-Veinte-

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Amplíe los ojos sorprendido ante aquel tacto.

Ni siquiera nos estábamos dando un beso, sólo era un simple roce de labios.

Pero me provocaba miles de sensaciones.

Depronto un montón de recuerdos invadió mi mente.

Ella y yo en la escuela.

Ella y yo en alguna playa.

Ella y yo...

Me hice para atrás rápidamente, pensé que ella despertaría y se daría cuenta.
Pero ella ya me había soltado y seguía durmiendo profundamente.

Me quede quieto analizándo cada recuerdo que había pasado por mi mente.

—Te recuerdo...—Susurre.

Sólo que no podía recordar todo en concreto, aquellos recuerdos sólo abarcaban cuando ella y yo estábamos juntos, pero no decían nada en específico.

Sólo estábamos ahí y ya pero nisiquiera puedo recordar porque estaba ahí, o como había llegado exactamente a esos lugares.

Sólo estaba seguro de algo.

La había recordado, entonces ella no estaba del todo loca.

¿Pero como? ¿Porque estaba yo en aquellos lugares con ella? ¿Porque sonreímos de esa manera? ¿Porque en algunos... se le nota triste?

¿Que es lo que no se?

¿Que es lo que debo recordar?

Quise moverla  y despertarla, decirle que me contará de una vez todo pero la vi dormir tan plácidamente que decidi no hacerlo.

Fui a mi recamara y me recoste en ella con la intención de dormir  un rato pero no era posible, no con lo que acaba de suceder.

¿Porque fui con Draco a esa floreria?

¿Porque estaba con ella esos días?

Llame a Draco por teléfono para ver si me podía solucionar algo. O explicármelo...

—¿Bueno? Ian ¿necesitas algo?.

Me quede en silencio durante unos segundos, no sabía si era correcto decirle.

—Draco, ¿hace cuanto nos conocemos?

—¿Que?

—Solo responde.—Hable desesperadamente.—Con la verdad.

Escuche como soltó un suspiro.

—¿Estas bien hermano? ¿Estas nervioso por la pelea de mañana?

Note como estaba cambiando de tema.

—¿Por que estas cambiando el tema?

—¿Que tema?

Ahora se hacia el desentendido.

—Venga Draco, no te hagas el bobo, contestame.

El soltó una risa nerviosa.

—Sabes, probablemente estés muy cansado, lo mejor es que descanses. Prepararte para mañana, adiós.

Y sin decir nada más colgó.

Me quede unos minutos más pensando, por lo que decidi meterme a bañar, así aclaraba mejor mis dudas.

Cuando salí de bañarme y acabe de cambiarme escuche ruidos en la cocina.

Camine y oí como si estuvieran rebuscando algo, comenzaba a oscurecer por lo que resultaba difícil ver con claridad.
Me acerqué, los ruidos provenían cerca del refrigerador.

Juro encontrarte.Onde histórias criam vida. Descubra agora