-Diez-

13.7K 1.3K 129
                                    

Se acerco mas hacia mi, el viento corría por mi cara impidiendo observarlo completamente. Pero lograba apreciar su enorme sonrisa al verme.

—¿Si me recuerdas no? Fui el que te apresto un celular porque destrozaste el tuyo.

Claro que lo recordaba. Tampoco había pasado mucho tiempo desde ese encuentro. Solo que, se me hacia extraño encontrarmelo de nuevo.

—Ah. Si—Respondí en un tono demasiado cortante. Aun estaba confundida por lo que Max me había dicho.

—¿Estas sola? ¿Quisieras ir a tomar un café conmigo?.

Quería rechazarlo totalmente. Decirle que tenia cosas pendientes por hacer e irme, pero tampoco quería ser grosera.

Así que acepte.

Fue mas por educación que por gusto. Por el contrario el se emociono al escuchar mi respuesta. En el trayecto le cuestione que a donde iríamos. Puesto que me resultaba muy temprano para que algún local estuviese abierto.
"Hay un lugar que es mi preferido, se llama Candy, abren desde un poco antes de las 6" fue lo que me respondió con esa sonrisa que parecía ser inseparable de su rostro.

—Aquí es.

Menciono una vez y estábamos fuera de aquel lugar. Tenia pinta de ser un restaurante, mas no uno caro si no uno demasiado casual.

Ambos entramos, como era temprano no había mucha gente presente por lo que se nos facilito sentarnos donde quisiéramos.

—¿Que van a pedir? ¿Quieren que les muestre el menú o...—Ofrecio la mesera en cuanto nos sentamos.

—Yo solo quiero un café, ¿y tu? —Explico el mientras me observaba, dudoso, o mejor dicho ansioso de que respondiera.

—Amm...lo mismo.—Dije evitando darle muchas vueltas a el asunto.

La mesera asintio y se retiro de ahi diciendo que en un momento nos traia nuestros cafes.

—Bien.—Hablo Samuel cortando la tensión que había en el ambiente.—¿Que te trae por aca?

—Lo mismo me pregunto.

Quise solamente pensarlo, pero inevitablemente lo dije, causando así un aire de misterio en el lugar.

El nuevamente volvió a sonreir, de alguna manera eso me hacia sentir incomoda. Desprendía tanta felicidad que desesperaba.

—Solo vine a visitar a mis padres, ellos viven en la ciudad. Te lo pregunto porque...¿acaso tu no vives en Bernet? Bueno, ahí fue la ultima vez que te vi.

Si. Bernet es el pueblo donde vivo, gracias a Samuel ahora sabia que me encontraba en la ciudad. Con razon no se me hacia tan conocido, no suelo venir frecuentemente.

Tengo entendido que en auto o en vehículo puedes llegar rápido pero aun así toma un poco de tiempo. 

—Ah, si.

Denuevo cortante, prácticamente no sabia que decir o sobre que hablar. Habia un monton de cosas en mi mente que me parecia tan complicado ordenarlas todas.

La mesera se acerca a nosotros dejando los café y diciendo "que disfruten".

Instantáneamente tome la taza y tome un gran sorbo para evitar la mirada de Samuel.

—Pero...¿cuentame mas de ti? ¿Que te trae por aca? ¿También vienes a visitar a tus padres?

La mención de mis padres hizo que me atragantara un poco con el cafe, obligandome a dejarlo sobre la mesa.

—¿Estas bien?

—Si.

El me observo detalladamente.

Juro encontrarte.Where stories live. Discover now