Enceinte | Y.K [2da Temporada De Yoonkook Chats]

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Yoongi se encontraba recostado en el sofá con los ojos cerrados, no podía creer que su novio, el amor de su vida le haya mentido con algo tan delicado como su no embarazo.

Para ser honesto, se emocionó demasiado y tenía la necesidad de gritarlo a los cuatro vientos. Pero su desilusión fue tan grande al saber que todo era una mentira, lloro porque ansiaba tener a ese bebé entre sus brazos y poder formar una familia con Jungkook, lloro por dejarlo y hacerlo llorar, pero por ahora no quería saber nada de él.

Tres golpes en su puerta lo hicieron despertar. No tenía ganas de abrir ni de recibír a nadie, pero los golpes y el timbre fueron muy insistentes que no tuvo de otra más que abrir la puerta, bufó levantándose de tan cómodo sofá para ver qué se trataba de la persona con la que mucho menos quería hablar. 

— Hola —Saludo el pelirosa con una media sonrisa.

Yoongi no respondió, solo le abrió paso para que el menor entrará a su casa.

— Jungkook nos contó lo que sucedió entre ustedes —Volvio hablar el menor dándole la espalda al mayor.

—Jimin, no quiero hablar de eso—El mencionado se volteó a verlo y asintió tomando asiento.

Yoongi tomo asiento a su costado y Jimin lo abrazó — Lo siento. —El mayor correspondió al abrazo y hundió su cabeza en el cuello del pelirosa—Supuse que estarías mal y vine a verte.

Yoongi asintió mientras derramaba lágrimas por el hombro del chico, realmente le dolía aquella mentira, le dolía que no fuera Jungkook al que abrazaba y consolaba como todas las veces en las que lloraba.

Jimin se quedo a su lado acariciando sus mechones, no iba negar que le dolía ver a Yoongi de esa manera y todo por culpa del estúpido de Jungkook. Jimin seguía amando con toda su alma a Yoongi y no iba a permitir que nada ni nadie lo lastime como Jungkook lo hizo.

Cuando esté cayó dormido en sus brazos, Jimin lo cargo hasta la habitación del pelimenta y lo arropó para que no tomara algún resfriado. Se quedo a su lado por unos momentos contemplando todo de él, su rostro, sus pequeños ojos, sus labios que alguna vez probó y le gustaría volver a probar. Inconsciente de lo que hacía se acercó a estos depositando un beso de pico pero suficiente para él. Cuando se separó de estos, miro a Yoongi quien lo miraba sorprendido y Jimin se moría de la vergüenza pero había valido la pena.

—P-perdon yo no...—Quiso levantarse e irse pero una mano tomo su brazo impidiendo que se fuera—Y-yoongi..

—Quedate conmigo Jimin, por favor no me dejes solo— El pelirosa abrió sus labios formando una "o" y asintió tomando lugar a un lado del pelimenta, quien rodeo la cintura del menor y se colocó en su pecho para seguir durmiendo.

Jimin acaricio la mejilla ajena y rodeo la cabeza del mayor entre sus brazos—Yo te puedo hacer los hijos que quieras. —Susurro con picardía y este no tardo en quedarse dormido.

[..]

—Recuerda Jungkook pase lo que pase no llores ¿Bien?

—Me estás pidiendo algo imposible hyung, sabes que soy muy sensible y Yoongi es mi vida entera, si me llegase a decir que ya no me ama, lloraría a mares y no estoy siendo dramático.

Taehyung y Jin rodaron sus ojos y le dieron un pequeño golpe en la espalda.

El trío se encontraba ensayando las palabras que Jungkook usaría para hablar con Yoongi, aunque ambos le dijeron que dijera lo que su corazón sentía, pero el muy terco se negó recordando las veces en las que la cagaba cuando se expresaba.

Ya era muy tarde y decidieron quedarse a dormir en la casa de Jin, vieron algunas películas de terror y una de romance que hizo llorar a Jungkook recordando sus momentos con Yoongi y así tardaron horas en tranquilizarlo.

—Como sea Jungkook, mañana iremos a cenar con Hobi, él llevará a Yoongi y ahí los dejaremos solos arreglando sus asuntos—Taehyung lo tomo por los hombros limpiando la última lágrima de su mejilla.

—Esta bien amigos, estoy seguro que mañana será un grandioso día, volveré con mi azucarado y tendremos muchos hijos—Sonrio juntando sus manos en su pecho acompañado de un chillido.

Estaba completamente seguro que Yoongi regresaría a él y le pediría disculpas por haberlo dejado, caminarian por el parqué tomados de la mano y terminarían el día con rondas de sexo. Ya tenía todo planeado.