Día 46. Fotosíntesis de Shadow Mario

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Día 46. Fotosíntesis de Shadow Mario

¡Hola, Diario! Te escribo a escondidas y en silencio, sentado junto a la ventana mientras veo cómo llueve a cántaros. ¿Que por qué en silencio? Bueno, no creerás quién está durmiendo en mi habitación y en mi cama, y lo hará durante toda la noche mientras cuida de mí. Oh sí, ¡ji, ji!

¿Recuerdas que te dije que iría a saciar mi sed de venganza? Pues lo hice, pero de diferente forma. Después de escribirte, me puse a pensar en lo que había hecho. Necesitaba un blanco, un centro de atención, alguien que fuera mi voz, ¡y lo conseguí a fin de cuentas!, pero no fue de la forma correcta, así que, ¿por qué ser malo? Lo que menos quería era convertirme en mi padre, ser igual que él, y yo solito me estoy echando la soga al cuello.

Seré muy malvado. Seré temido por todos. Seré una pesadilla. Sin embargo, todo lo que haré y lo que se viene, no será para nada en vano. Cambiaré al Reino Koopa, pero lo haré a mi manera, y no como príncipe ni heredero de la corona, sino como alguien más. Lo haré personificando a un ser de admirar, por su sombra que dejará tras su paso, por la mancha de pintura que cubrirá cada rincón del castillo que está lleno de las injusticias de mi padre, y por su imponente figura autoritaria. Por fin seré respetado, seré... ¡Shadow Mario!

Me puse mi traje, tomé mi Pincel Mágico y salí de mi habitación. Me dispuse a buscar a ese koopa troopa amarillo, y logré dar con su habitación. Usé mi Pincel Mágico como llave, dibujando un portal en su puerta, y entré así como así. El koopa troopa se hallaba dormido, pues eran como las tres de la mañana, más o menos, y lo desperté al saltar sobre su cama.

«¿¡Qué!? ¿¡Quién es usted!?», me preguntó. Después se percató de mí y comenzó a gritar.

Rápidamente pasé mi brocha por su cara, pintándolo de amarillo mostaza, y metí las cerdas en su boca para amordazarlo y acallarlo. Comencé a hablar y el koopa troopa se quedó en silencio e inmóvil. Luego peló sus ojos, todo como si su vida dependiera de ello, y a lo mejor sí en su momento. Para darle más profundidad, utilicé una voz un poco más gutural; quería intimidarlo:

«Vengo a dejar un mensaje para el Rey Koopa. Escucha con atención, claro, si no quieres que la otra pierna te quede igual.» El koopa troopa peló aún más sus ojos y asintió con la cabeza. «Su pueblo sufre de hambre. Hazle saber que si no quiere que sus hijos lleguen a caer en mis manos, embarrados en sangre, sobre todo su primogénito, entonces tendrá que compensarme. Quiero ver de qué tanto es capaz, así que será mejor que empiece con la Zona Sur del reino. Quiero que levante esos pequeños pueblos. Quiero que les ofrezca mucha comida y agua... ¿¡ENTENDISTE!?», grité, y el koopa troopa asintió nuevamente con su cabeza. «¡Ah por cierto!, será mejor que les subas el sueldo a tus trabajadores, ¡o te volverás a cruzar conmigo, explotador!», añadí. Seguidamente me bajé de su cama y puse mi firma en una de sus paredes. «Y si alguien te pregunta, diles que mi nombre es... "Shadow Mario".» Y me fui a toda velocidad mientras yo gritaba por él: «¡Guardias, guardias! ¡Habitación cuatro! ¡EN LA HABITACIÓN CUATRO!».

La fotosíntesis en las plantas es maravillosa, Diario. Convierten la luz solar y el dióxido de carbono en su alimento, y después producen oxígeno. Pues algo así me está sucediendo con Fire. La luz solar es mi Pincel Mágico y el dióxido de carbono son mis acciones como Shadow Mario, que han comenzado a alimentarme y que después pasarán de ser algo muy malo a algo muy bueno: como que Fire está dormido en mi cama, justo ahora, para protegerme de mí mismo por las fechorías que he estado cometiendo, ¡y las que me faltan!; eso nos está uniendo más. En verdad amo a mi chiquito-bebé. Qué bueno que solicité que fuera él mi Koopaguardaespaldas de ahora en adelante (me inventé su currículum en la oficina de mi padre), y a donde quiera que yo vaya, ¡él vendrá conmigo!, como en el partido de mañana.

Por cierto, mi padre se la pasó todo el día montado en su auto con seis ruedas, repartiendo víveres por toda la Zona Sur (precisamente, allí es el lugar donde la familia de Fire vive); al parecer, sí le llegó el mensaje, y de hecho todos aquí están muy asustados por Shadow Mario, o como lo empezaron a llamar algunos: el Bandido Azul. Mi pa se está comportando más amable conmigo y con mis hermanos, pues creo que la idea de que algo nos pase, no lo está dejando para nada tranquilo.

Todo salió como esperaba. ¡Gracias, Shadow Mario!

Mañana es el partido contra Wario. Te contaré todo cuando llegue a casa, ¿vale? ¡Te veo luego! Te dejaré en tu camita secreta dentro del cajón de mi cama. ¡Buenas noches, Diario!

Atte. Bowser Jr.

UNISON (un amor prohibido)Where stories live. Discover now