Capítulo 26.

5.1K 408 46
                                    

(Esta historia es solo una adaptación, la autora es @mccannstears)

Entramos y el cuarto estaba oscuro, Billie cerró la puerta.

-¿Qué pretendes hacer Billie?.--Susurré algo desconcertada ya que no veía nada, ella no respondió pero sentí sus manos en mi cintura, luego sentí cómo me hacía dar dos pasos hacía atrás, hasta sentir su cuerpo detrás del mío.

Con una de sus manos, atrajo mi cabello hacía mi hombro derecho, dejando la parte izquierda de mi cuello desnuda, comenzó a dar pequeños besos haciéndome arquear un poco.

-Billie, aquí no.--Susurré jadeante, esta gruñó.

-Me encanta cuando haces esa voz.--Su respiración se estaba dificultando, sus manos volvieron a mi cintura pegando mi trasero a su miembro. Era increíble cómo esta mujer podía volverme loca con sólo unas caricias y unos cuantos besos.

-Billie.--Volví a repetir.

-Esto no hace daño, bonita.--Me susurró, ahora sus manos vagaron por todo mi vientre, levantó mi blusa un poco y sin desabrochar mis jeans, metió su mano a través de mi pantalón y luego a través de la fina tela de mis bragas.

Gemí en susurro. Ya que no podía tomarme la gran libertad de gritar cómo yo quería, por que estábamos en el cuarto de limpieza de la escuela.

-Me encanta.--Volvió a susurrarme, eché mi cabeza hacía atrás y me estremecí al sentir dos de sus dedos tocar mi feminidad muy apenas.

-¡Oh!.--Jadeé.--Oh, Billie...

Dio pequeños golpecitos en mi vagina y luego besó mi cuello. Froté mi trasero contra su miembro, haciendo que gruñera.

-No, no hagas eso preciosa.

-Oh.--Jadeé una vez más.

Ella siguió dando golpecitos, haciéndome arquear de nuevo. Sacó su mano y me giró bruscamente, haciéndome quedar frente a ella. Me besó, masajeando mi trasero, mordí su labio inferior.

-Billie, Billie para...--Le dije separándome de ella con la respiración agitada.

-No aquí, mejor luego ¿si? Corremos mucho riesgo y...--¡Me salvó la campana! Billie gruñó, haciéndome reír bajito. Besé sus labios, esta vez fue tierno.

-Me debes una.--Dijo gruñendo, la besé la mejilla y me dispuse a salir, no sin antes decirle:

-Deberías lavarte esos dedos.--Le sonreí y ella carcajeó.

Sex secretWhere stories live. Discover now