Imperfectos Cap.2

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DEAN
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—¡Te dije que no te metieras en problemas! —me regañaba Jay, a veces era irritable que me hablara como si fuera el hermano mayor.

—Esto no cuenta como problema, fue algo imprevisto. Además, tú estas involucrado y lo hice para salvarla a ella —señalo a la chica inconsciente.

—Te la ibas a comer, ¿verdad? —me preguntó sospechoso de mí. ¿Comer? No...

—No, claro que no. ¿Por qué lo haría? Ya almorcé —le recordé intentando no delatarme a mí mismo.

—Según tú, los Demonios Puros comen cinco veces al día —ups, a eso sí que no le puedo sacar excusa.

—Okey, okey... Aprovechando que está inconsciente, sí. Sí me la iba a comer, pero te juro que no iba a permitir que tocaran a mi comida —digo haciéndome parecer un héroe —. Pero ahora nos descubrió y aquel idiota también. ¿Ahora qué? Yo digo que los matemos, pero a la Anihumana me la dejas.

—No.

—Oh, vamos, Jay, te apuesto a que tus instintos también reaccionaron, ¿o no? —traté de convencerlo.

(El tonto tiene Instintos de Lobo, es mejor que no les diga cómo los tiene, es una larga historia)

—No.

—Sólo una mordidita.

—No.

—¿Beber su sangre?

—No.

—Ahg. ¿Llevarla a su hogar...?

—Sí.

(Eso sí, pedazo de imbécil)

—Bien, haz lo tuyo, Dean: olfatea.

—No soy un perro, Jay —respondo con enojo, siempre me pide lo mismo.

—Sólo huélela para ver en dónde queda su casa e ir y llevarla, pero sin morder, ¿okey?

—Bien, bien —la huelo y vaya que me estoy resistiendo a pegarle un buen mordisco —. Sígueme —y aquí a hacernos responsables de ella. Ahora la llevamos a su casa y Jay la lleva entre brazos —. Hey, no te aproveches, yo también quiero llevarla —Jay me miró con expresión desconfiada.

***

—¿Es aquí? —me pregunta Jay mirando el lugar que parecía una residencia pequeña, sus muros son amarillos y tiene ventanales de madera.

—Su olor me trajo aquí —nunca me equivoco cuando huelo cosas. Me encargué de tocar la puerta, esperamos unos cortos instantes, al abrirse sale una hermosura de primera, una Humana que se me hace difícil quitar mi vista de sus pechos.

(Y aquí es donde entro yo)

—¿Qué miras, idiota? —preguntó la chica, ni tan chica, parece de treinta y es madura, su cabello es oscuro y un poco rizado, es alta de tez morena, lleva una blusa verde sin hombros mostrando parte de su busto y un pantalón oscuro con botas de cuero.

—Na-Nada, nada. Em... ¿Por casualidad ella vive aquí? —le pregunté señalando a la Anihumana que está entre los brazos de Jay como una almohada.

—Sí, pasen —nos abrió la puerta después de haber matado a Jay con la mirada, éste sólo frunció el ceño de confusión. Nos adentramos al lugar, y vaya, sería un buen lugar para vivir; está lleno de retratos y sillones y muebles de madera al estilo antiguo, la sala es grande, parece que estamos en la sala de recepción por los mesones de madera que se encuentran a la derecha al entrar, el pasillo al fondo y otro a la izquierda, todo adentro está pintado de verde.

Imperfectos © [Completa✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora