Cuando te conocí.

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El día que Natalia Lacunza conoce a Alba Reche es veintidós de abril y Natalia tiene siete años.

La pequeña está sentada en el jardín de la casa de unos amigos de sus padres, balanceándose animadamente en el columpio que había sido de los hijos de estos, y que ya empieza a notar el paso del tiempo, cuando la ve aparecer por detrás de un árbol.

Con un vestido blanco como la nieve y el sol reflejándose en su media melena rubia recogida hacia un lado, a Natalia le parece estar viendo a un ángel.

Hasta que la mujer resopla y mira a su alrededor disgustada.

- ¡De todos los momentos posibles del día tenía que pasar precisamente...! -sus ojos de pronto se abren como platos al girarse y descubrir a la pequeña mirándola con cara de sorpresa- ...ahora. ¿Natalia?

La niña frunce el ceño al oír a aquella desconocida decir su nombre. Inmediatamente después, salta ágilmente del columpio y se dirige rápidamente hacia la puerta de la casa.

- ¡Espera! -aquella petición hace que Natalia pare en seco su huida- Sé que no me conoces, pero yo a ti sí.

- ¿Eres amiga de mis padres?

-Algo así. -Responde la desconocida, -Me llamo Alba.

- ¿Y qué hacías en el jardín?

Natalia siempre había sido una niña tímida y un tanto recelosa de los demás, pero por alguna razón, la presencia de aquella mujer no la incomoda como solía pasarle con el resto de los adultos que conocía.

-Digamos que me he perdido. ¿Qué día es hoy?

La pequeña tiene que parase por un momento a pensarlo antes de contestar.

-Veintidós de abril.

- ¿De qué año? -Vuelve a preguntar Alba.

Natalia se extraña ante la pregunta, pero aun así le contesta.

-De dos mil seis. Pareces una novia con ese vestido. -dice la niña, cada vez más interesada por aquella extraña.

Una sonrisa enorme se dibuja entonces en el rostro de Alba.

-Menos mal. A mi madre le daría un disgusto si no voy de blanco el día de mi boda.

- ¿Te vas a casar?

Alba asiente para seguidamente soltar un suspiro de resignación.

-Mi novia debe estar al borde de un ataque de nervios ahora mismo.

- ¿Tu novia es tan guapa como tú?

A Alba le ha debido parecer tierno que a la niña no le resulte extraño que se vaya a casar con otra mujer, porque se ha agachado para estar más a su altura.

-Mi novia es la persona más bonita, más increíble, y con más talento que he conocido en toda mi vida.

- ¿La quieres mucho?

Alba sonríe de nuevo y estira el brazo para darle a la pequeña un pequeño toque cariñoso con el dedo en la nariz.

-Más que al sol.

De pronto Natalia ve como a la mujer le cambia la expresión de la cara a una más seria, la cual rápidamente esconde tras otra de sus sonrisas.

-Ahora tengo que irme, -le dice mientras vuelve a ponerse en pie, -Pero, si la memoria no me falla, creo que nos veremos pronto.

Alba se recoge un poco el vestido y echa a andar hacia el árbol por donde había aparecido, pero antes de que pudiera desaparecer tras él, Natalia grita su nombre.

Por mucho que pase el tiempoWhere stories live. Discover now