UNISON (un amor prohibido)

Día 41. El número prohibido

Día 41. El número prohibido

¡Hola, Diario! Son como las seis de la mañana y estoy sentado en la cocina. Normalmente siempre escribo en mi habitación, pero esta vez opté por estar aquí, para comerme algunas sobras que dejaron del banquete. ¡El bufete estuvo increíble, en serio! Me encantó porque hubo mucha variedad.

No me lo vas a creer, pero, durante la fiesta y después de la cena, decidí dar el siguiente paso; me atreví a ser algo travieso. Verás, la fiesta se llevó a cabo dentro del castillo, en la Salita de Disco. Es un lugar algo retro, decorado por mi hermano Larry, pues le gusta la música disco y el estilo de los 70; incluso, justo en medio de aquel salón, hay una grande y cuadrada pista de baile, muy colorida y resplandeciente, acompañada de una enorme esfera de cristal que cuelga del techo.

Mi hermano Larry, en su tiempo libre, se dedica a componer música. Es DJ profesional y mezcla muy bien, de hecho, y le tengo envidia por eso, pero aun así lo quiero mucho.

Como sea, durante toda la fiesta, bebimos ponche de frutas y engullimos frituras con sal, limón y salsa picante mientras bailábamos, hechos bolas y pisándonos unos a otros. ¡Fue una gran noche! Ni siquiera el yeso en mi brazo me detuvo durante todo el festejo. Pero lo que más me gustó fue haber traído a Fire de un lado a otro, escondiéndonos de los demás para besarnos por ratos. Primero nos metimos a los baños públicos; después estuvimos debajo de una mesa, ocultos por un mantel blanco; luego en el jardín del castillo; y seguidamente dentro del armario de la habitación de Lemmy.

¡Besa muy rico!, debo decir.

Fire quiso llegar a segunda base, pero yo no lo dejé... bueno, sólo al principio... Ya después llegamos a tercera.

¡Chitón!

¡Nadie debe de saber esto, Diario! Incluso contarlo, me da pena, pero de sólo recordar que... ¡aaaah! ¡Mi chico parece una fuente con patas! ¡Casi me ahogo cuando intentaba limpiarme la cara! ¡Je, je!

¡Shhh! ¡Nadie debe de leer esto!

Me gustó la forma como nos dejamos llevar, ¿sabes? Mi parte favorita fue las incontables caricias en nuestros pechos y los besos detrás de mi cuello. El yeso me estorbaba para hacer manualidades, pero no importa, logré complacerlo y hacerlo mío.

¡Cállate ya, Bowser Koopaling Jr.! ¡Ja, ja!

¡No puedo evitarlo, es que estoy feliz, Diario! ¡Fue maravilloso! Fire me dijo que nunca antes había experimentado algo así, ni siquiera con su ex...

¿¡QUÉÉÉÉ!?

Lo, sé, lo sé, Diario. También me quedé así cuando me lo dijo, pero ¿qué más da? No importa con cuántos se haya metido; lo importante es ser el último, ¿okay?... ¡Bueno, ya! ¡Admito que me dieron celos!

P. D. Recordar a tu ex en pleno acto amistoso, no es nada favorable, ¿eh, Fire?

También añadiré que, cuando fuimos al partido de mi tía Daisy, me robé varias rosas blancas, rosas y rojas del jardín de mi mamá Peach. Originalmente el juego iba a ser en su crucero, pero al final no sé por qué lo cambiaron al Reino Champiñón. Bueno, el punto es que las tomé para decorar el altar de mi chico. Quité las marchitas y las cambié por las nuevas, y ahora nuevamente se ve chulo. Sin embargo, su extraño y redondo paquete arruina toda su estética. ¿Qué será lo que me dio a guardar?... No me importa realmente, supongo que él mismo después me lo dirá.

Creo que ya es todo por hoy, Diario. Fire y yo hemos avanzado más en nuestra relación, ¡y eso me da mucho, mucho, mucho gusto!

¡Buenas noches, amigo de papel! ¡Hasta mañana!

Atte. Bowser Jr.