-Veintiuno-

12.5K 1.2K 112
                                    

Laila

Tenía miedo.

Un montón de miedo.

Ayer senti que Noah lo descubriría todo, que recordaría cada cosa y cualquier excusa que pusiera no funcionaría. Aún me acuerdo con exactitud:

Y ese anillo, ¿Como lo obtuviste—.

Su pregunta me desconcertó, más porque me tomo del brazo. Senti temor y ala misma vez la necesidad de contarle todo pero recordé las palabras de su amigo.: "Si le cuentas puede morir"...

Em...—Busque miles de mentiras en mi mente, senti como quería temblar del nervio.—Oh dios mio, me duele tanto la cabeza.— Fingi marearme por lo que el me tomo rápidamente y me ofreció una pastilla. Me negué y le dije que tenía que dormir, no pareció convencerle mucho pero me dejó ir.

Menos mal.

Me había librado esta vez pero no sabía si seguiría siendo posible.

El estar con el me tenía tan preocupada que incluso soñé con el, ¡Soñe que lo besaba!.

Pero tenía que aclarar mis sentimientos después, primero tenía que solucionar las cosas. El día de la cena, Jon, el amigo de Noah discretamente me pido que nos viéramos hoy en la cafetería candy, a las 1pm.
Si, es la misma que me llevó Samuel aquel día por lo que se donde esta.
Según Jon, va a contarme toda la verdad acerca de Noah.

Estaba que me moría de curiosidad.

Hablando de el, no me ha hablado todo el día. De hecho desde hace rato que salió y no ha vuelto.
Lo bueno que ya no ocupó sus llaves porque la recepcionista ya me dio una copia, la ventaja de hacer amigas con facilidad, o por el chisme.

Por otro lado me preocupa, aquella sensación extraña que senti aquel día que me encontré con Dylan, gracias a que el me acompañó hasta acá y en el trayecto me venía contando muchas cosas divertidas, logre distraerme de esos malos pensamientos.

Ahora estaba nerviosa, ya que la hora de reunirme con Jon y saber la verdad estaba cerca.

Me duche, y esta vez ya no aguantaba más por lo que tome ropa de Noah aunque no me ajustará. Me veía un tanto graciosa pero no me importo.

Fui a la cafetería, senti la extraña mirada de la gente pero me dio igual, cuando entre incluso Jon pareció no reconocerme, ya cuando me senté en su mesa fue cuando me saludo.

—Hey Laila, perdón...te ves un poco distinta.

—No tengo ropa mía. Es por eso que me noto diferente.

El asiente levemente.

—¿No sería mejor volver a casa?

Lo mire extrañado.

—¿Porque volvería a casa?

—¿No crees que Noah esta recordando las cosas? Si sigues viviendo con el será  más fácil que te descubra.—Suelta un pequeño suspiro.—Además estarías más comoda.

Juro encontrarte.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant