Último capítulo.

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(Esta historia es solo una adaptación, la autora es @mccannstears)

-¿Qué?.--Pregunté incrédula.

-Vamos a casarnos. Aquí en nuestro lugar secreto, te pido que seas mi esposa.--Me sonrió y lo único que hice fue besarla.

Me subí arriba de ella, acomodando mis piernas a un lado de su cintura y me pegué más a ella. Sus manos fueron a mi cintura y subían y bajaban proporcionándome caricias muy lentas. Me hundí en su cuello y en su aroma dulce.

La amaba tanto. Poco a poco se fue recostando en la arena junto conmigo. Recargué mis manos en la arena y me separé de ella, la miré a los ojos y observé todo su rostro.

Esos hermosos ojos azules que me penetraban con seriedad cuando me celaban, esos carnosos labios que me hacían delirar cada vez que los besaba, esas mejillas, esa nariz, esas pestañas. Estaba segura de que quería unir mi vida junto a Billie.

-Acepto.--Murmuré sonriendo. Ella tragó saliva y dejó escapar un suspiro. Me acarició los pómulos y luego las mejillas.

-Te amo ______ Smith, te amo tanto.

La callé besándola suavemente, mientras sus manos se entrelazaban con las mías. Rápidamente un fuego recorrió cada parte de mi cuerpo, mi respiración se volvió pesada y el deseo creció. Jadeé y moví instintivamente mis caderas, chocando nuestras partes íntimas. Billie gruño y cambiamos de posición.

Se subió arriba de mí, sin dejar todo su peso para mí, me besó la barbilla y fue bajando por mi cuello, se detuvo en mi pecho y chupó. Me arqueé rozando nuevamente nuestras partes, entre cerré los ojos y mordí mi labio inferior.

-Adentro.--Ordené, Billie me miró y de un salto se levantó, me tomó de la mano, me ayudó a levantarme y en un movimiento me cargó, enredé mis piernas al rededor de su cintura. Busqué sus labios y el roce de su respiración en mi cuello me hizo mojarme más. Ardía por dentro, ardía por ella...

Cerró la puerta con mi misma espalda y capturó mis labios. Un beso ardiente y nada suave, era brusco, y era desesperado.

Mi cuerpo estrechándome con ella, cada movimiento me quemaba la piel. Seguí besándola esta vez con más rapidez y ella hacía lo mismo. Sus manos se posaron en mi trasero y me pegó más a la puerta.

Su bragueta se enterró en mí, en realidad no fue su bragueta, fue su erección. Mi temperatura estaba por los suelos, no podía pensar con claridad, estaba invadida de deseo.

Por fin, optó por caminar. Llegamos a la cama y nos tumbamos, el beso no paraba. Hasta que la falta de aire hizo su aparición.

Fue entonces, cuando me dejó respirar un momento aprovechando para quitar con manos expertas mi pantalón, luego besó mi monte de Venus-el cual aún no estaba desnudo- Me arqueé ofreciéndole todo.

Una sonrisa apareció en sus carnosos labios y luego se posicionó sobre mí, me besó metiendo su lengua.

Una pelea de lenguas inició, hasta que el absorbió la mía, haciéndome gemir. Sus manos fueron a mi blusa y volvimos a separarnos, me quitó la blusa y ahora solo el pequeño sostén y la tanga roja me cubría. Se levantó y me observó detalladamente.

Empezando por mis piernas, las observó detalladamente. Luego sus ojos se detuvieron y dilataron al observar mi feminidad, siguió por mi vientre y mordió su labio al ver mis pechos.

Relamió sus labios y se acercó a mi para besarme de nuevo. Sus manos acariciaron las curvas de mi cuerpo, suavemente. Cómo si se trataran de las joyas más frágiles y delicadas del mundo.

Sus labios pasaron a mis pómulos y a mis mejillas para luego irse a mi barbilla. Mordió levemente mi barbilla y siguieron un camino por todo mi cuello. Lo probó, saboreándolo. Chupó cada parte de mi cuello, succionó una y otra vez. Me arqueé, pegando mis senos con sus pechos, un gruñido se le escapó.

-Te deseo.--Murmuró roncamente y gruño una vez más.

Siguió su camino, dejando en paz mi cuello. Sus manos fueron a través de mi espalda, hasta llegar al objetivo: Desabrochó mi sostén y en seguida lo quitó.

Dejó caer este mismo en alguna parte de la habitación. Luego me miró a los ojos, mantuvo su vista en mí, mientras hacía desaparecer esa tanga roja que me había comprado en Victoria Secrets. Se acomodó en la cama y me senté para poder besarla bien.

Mis manos fueron a su nuca y hundí mis dedos en su cabello, suspiré en medio del beso y continúe besándola. Quería devorarla justo en ese momento, quería que me hiciese suya.

Pero las manos de Billie no me habían tocado, formó otra pelea de lenguas y justo cuando empezaba a decepcionarme, sentí que algo cálido abría mis pliegues.

-Ah.--Gemí en el beso, y una corriente me recorrió la espalda pasándose a cada parte de mi cuerpo.--Oh... Ah, si... ¡Si!...

Sus dedos empezaban a explorar cada parte de mi intimidad.

Sex secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora