El hilo rojo - Jihan

Sueños

Jeonghan

Después de pasar la tarde con Jimin para ponernos al día decidí ir al departamento para terminar de escribir mi critica al museo de arte de Seúl.

Llegué al departamento y extrañamente me sentí muy solo. Una sensación de soledad se apoderó de mi y me hizo sentir extremadamente solo y vacío.

-Tal vez es la costumbre-me dije mientras me quitaba los zapatos.

Me hice un café. Su olor me lograba relajar, acababa de tomar café con Jimin hace unas horas pero me era esencial para trabajar, su olor me inspiraba y las palabras e ideas simplemente salían.

Me senté en mi escritorio y me coloqué mis anteojos, no suelo usarlos fuera del departamento aunque este más ciego que un topo, cuando abrí mi laptop para empezar a escribir, todo se fue. Ni el café o las buenas ideas que tenía para este articulo me sirvieron, el sentimiento de soledad no se iba de mí.

Me aleje de mi escritorio y me acosté en mi cama. No tenía nada que hacer, el clima era bueno, tenía paz, ¿por qué no me puedo inspirar?.

Escuché mi celular sonar desde la sala y me levante para contestar.

Era Joshua.

Llamada

-¿Hola?-dije apenas contesté.

-Hannie-me llamó.

-¿Qué pasa?-pregunté.

-Mi vuelo se retrasó, llegaré en la noche posiblemente, ¿no es un problema que te quedes con Chenle unas horas más? Puedo llamar a mi hermano si no puedes-me dijo con un tono cansado.

-No, puedo cuidar de Chenle, no hay necesidad de molestar a tu hermano- le dije.

Lo escuché suspirar.

-Encerio muchas gracias Hannie, no sé como voy a pagarte estos favores-me dijo en un tono de tranquilidad.

-Descansando, te escuchas cansado-le dije.

-No podré descansar hasta que este al lado de ustedes-me dijo- son mi mayor preocupación, espero que Chenle no te este dando problemas.

Decía las cosas tan casuales que  me daba miedo.

-No te preocupes, Chenle está en muy buenas manos-le dije con seguridad.

-¿Y tú estás bien? ¿has descansado?-preguntó.

Era imposible no enamorarse de alguien así.

-Sí, estoy bien...-no podía decirle de como me sentía-¿tú estás bien?.

-Sí, es bastante bonito aunque no he tenido tiempo de visitar, pero es raro...siento que me faltan ustedes conmigo, para la proxima viajaremos juntos-dijo entusiasmado, como si todo el cansancio se hubiera ido.

-Yo...yo me siento igual-me atreví a decir.

-Es porque estamos unidos-me dijo en una voz serena.

-Nos vemos Joshua-le dije.

-Nos vemos Hannie-me dijo y claramente pude imaginar su pequeña sonrisa diciéndolo.

Fin de la llamada

Suspiré y pasé una mano por mi cabello. Joshua me iba a matar de amor y no sé si podré soportarlo. Revisé la hora y faltaba poco para que Chenle saliera.

Recogí un poco el departamento y levanté los juguetes de Chenle. Si no lo hacía en ese momento no podría mientras el pequeño rubio esté a mi cuidado.
Arreglé un poco mi cabello y decidí que ya era hora para ir por Chenle al preescolar.