Imperfectos Cap.10

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—Vamos a Alemania, vamos adonde quedaba su hogar, muchachos.

Ir a ese lugar, el lugar donde fui creado y donde juramos no volver jamás, no puedo creer que vayamos a ir después de tantos años.

—Michael, le hicimos la promesa a mamá de que jamás volveríamos allá —refutó Jay haciéndose notar su tono triste pero sereno.

—Les hizo prometer eso para que no corrieran peligro, ¿no quieren volver a ver su hogar? —Michael intentaba subirnos el ánimo para querer volver, pero la verdad era que nos ponía más tristes, y creo que nos hundiremos en llanto cuando veamos la casa.

(Vale la pena ir que seguir evitándolo)

—Dame la esfera, Jay, iremos aun así no lo deseen, se merecen ir —Jay extiende sus brazos y le da la esfera a Michael —. Okey, hace años que no digo esto. Junten sus manos en mis hombros —ponemos una mano cafa uno en un hombro del peliblanco —. Ir a Alemania.

Cuando dijo esas palabras no pude evitar sentirme pesado. La esfera nos llevó directamente hacia nuestro hogar instantáneamente como era de esperarse. Todo estaba quemado, la casa, la grama que había en los alrededores y el bosque excepto la montaña. Todo. A pesar de los años este lugar no ha florecido nada, solo queda la casa en pie quemada, sin techo y manchada totalmente de negro y cenizas. Con tan solo ver apenas los alrededores no puedo evitar dejar salir unas lágrimas, este es mi hogar, donde me sentí libre de todo, donde veía a mamá y papá sonreír. Michael se quedó de pie junto a Frelia examinando cada detalle, Jay avanzó poco a poco hacia la casa mirándola con una triste nostalgia, era un reencuentro y recuerdo del pasado.

¿En serio no podemos hacer nada, hasta aquí llegó esto? ¿Aquí mamá y papá aceptaron su destino? ¿Aquí era el lugar donde se suponía que creceríamos en paz?

Jay llegó donde quedaba la puerta de entrada, extiende su mano para tocar pero no hay puerta que tocar, puedo ver su cara decaída. Procedí a avanzar también y ambos entramos a la casa.

—Mamá, papá, ya llegué. Ya llegué de mi largo viaje de tristeza —soltó Jay.

Observo los alrededores de la casa, todo está como antes pero mucho cambió. Jay se arrodilló y pude escuchar como empezaba a llorar.

—Mamá, papá, lo siento, no pudimos ayudarlos y tampoco cobramos venganza cuando teníamos la oportunidad. ¡¿Nos merecemos esto?! ¡¿Es un castigo?! —grita. Seguí caminando hasta llegar donde era mi habitación y la de Jay, entré y muchos recuerdos me vinieron a la mente al igual que la nostalgia, como cuando me asignaron aquí con jay.

Recuerdo muy bien ese día. Ese mismo día entendí el significado de la palabra "familia". Salgo de la habitación y decido entrar a la de mis padres, nunca me atreví a entrar una sola vez, pero me hubiera gustado entrar cuando estaba intacta, de seguro hubiera sido hermoso ver las cosas que tenían dentro. Entré y vi que era muy diferente a la mía. Veo todo esto y pienso que esta casa debería tener una nueva oportunidad, se merece ser reconstruida, merecemos vivir aquí de nuevo, si le comento esto a Jay dirá que debemos dejar las cosas como están, estoy seguro de que dirá eso. Me sorprende que esta casa haya quedado en pie durante doce años. Aún está en buen estado, podemos hacerlo y solo hace falta techo, puertas, ventanas y mucha pintura. Y todo volverá a ser como antes, de eso estoy seguro.

Vuelvo hacia la sala y veo a Jay que está sentado afuera de la casa, me siento a su lado y lo miro, está destrozado, de verdad es duro crecer sin padres; sobrevivir no ha sido fácil para los dos, debí renunciar de ser casi Humano para ser un verdadedo Demonio Puro, por eso mi sed de sangre es casi incontrolable, pero aprendí a controlarme con la ayuda de Jay. Aunque yo sea un idiota, quiero a mi hermano, es lo único que me queda de familia. Desde que estamos solos él siempre me ha protegido y juró que lo haría siempre, pero ahora veo que todo lo malo le pasa a él, es un gran peso como para cargar solo.

Imperfectos © [Completa✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora