El hilo rojo - Jihan

Playa

Joshua

- ¡Hijo! - Exclamó mi mamá mientras abría la puerta. - Y tú debes ser su amigo Jeonghan ¿cierto? - Preguntó mi madre mientras entrábamos a la casa.

- Sí, es un gusto conocerla. - Jeonghan hizo una reverencia que mi madre recibió.

- Hannie aquí no hacemos reverencias. - Le dije en tono burlón.

- Pero tu madre me correspondió. - Me contestó en un tono inocente pero los dos sabíamos que se estaba burlando.

- Vengan, mi esposo está en la sala. - Dijo mi mamá llevándonos a los dos hacía la sala.

Mi padre estaba sentado en su sofá leyendo un libro.

- Querido. - Llamó mi madre.

Mi padre volteó hacía nosotros y se paró de su sofá con una sonrisa.

- Bienvenidos. - Dijo mientras extendía los brazos.

Yo igual extendí los brazos esperando su abrazo pero pasó de largo y abrazó a Jeonghan mientras sonreía y yo me quedaba con los brazos estirados.

- Oye, yo soy tu hijo. - Le dije fingiendo indignación.

Mi padre dejó de abrazar a Jeonghan.

Mi rubio amigo sonreía triunfal al lado de mi padre.

- Por eso, tú ya sabes que eres bienvenido a él apenas lo conozco. - Dijo mi padre sonriendo.

- Sí Shua, escucha a tu padre. - Me dijo Jeonghan.

Como no he roto esa cara de bonito angelito.

¡Traidor!

- Ya basta de hacerle feo a mi niño. - Llegó mi mamá a defenderme pero el apodo lo arruinó todo.

- Su niño siempre me está molestando señora. - Dijo Jeonghan burlándose solo que su carita de ángel lo disimula.

- Vayamos a cenar. - Dije antes de que Jeonghan se pusiera a contarles todos mis pecados a mis padres.

Todos fuimos a la mesa principal para cenar. Mis padres a la cabeza mientras yo y Jeonghan juntos en un lado de la mesa.

-En un momento traen la cena- comentó mi madre. - Y...Jeonghan.

Aquí vamos.

- ¿Como conociste a Joshua? - Preguntó mi progenitora.

- Oh, es una interesante historia. - Contestó mi amigo.

Parece que se ponen de acuerdo.

- Nos conocimos el primer día de clases, Shua me defendió a mí y a unos amigos de un tonto.

- ¿Enserio Shua? - Recalcó mi madre con una sonrisa.

- ¿Son muy unidos Jeonghan? - Preguntó mi padre siguiendo el juego a mamá.

- Sí.

- No.

Dijimos Jeonghan y yo al mismo tiempo.

- Claro que somos cercanos ¿Por qué dices que no Shua? - Dijo Jeonghan.

Parece que no entiende el juego de mis padres.

- Porque no somos tan cercanos como con otros de nuestros amigos. - Digo intentando tapar la situación.

Mi madre iba a hablar pero los chefs comenzaron a traer los platillos.

Mientras comíamos encontrábamos temas de conversación y así hasta terminar la noche.

- Fue un gusto conocerte Jeonghan. - Dijo mi madre.