BACK TO YOU, (riverdale) [#2]

CHAPTER TWENTY

─Archie, no tengo tiempo para pensar que quiere conmigo, no me importa. ─dijo, ya cansada de oír sobre lo mismo tantas veces. Pero ahí estaban Verónica, Archie y Betty.

─No puedo perderte, Hera. ─le dijo él, ella suspiró tirándose sobre su cama.

─¡No dijo nada de matarme! Me quiere ver, quizá le gusto. ─bromeó, pero ninguno de ellos rió. La veían cruzada de brazos─. Dios, dejen de verme así, ¿qué harán? ¿Ponerme un guardaespaldas? ─rió ella, creyendo lo estúpido que eso sería, pero los tres se dieron a una rápida mirada asintiendo─. Tiene que ser una broma.

─Puedo cuidarte, Hera.

─No te necesito, sé cuidarme sola. ─él quiso atacarla, pero Hera fue rápida y le tomó el brazo haciendo un gancho, para luego tirarlo al suelo─. Fui dos años a defensa personal, pelirrojo. 

─Bien. Debo ver a Jughead pero ésto no ha acabado, ¿escuchaste?

─Sí, mamá. ─Archie se puso de pie, y Betty abandonó la habitación de Hera. Verónica se alejó un poco de ellos, dándoles espacio.

─En serio, Hera, no puedo perderte.

─No lo harás. ─ella lo abrazó, y el rodó sus brazos alrededor de su cuerpo, aferrándose a ella con fuerza. Dejó un beso sobre su frente y Verónica bajó la mirada, dándose cuenta de aquello que siempre intentó evitar pensar.

─Los veo luego.

─Adiós.

Cuando ellos se fueron, Hera cerró sus ojos con fuerza y tapó con ambas manos su rostro. Estaba muerta de miedo, hacerse la fuerte con ellos funcionaba pero no podía ocultar por mucho tiempo, lo atemorizada que se encontraba. Colocó música, intentó despejar todos esos pensamientos horribles de cómo podría acabar muriendo y comenzó a escoger ropa para ir a la escuela.

Elegir un atuendo de ropa era su mejor distracción. Y quería que todos la vean y crean que estaba completamente normal, así que empezó a sacar cientos de prendas de su armario, tomó un jean tiro alto, le recordaba demasiado a los años noventa. Para arriba eligió un top blanco, no tenía tiras y tenía una especie de elástico en medio que le daba un toque demasiado bonito. Se colgó su collar favorito, antes de dejar su cabello suelto, el cuál, estaba más largo y ahora tenía ganas de cortarlo un poco. Buscó con su mirada algunos zapatos, y eligió unas botas con bastante tacón, pintó sus labios con labial rojo mate para sonreírse a través del espejo.

─¡Hera, vendrás con nosotras! ─le gritó su madre, y ella frunció su ceño tomando su campera. Betty la veía con una sonrisa en el rostro, pero no dijo nada, Jughead estaba allí afuera. Él sonrió a medias antes de que los tres fueran al auto.

─Están actuando más extraños de lo normal. ¿A dónde vamos?

─Betty no me ha dejado decirte, no sé por qué.

─Es importante para Jughead, y cómo eres su mejor amiga, quería que estés aquí. ─le dijo su hermana sonriendo, Jughead miró a la rubia de labios rojizos quién estaba más confundida que antes.

─Estoy seguro de que te gustará. ─le dijo, en un murmuro que ella solo alcanzó a oír.

─¿Por qué tus labios están rojos, Hera?

─Porque me gusta que los chicos vean mis labios, mami. ─Betty rió, su madre rodó sus ojos viéndola por el espejo retrovisor.

Ella iba jugando con el colgante de su cuello mientras que Jughead no dejaba quieta su pierna, Hera pudo asimilar que estaba nervioso pero no comprendía la razón. A medida que avanzaban, se dió cuenta de que esa ruta que habían tomado solamente daba hacia un lugar; la prisión. Hera frunció su ceño, pero cuando su madre estacionó el auto, y Jughead la obligó a bajarse a pesar de que se negó.

Vió a FP caminar hacia ellos, Betty se adelantó con Jughead, y Hera sintió demasiadas ganas de llorar. Alice la observó, y ella suspiró mirando hacia el cielo nublado, tenía demasiadas ganas de abrazarlo. FP Jones, estaba abrazando a su hijo con la sonrisa más preciosa que Hera había visto. Su corazón se volvió completamente loco, estaba por abandonar su pecho.

─Hola, Betty.

─Hola, Sr. Jones. ─Jughead volteó a ver con una sonrisa a Hera, y ella también le sonrió. Verlos a ambos sonreír con esa felicidad, la hacía sentirse emocionada, contenta.

─Hola, Hera. Pasó mucho tiempo. ─le dijo él.

─Es bueno verlo bien, señor Jones. ─Juggy la observó cómo si fuese una estúpida, ella no entendía por qué estaba ahí. FP miró a su madre.

─¿Alice?

─¿Es cierto lo que dicen de los hombres que salen libres?

─¿Qué dicen?

─Qué sexualmente están muy frustrados.

─Oh por dios, que alguien me mate. ─dijo Hera, Jughead la tomó de la cintura y la hizo caminar hasta el auto, pero antes de subir, la volteó para que lo vea, estaban lejos de ellos así que no podrían oír.

─Te traje porque mi padre ha querido verte, y sus ojos se han iluminado cuando te vió, Hera. Sigue pareciendome asqueroso, pero está feliz de verte.

─Jug. Me gusta verte feliz, y me puso contenta ver a FP, pero no puedo ¿sí? Estuve estos tres meses intentando olvidarlo, ¿entiendes? No puedo. ─los ojos de Hera se llenaron de lágrimas, Jughead la atrajo a él en un abrazo.

─Sé que hablamos de mi padre, pero estoy contigo para oírte siempre. Deberías hablar con él, no te estoy diciendo que te acuestes con mi papá, pero hablar, aclarar las cosas, ser honestos.

─Lo pensaré.

─Oh, y estoy seguro de que dirá muchas cosas sobre tú unión con las serpientes.

─Intentará sacarme de allí, ya verás.

─¡Hera Sofía Cooper, sube al auto!

─Sí, mi señora. ─dijo ella, caminado al auto, y subiéndose. Jughead también lo hizo, quedando ella en medio, el moreno jugó con su cabello mientras Hera tenía su cabeza apoyada en el hombro de su hermana. Estaba evitando mirar a FP con todas sus fuerzas y su poca voluntad. Podía sentir su aroma adueñarse de sus fosas nasales, podía sentir sus manos acariciando su cuerpo, sus labios juntos a los suyos. Estaba empezando a perder la cabeza, de nuevo, y por él.

Siganme en mi otra cuenta @k-klausm y lean el prólogo de mi novela sobre supernatural.

si llegamos a los 100 me gustas, voy a publicar otro capítulo 🖤.