bakagami; knb

uñas; midokaga

De: Idiota <3

Asunto: ¡Es sábado!

Mensaje: Hey nerd, ¿Tienes planes para hoy? Podríamos ir al acuario.

Shintarou observa el mensaje con una mueca seria. De acuerdo, él ya está acostumbrado a que su novio le diga cuatro ojos o nerd, y aunque quiere creer que es una especie de apodo cariñoso, sabe que no lo es, pero no importa, está bien así porque es Kagami, y Kagami es su persona más importante, y también un completo idiota.

De: Idiota <3

Asunto: Estoy aburrido.

Mensaje: Ya que ignoraste mi mensaje anterior -maldito bastardo- ¿Te gustaría hacer algo? Repito, puedo conseguir entradas para el maldito acuario, y no olvidé que habías mencionado algo de que te gustaría ver el espectáculo de lobos marinos o no sé qué mierda.

Midorima rueda los ojos y exhala un suspiro cansado. ¿Qué mierda? Desde que es novio de Kagami, no ha tenido ni un maldito día en el que tenga tiempo para estar solo, y está bien, porque le encanta pasar tiempo con Kagami -aunque jamás lo admitirá frente al pelirrojo- pero también necesita un día para estar solo, meditar en silencio y arreglar sus uñas.

Okay, lo último realmente parece ser una excusa de mierda, pero Midorima es muy preocupado por sus manos, sobre todo por la mano izquierda. Jamás olvida ponerse crema hidratante, o vendar sus dedos, y ni hablemos de cortar sus uñas, limarlas y arrancar las cutículas.

De: Yo.

Asunto: No.

Mensaje: Paso, estoy ocupado.

Midorima supone que eso es suficiente para que Kagami deje de molestarlo, así que comienza a dejar todos los implementos necesarios, sobre su escritorio. Corta uñas, lima, crema, una de esas mierdas para arrancar las cutículas sin problema, etc.

Alcanza a cortar todas las uñas de su mano derecha, cuando escucha claramente cómo su hermana menor dice:

"¡Buen día para ti también, Kagami-kun, mi hermano está en su cuarto!".

Midorima entra en un pequeño ataque de pánico, y no tiene tiempo de esconder ningún producto, cuando Kagami abre la puerta de su cuarto, sin siquiera tocar. Y es un poco incómodo que su novio lo vea así, con un pañuelo que quite el flequillo de su cara y así no le moleste cuando tenga que cortar o limar, más la camiseta que el mismo Kagami le regaló para su cumpleaños, y que ahora es un pijama.

Se quedan haciendo contacto visual por lo que parece ser una eternidad, hasta que Kagami desvía la mirada hacia el escritorio, y Midorima se avergüenza horriblemente.

― ¿Acaso nadie te enseñó a tocar antes de entrar? ¡Podría haberme estado cambiando de ropa! ―regaña molesto, y Kagami cierra la puerta detrás de sí, con una sonrisa burlona.

―Entonces has estado ignorándome para quedarte aquí y hacer cosas de chicas. ―Se tira cómo un saco de patatas a la pulcra cama de Midorima, y lo observa divertido―, Pero es lindo, ¿Sabes? Jamás creí que tú harías éste tipo de cosas.

Bien. Midorima quiere morir en éste momento.

―Solo para que sepas, el mantener una buena higiene y cuidado de mis uñas, no me hace ser una chica. ―Shintarou le da la espalda a su novio, y procede a continuar con su pequeño ritual.

Kagami se queda recostado, mirando el techo donde hay un montón de estrellas que luego brillan en la oscuridad, y luego mira la espalda de Midorima, y no, la curiosidad es demasiado grande, así que se pone de pie y se acerca a mirar.

― ¿Para qué es eso? ―pregunta, señalando una lima de uñas.

―Es una lima ―explica tranquilo―, Sirve para pulir las uñas, y que no queden ásperas cuando las cortas con el cortaúñas, mira. ―Midorima le extiende su mano derecha, en la cual tiene todas las uñas recientemente cortadas, y Kagami pasa el dedo por el borde―, ¿Te das cuenta que están ásperas?

―Uh-huh. ―Asiente con la cabeza, y Midorima comienza a frotar la lima suavemente, sobre la uña de su dedo índice.

― ¿Qué me dices ahora? ―Kagami pasa la yema de su dedo por la uña de Midorima, y se sorprende cuando nota que está suave.

― ¡Increíble! ―exclama medio-emocionado, y Midorima acomoda las gafas al puente de su nariz, orgulloso de su tarea, y también un poco enternecido por lo fácil que es impresionar a Kagami―, ¿Puedo intentarlo? ―Taiga toma una lima, y sin siquiera esperar a que Midorima diga que sí, comienza a limarle la uña del dedo meñique, muy suavemente y con delicadeza.

Y bueno, puede que ellos pasen toda la tarde del sábado arreglándose las uñas, una actividad muy varonil si le preguntan a Midorima.