apresuré a terminar las dos preguntas. Terminé el examen y me levanté, lo dejé en el escritorio de la maestra quién me miró sonriendo.

-No acostumbras a tardarte demasiado en los exámenes ______. ¿Pasa algo?

-¡No! No, para nada. Solo que tengo un poco de flojera.

-Duerme bien, no quiero que se vuelva a repetir. Anda por tus cosas.--Sonreí y asentí. Me paré frente a mi asiento y me agaché para tomar mi mochila. Billie me miraba sonriendo.

-Esa camisa se ajusta a tus pechos muy bien, gatita.--Susurró, la miré sin mucha importancia y comencé a guardar los lápices. Al terminar me levanté y me giré. Sentí una nalgada y me giré bruscamente. Billie estaba viendo el examen pero con una sonrisa perversa.

Luego me las pagaría.

Lo único que quería era salir de ese salón dónde prácticamente, me sentía asfixiada y acalorada.

''Síndrome de excitación hacía alguna persona ______''.--Dijo mi vocecita interior.

Quizás tenía razón, pero solo la ignore. Las demás clases pasaron más que lentas. Contaba los segundos para poder salir de esa maldita prisión, que hacía llamarse ''Escuela''. Y para empeorarlo, seguía pensando en Billie.

Siempre peleábamos, pero nada se comparaba con este día. Sí, si me decía ''cumplidos'', pero nunca había ido al extremo de pegarme a su cuerpo o querer besarme, ¡nunca! Y era algo nuevo.

Y me gustaba.

Me encantaba su nueva actitud y no podía mentir. Rogaba por qué no cambiará y siguiera con esos acercamientos.

Sex secretWhere stories live. Discover now